31 De Marzo de 2024
Beata Juana de Toulouse
Virgen
(1240)
En
Toulouse, en Francia, beata Juana, virgen, de la Orden de las
Carmelitas.
A principios del año 1240, los Hermanos
Carmelitas de Palestina, se establecieron en Toulouse. Veinticinco
años después, cuando San Simón Stock, cruzó Toulouse camino de
Burdeos, se le aproximó una mujer llamada Juana, que le suplicó que
la admitiera en su orden.
El prior Juan la admitió, la
cubrió con el hábito carmelita, y le permitió hacer el voto de
perpetua castidad. En lo que fue posible, Juana observó
estrictamente la regla de San Alberto de Jerusalén y fue venerada,
no sólo como la primera terciaria carmelita, sino como la fundadora
de las terciarias.
Diariamente frecuentaba, la iglesia de los
padres, y combinaba la penitencia con el amor, privándose casi de
las cosas necesarias de la vida, para ayudar a los pobres y enfermos.
Acostumbraba también dirigir a los jóvenes, en las prácticas de la
santidad para prepararlos a entrar en la orden carmelita. Solía
llevar consigo, una imagen del Redentor crucificado, que ella
estudiaba como si hubiese sido un libro.
La beata Juana, fue
sepultada en la iglesia de los carmelitas de Toulouse, y a su tumba
acudían en gran número, todos aquellos que buscaban su intercesión.
Fue venerada durante 600 años, y su cuerpo fue varias veces
custodiado como reliquia, especialmente en 1805, cuando un pequeño
libro de oraciones manuscrito, fue encontrado a su lado.
Lo
anterior, es un resumen de la historia de la beata Juana, cuyo culto
fue confirmado en 1895, según se relata en las lecciones de su
fiesta, en el suplemento carmelita del breviario romano, pero ha
habido aparentemente considerable confusión, en especial con la
época en que vivió.
Es verdad que para el siglo XV, el
culto de la beata ya estaba difundido, y hubo un traslado de
reliquias hacia el 1450, lo que permite mantener para su vida, la
fecha tradicional del siglo XIII; sin embargo, en la lista de santos
carmelitas de la provincia de Toulouse, redactada por Juan Grassi,
que murió en 1437, la beata no aparece, lo que ayuda a pensar que, o
el culto no había surgido aún, o simplemente no había vivido
todavía.
La crítica actual se inclina por dar por cierta su
vida en finales del siglo XIV, e incluso comienzos del XV, más que a
finales del siglo XIII, de donde, naturalmente, no pudo haber tenido
contacto con San Simón Stock. Parece que tampoco fue terciaria, sino
enclaustrada.
Ver las
lecciones del breviario referentes a lo anterior, y Fr. Bonifatius,
Die sel. Johanna van Toulouse, (1897); Fr. B. Zimmerman Monumenta
historica Carmelitana p. 369, y Les Saints déserts des Carmes
dechaussés (1927), pp. 17-18, donde el problema se examina. Acta de
beatificación (con las fechas tradicionales), en Acta Sanctae Sedis
27 (1895), pág. 510. Artículo del Butler ligeramente reformado.
Fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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