lunes, 26 de febrero de 2024

 26 de Febrero de 2024

Santos Félix, Fortunato y Aquileo
Mártires
(212)

A PRINCIPIOS del siglo III, San Ireneo, obispo de Lyon, envió al sacerdote Félix, y a los diáconos Fortunato y Aquileo, a evangelizar la región de Valence, que después se llamó el Delfinado. Los tres fueron martirizados, durante el reinado de Caracalla, hacia el año 212.

Según las actas de estos mártires, fueron arrestados después de convertir a la mayor parte de los paganos de la región. Los ángeles los pusieron en libertad, y les dieron la orden de derribar los ídolos de los templos, y destrozar a martillazos, las imágenes de Mercurio y Saturno, y una valiosa estatua de Júpiter, tallada en ámbar.

Aprisionados nuevamente por ese crimen, los verdugos les quebraron las piernas, los torturaron en el torno, y los sometieron día y noche, a las inhalaciones de sofocantes fumarolas. Finalmente, los mártires fueron decapitados.

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En Aquilea, en el territorio de Venecia, santos Félix y Fortunato, mártires, cuya ciudad honraron con su glorioso martirio.

La noticia que traía el Martirologio Romano antiguo, sobre estos mártires decía:

«En Aquilea, la pasión de Santos Félix y Fortunato, que perecieron durante la persecución de Diocleciano y Maximiano. Después de colgarlos en los postes, les aplicaron antorchas encendidas en los costados, pero el poder de Dios las extinguió: se les arrojó entonces aceite hirviente, y como ellos insistieran en confesar a Cristo, fueron, por fin, decapitados».

También traía otros dos mártires del mismo nombre, junto a un tercero llamado Aquileo, a quienes honraba el 23 de abril, pero la fecha, la forma y el lugar del martirio, eran completamente distintos a los de hoy.

De todos modos, el Nuevo Martirologio Romano, ha resuelto el problema eliminando la duplicación, y dejando sólo a los de Aquilea, que tienen a su favor, buenos testimonios de historicidad. En efecto, no se puede dudar de que el Fortunato en cuestión haya sido un auténtico mártir: No sólo le localiza claramente el Hieronymianum, como un residente de Aquilea, sino que el poeta Venancio Fortunato (c. 590) se refiere a los dos mártires con estos versos:

Felicem meritis Vicetia laeta refundit.
Et Fortunatum fert Aquileia suum.
(La alegre Vicenza devuelve a Félix en méritos,
y Aquilea se lleva a su Fortunato).

Además, en Vicetia (Vicenza) se descubrió una antigua inscripción con las palabras: «Beati martyres Felix et Fortunatus». De acuerdo con sus «actas», ambos hermanos fueron naturales de Vicenza, pero fueron martirizados en Aquilea.

Los cristianos de Aquilea, recuperaron sus cuerpos, y los sepultaron en lugar honorable; pero los fieles de Vicenza, acudieron al punto, a reclamar las reliquias, y para arreglar la disputa, se llegó al compromiso, de que los restos de Fortunato quedasen en Aquilea, y los de Félix fueran trasladados a su ciudad natal.

La breve pasión, se encuentra en el Acta Sanctorum, junio, vol. II. Las dificultades creadas por las varias menciones, que aparecen en el Hieronymianum, se discuten en los comentarios de Delehaye, y en su libro Origines du culte des Martyrs, pp. 331-332. Ver también a Quentin, Martyrologes Historiques, pp. 532-533 y 335. En la imagen: fresco de san Fortunato en la cripta de la basílica de Aquilea, siglo XII.

Fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI

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