14 De Febrero de 2024
San Juan Bautista de la Concepción
García
Religioso presbítero
(1561-1613)
En
Córdoba, ciudad de España, San Juan Bautista de la Concepción
García, presbítero de la Orden de la Santísima Trinidad, que
habiendo iniciado la renovación de su Orden, la culminó con gran
esfuerzo, en medio de dificultades y persecuciones. Eximio escritor
espiritual.
La Reforma de la Orden Trinitaria, fue obra de San
Juan Bautista de la Concepción, nacido en Almodóvar del Campo
(Ciudad Real) el 10 de julio de 1561 y fallecido en Córdoba el 14 de
febrero de 1613.
Fue canonizado por SS. Pablo VI el 25 de
mayo de 1975, y propuesto a la Iglesia como un santo de la
renovación. En Valdepeñas (Ciudad Real) se establece la primera
comunidad de trinitarios descalzos. Con el breve «Ad militantes
Ecclesiae» (1599) el papa Clemente VIII da validez eclesial a la
Congregación de los Hermanos Reformados y Descalzos de la Orden de
la Santísima Trinidad, instituida para observar con rigor la Regla
de san Juan de Mata, y volver a los orígenes de la fundación.
Hoy, la única rama de trinitarios que existe, es la fundada
por San Juan Bautista de la Concepción, pues los trinitarios
calzados, desaparecieron en 1897, con el fallecimiento de su último
superior general, padre Antonio Martín y Bienes.
San Juan
Bautista de la Concepción, fundó 18 conventos de religiosos, y uno
de religiosas de clausura. Vivió y transmitió a sus hijos, un
intenso espíritu de caridad, oración, recogimiento, humildad y
penitencia, poniendo especial interés, en mantener viva la entrega
solidaria, a los cautivos y a los pobres.
La relación de los
trinitarios con la Trinidad, como centro vital, y fuente de la
caridad que redime, es un tema central, en sus vivencias y
enseñanzas. Aunque poco conocido, en la literatura mística
española, San Juan Bautista de la Concepción, está entre los
grandes escritores místicos españoles, del siglo de Oro. La
Biblioteca de Autores Cristianos (BAC) ha publicado cuatro grandes
volúmenes de su obra. Se trata de un autor con una deuda histórica,
pues si bien tiene el puesto que se merece en los altares, no se le
ha colocado aún, en la hornacina del altar de la literatura
espiritual que merece.
En la obra literaria del reformador
trinitario, se encuentra toda clase de materias espirituales. Su
personal vivencia de la unión mística, le dicta profundos tratados
sobre la unión con Cristo, los dones del Espíritu Santo, la
experiencia de la cruz, y el conocimiento espiritual.
Su
doctrina espiritual, se orienta a la unión personal con Dios
Trinidad, presente en lo más profundo del alma. Para él, la
perfección está en abandonarse al amor transformante de Dios.
La
santificación del creyente, es el proceso de asimilación a Cristo
crucificado. Cristo es nuestro ideal, nuestro camino; su cruz,
nuestra cruz, es la fragua de la santidad. Juan Bautista de la
Concepción, es un escritor original y profundo en las ideas, popular
y rico en la expresión.
Tiene una prosa armoniosa, con
largos periodos, tintada de humor, de anécdotas, de ejemplos y
referencias al reino vegetal, mineral y animal. Domina y conoce a los
santos padres de la Iglesia y la Biblia, y es su referencia obligada
y constante. Quien se adentra en los surcos de su obra literaria,
fácilmente descubre una simbiosis de Cervantes y Juan de la
Cruz.
Actualmente, los Trinitarios se preparan para
conmemorar, en el año 2013, el V Centenario de la muerte de su
Reformador, San Juan Bautista de la Concepción.
fuente:
www.trinitarios.net
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