16 de febrero de 2024
Beato José Allamano
Presbítero y
Fundador de las Misioneros y los Misioneros de la Consolata
(1851
– 1926)
Formador de sacerdotes
“Primero
santos y después misioneros, y el bien no hace ruido, y el ruido no
hace bien”.
Martirologio
Romano: En Turín, en Italia, beato José Allamano, presbítero, que
lleno de fervor, para propagar la fe cristiana, fundó las
congregaciones de hombres y de mujeres, denominadas de las Misiones
de la Consolata (1926).
José Allamano nace en Castelnuovo
d´Asti (Turín), el 21 de Enero de 1851, en el seno de una familia
campesina. Fue el cuarto de los cinco hijos. A los tres años, se
quedó huérfano de padre. Además de la madre, tres personas tienen
un papel fundamental en su formación: Su maestra, Benedetta Savio;
su tío San José Cafasso; y su confesor San Juan Bosco.
El 20
de Septiembre de 1873, se ordena sacerdote. Tiene 22 años. Los seis
primeros años de sacerdocio, los pasa de formador en el seminario.
Su mayor deseo es ir a una parroquia.
En 1880 se le abren
nuevos caminos. El arzobispo busca un rector, para el Santuario de
Ntra. Sra. de la Consolata, patrona de Turín; que por aquel tiempo,
estaba casi abandonado, tanto material como espiritualmente.
En
1882, junto con su amigo el P. Santiago Camisassa (que lo
consideramos el confundador de los Misioneros, y de las Misioneras de
la Consolata), comienza la recuperación y embellecimiento del
Santuario. Como también, recuperan el Convictorio eclesiástico (que
está junto al Santuario) donde se formarán los jóvenes
sacerdotes.
En 1900 cae gravemente enfermo, y gracias al
empuje del Cardenal Richelmy, y las oraciones a la Consolata, se cura
milagrosamente. Diez años antes, Allamano había escrito una carta
al Cardenal de Turín, pidiendo la fundación de un instituto
misionero, pues le preocupaba, la gran cantidad de clero en la
diócesis, y como muchos de ellos querían ser misioneros, y las
grandes necesidades de clero en las misiones.
La autorización
a este proyecto, le llegó el 29 de Enero en 1901, justo un año
después de su milagrosa curación. En 1902, parten los primeros
cuatro misioneros: dos sacerdotes y dos hermanos.
La fundación
de las Misioneras de la Consolata, será nueve años mas tarde, el 29
de Enero de 1910. La audiencia con el Papa Pío X, en 1909, le ayudó
a ver claramente la voluntad de Dios: “Si no tienes vocación
para fundar religiosas, yo te la doy”. En 1913, salen el primer
grupo de hermanas para las misiones.
Hoy día, los Misioneros
y las Misioneras, están unidos por una misma vocación “Ad
Gentes”, de primera evangelización, teniendo el mismo
Fundador, la misma madre “La Consolata- y el mismo lema:
Anunciaran mi gloria a las naciones” (Is 66,19).
Se
definen como hombres y mujeres, consagrados a Dios para la
evangelización, con los votos de obediencia, castidad y pobreza para
formar comunidades eclesiales adultas; evangelizar desde el contacto
personal con las familias, y por medio de una promoción humana;
llevar adelante un dialogo interreligioso; por medio de un trabajo de
justicia y paz en los pueblos, o grupos no evangelizados; y promover
el espíritu misionero, y las vocaciones misioneras en la
Iglesia.
La Eucaristía y María Consolata, son el centro de
nuestra espiritualidad, que se centra en:
el Espíritu de
familia;
el Espíritu de fe;
el Espíritu de caridad;
el
Espíritu de sacrificio;
y en la comunión con la Iglesia local y
Universal.
El Bto. José Allamano, resume la espiritualidad,
de los Misioneros y de las Misioneras de la Consolata, en estas dos
frases: “Primero santos y después misioneros, y el bien no hace
ruido, y el ruido no hace bien”.
Fecha de beatificación:
7 de octubre de 1990 por el Papa Juan Pablo II.
Si usted tiene
información relevante para la canonización del Beato José,
contacte a:
Rev. Francesco Pavese, IMC
Missionari della Consolata
Viale delle Mura Aurelie 11-13
00165
Roma, ITALIA
Por: . | Fuente: www.antenamisionera.org
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