18 de febrero de 2024
Santa Gertrudis Comensoli
Fundadora del
Instituto de las Hermanas del Santísimo Sacramento
(Sacramentinas)
(1847 - 1903)
Martirologio
Romano: En Bérgamo, en Italia, Santa Gertrudis (Catalina) Comensoli,
virgen, que fundó una congregación de religiosas, para la adoración
del Santísimo Sacramento, y la educación de la juventud.
De
familia pobre, muy religiosa y creyente en la Historia Sagrada,
predicada por el párroco, en la clases de Doctrina Cristiana,
Catalina, quien era de inteligencia vivaracha y de ánimo sensible,
vive en casa los misterios cristianos de la fe.
Además
asiste frecuentemente, a la catequesis y al oratorio parroquial. En
esta atmósfera de fe, se impregna en su corazón, el amor a la
Presencia de Jesús en la Eucaristía, profundizándose la devoción
a este misterio, por la ayuda de buenos confesores, al punto de
anhelar fuertemente, el fundar un Instituto que tenga como fin, la
adoración a este insondable misterio.
En 1867, se consagra
en la Compañía de Santa Ángela Mérici, volviéndose maestra de
las novicias. Su padre se enferma, por lo que ella entra a laborar,
como empleada doméstica, en casa de la famosa familia de don
Giovanni Baptista Rota; un año después, es llamada a San Gervasio
por Condesa Ippolita Fè Vitales, cuñada de los nobles Simoni de
Bienno, para ser dama de compañía, y ayudar con el hijito, que
había nacido en marzo de 1871. Se queda en San Gervasio
aproximadamente 12 años.
Convertida en una mujer sabia, rica
en capacidades humanas, y en sensibilidades interiores, dueña de una
espiritualidad profunda, y a una creciente atención, a las
necesidades educativas de las "jovencitas", y de los
enfermos de San Gervasio, madura cada vez más en ella, el ideal de
fundar un Instituto, entregado a la adoración y a la educación, que
se concreta con el encuentro en Bérgamo, con el Padre Francisco
Spinelli.
En el siglo XIX, era necesario un sacerdote Superior,
que garantizara el buen funcionamiento de un Instituto femenino,
puesto que se pensaba, que las mujeres no eran capaces de gobernar y
administrar.
Del 1879 al 1882, el proyecto se va
implementando, y después de haberle sido sometido para su
aprobación, al obispo de Bérgamo Mons. Gaetano Camillo Guindani, el
instituto es fundado el 15 de diciembre de 1882. En la ciudad y en la
diócesis, la iniciativa es bien acogida, porque es lo única sobre
el territorio bergamasco, con el objetivo primario de la adoración
perpetua. La Casa Matriz se abre en Bérgamo; al poco tiempo, otras
casas se abren en Lombardía y en Véneto.
Las malas
condiciones financieras, forzaron a la separación de los dos
Fundadores, y por lo tanto a la división en dos Institutos. El 19 de
enero 1889, la Madre Gertrudis escribe: "Este es el día de
la terrible catástrofe; Mi Jesús, de aquí a pocos minutos estarán
aquí, vienen a clausurar todo... sustentadme en la dura prueba,
ayudadme por caridad. Los hombres clausuran nuestras cosas. Vos
sellad mi corazón, dentro de vuestro dulce y amable Corazón, ya no
me sacaréis… siempre tenedme con Vos, mi querido Jesús, hágase Tu
voluntad. Amén.". "”Mi pobre instituto, si es de Vuestro
agrado lo sustentaréis”. "Tan sólo Vos podéis levantarme,
tan sólo Vos ayudarme. Tan sólo confío en Vos. ¡único Dios!".
(Los Escritos, p. 57, 59; Brescia 1981).
El siniestro
acontecimiento, parece llevar todo a la ruina, pero la Madre
Gertrudis, después de un fugaz pesimismo, lo considera una prueba
permitida por Dios, y reacciona con fuerte fe y tenacidad, confiada
en la Divina Providencia, aunque tenga que refugiarse, junto con las
monjas que le quedan, en Lodi, llena de dolor, con paciencia y con la
esperanza de la reconstrucción.
Sometiéndose totalmente a
la Voluntad de Dios "Haced lo que a Os complazca mi Dios,
conque quedéis glorificado, acepto el sufrir cualquiera pena.
Vuestra voluntad, no la mía, busco la pura gloria de mi Dios; Amén”
(Los Escritos, p. 58, Brescia1981).
Renace el instituto lozano
y vivo, como un tierno árbol, que ha encontrado sus raíces, en el
terreno fértil de la oración, del sufrimiento, de la fe y de la
humildad; renace gracias a la energía y al equilibrio de la Madre
Gertrudis, de las monjas que han colaborado con todas sus fuerzas, y
con todo el amor de que fueron capaces, para la realización de un
sueño que ya les pertenecía; renace gracias al concreto y atento
sostén, del obispo de Lodi, Mons. Giovanni Baptista Rota, natural de
Chiari, en cuya familia Catalina Comensoli fue doméstica; renace
gracias al obispo de Bérgamo, que en 1889, encomienda con diligencia
a las Monjas Sacramentinas, a Mons. Rota, el que toma la
determinación de reconocer, con el decreto del 8 de septiembre de
1891, el Instituto de las Monjas Sacramentinas de Bérgamo,
canónicamente erigido en Lodi, con Casa Matriz temporal en Lavagna
de Comazzo.
La finalidad del instituto es doble: Adorar a
Jesús Sacramentado, y Atender obras de caridad hacia el prójimo,
según las disposiciones de la Divina Providencia, teniendo como
objetivo especial "el educar a la juventud".
En
el 1892, la Madre Comensoli reconquista, mediante un alquiler, la
primera casa de Bérgamo, y vuelve con las monjas, después de dos
años, a la amada Casa Matriz, cuna de la Congregación, a la que da
un decisivo y vital impulso.
La Madre Gertrudis, abre 21 casas
antes de su muerte. Las monjas, a su muerte, son 179. Atienden a las
huérfanas, a las niñas menores de edad, a las estudiantes en los
pensionados, a los ancianos en los hospitales, los enfermos de
pelagra (1), y las empleadas domésticas. Además colaboran en las
parroquias y en los oratorios, abren centros de estudio y de labores,
enseñan en muchas escuelas municipales.
La Madre Gertrudis ve
el primer reconocimiento pontificio del Instituto, en el Decreto del
11 de abril de 1900, promulgado por Leon XIII.
¡La
obra de Dios estaba cumplida!
La madre Gertrudis, había dado
todas las garantías de continuidad, para la adoración pública y
perpetua a Jesús Sacramentado, había infundido en sus monjas, el
precioso patrimonio espiritual de la oración, de humildad y de
caridad, sobre todo hacia los pobres, por lo tanto, podía ir al
encuentro con su esposo Jesús.
El 18 de febrero de 1903, al
mediodía, mientras estaba en adoración a su amado en la iglesia,
muere. Tenía tan sólo 56 años.
Los Decretos de
reconocimiento pontificio al instituto, en el 1906, y de sus
Constituciones en el 1910, ambos suscritos por Pío X, no los verá
sobre la tierra, pero estarán presentes "siempre" sus
Monjas Sacramentinas, que se empeñan en difundir el Carisma
Eucarístico, y en expandir el Reino del Corazón Eucarístico en el
mundo.
El instituto en el 2007 está presente en toda Italia,
en Brasil, en Ecuador, en Malawi, en Kenia, en Bolivia, en Croacia.
Entre 1939/1940, las Monjas Sacramentinas también estuvieron en
Etiopía y China, pero como consecuencia de los trastornos políticos,
las Monjas fueron internadas en campos, maltratadas y ridiculizadas,
y luego expulsadas en 1943 de Etiopía, y en 1951 de China.
El
26 de abril de 1961 S. S. Juan Pablo II, reconoce las virtudes
heroicas de la Madre Gertrudis.
Un milagro, fue atribuido a la
intercesión de la Madre Gertrudis, el cual le abrió las puertas de
su beatificación: el 26 de julio de 1979 nació de parto podálico
(sentado), un pequeño que presentaba sus miembros inferiores,
totalmente plegados en alto, de modo irreductible.
El
diagnóstico era contractura congénita, de las articulaciones
inferiores, debido a la prolongada inmovilidad del feto, en tales
condiciones. El 9 de agosto, al término de la novena, a la sierva de
Dios Gertrudis Comensoli, y sin que hubiera habido ninguna clase de
terapia, espontáneamente, todo se normalizó, y cesaron los dolores
del recién nacido. Hasta la fecha sigue bien de sus piernas. Lo cual
fue considerado médicamente inexplicable, por la comisión médica
de la Congregación, para las causas de los santos, sobre todo,
debido a la rapidez de la curación sin terapia alguna.
El
Papa Juan Pablo II beatificó a Sor Gertrudis Comensoli el 1 de
octubre de 1989.
El 26 de abril de 2009 fue canonizada por
S.S. Benedicto XVI, en dicha ceremonia se canonizó también a los
santos: Arcangelo Tadini; Bernardo Tolomei; Nuño de Santa Maria
Álvares Pereira y Caterina Volpicelli.
Por:
. | Fuente: santiebeati.it
Traducido por Xavier Villalta
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