viernes, 29 de mayo de 2020


29 de Mayo

San Maximino


Obispo de Francia (+349)

Maximino nació al comienzo del siglo IV, en Poitiers (Aquitania), al sudoeste de la antigua Galia. Provenía de un hogar muy piadoso.

La santidad de Agricio, obispo de Tréveris, llevó a Maximino a dejar el suelo natal, e ir en busca de aquel prelado, para recibir lecciones de religión, ciencias y humanidades. El santo reconoció en el recién llegado, una lúcida inteligencia, y un firme amor a la doctrina católica, razón por la cual, le confirió las sagradas órdenes. En el ejercicio de estas funciones, hizo en breve tiempo, notables progresos.

Al morir Agricio, conocidos por el pueblo los atributos de Maximino, por voluntad unánime, éste fue su sucesor, ocupando la cátedra de Tréveris, en el año 332.

Perturbaba en aquel tiempo a la Iglesia, el arrianismo, doctrina que negaba la unidad, y consustancialidad, en las tres personas de la Santísima Trinidad; según ellos, el Verbo habría sido creado de la nada, y era muy inferior al Padre. El Verbo encarnado, era Hijo de Dios, pero por adopción.

Contra esta interpretación, que disminuía el misterio de la encarnación, y el de la redención del hombre, se levantó Atanasio, obispo de Alejandría, que se había de constituir, en el campeón de la ortodoxia.

Reinaba entonces, el emperador Constantino el Grande, a quien los herejes engañaron, acumulando calumnias sobre Atanasio, y así lograron que lo desterrase a Tréveris, en el año 336.

Allí Maximino lo recibió, con evidencias de la veneración que le profesaba, y trató por todos los medios, de suavizar la situación del desterrado. Lo mismo hizo con Pablo, obispo de Constantinopla, también forzado a ir a Tréveris, después de un remedo de sínodo arriano. Al morir Constantino, el hijo mayor, Constantino el Joven, su sucesor en Occidente, devolvió a Atanasio la sede de Alejandría.

En el año 345, Maximino concurrió al concilio de Milán, donde los arrianos, cuyo jefe era Eusebio de Nicomedia, fueron otra vez condenados. No obstante, se consideraba indispensable, para cimentar la paz de la Iglesia, celebrar un nuevo concilio ecuménico.

Maximino lo propuso al emperador Constante; éste, hallándolo conveniente, escribió a su hermano Constantino, concertándose para tal reunión la ciudad de Sárdica, hoy Sofía, capital de Bulgaria.

Los arrianos, quisieron atraer al emperador a su secta, y justificar la conducta seguida contra Atanasio. Pero Maximino alertó al emperador, defendiendo así al obispo sin culpa; y Atanasio fue nuevamente restablecido.

Vuelto a su Iglesia, Maximino hizo frente a las necesidades materiales de su diócesis, socorriendo a los pobres. Su familia residía en Poitiers, y allá fue a visitarlos, pero murió al poco tiempo en esa ciudad, en el año 349. La fecha de hoy, recuerda la traslación de sus reliquias a Tréveris.

Oración: Dios Todopoderoso y Eterno, que iluminaste a tu hijo San Maximino, con la antorcha de la Fe, haz que esa antorcha, quede siempre firme, en las manos de todos los Obispos del Mundo, en la defensa de la Fe Católica y Apostólica. A Tí Señor, que nos prometiste que nunca las llamas del Infierno, prevalecerán sobre tu Iglesia. Amén.

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