jueves, 14 de mayo de 2020


14 de mayo

San Matías


Apóstol

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Fue elegido por los Apóstoles, para ocupar el puesto de Judas, como testigo de la resurrección del Señor. Así lo atestiguan los Hechos de los Apóstoles (Hch 1,15-26)

Siguió a Jesús, "desde que éste fue bautizado hasta su ascensión". Por este motivo, cuando Judas Iscariote desertó, y hubo necesidad de completar, el número de los doce Apóstoles, Pedro lo propuso, para que se uniera al grupo apostólico, y "se convirtiera, en testigo de la resurrección" del Señor. (Cf. Hechos 1, 15-26) 

"(Matías), después de Pascua, fue elegido en lugar del traidor. En la Iglesia de Jerusalén, se presentaron dos a la comunidad, y después sus nombres fueron echados a suerte: « José, llamado Barsabás, por sobrenombre el Justo, y Matías» (Hechos l, 23).  De este modo, «fue agregado al número de los doce apóstoles» (Hechos 1, 26).

No sabemos nada más de él, a excepción, de que fue testigo de la vida pública de Jesús, (Hechos de los Apóstoles 1, 21-22), siéndole fiel hasta el final.

"Sacamos de aquí una última lección: si bien en la Iglesia no faltan cristianos indignos y traidores, a cada uno de nosotros, nos corresponde contrabalancear, el mal que ellos realizan, con nuestro testimonio limpio de Jesucristo, nuestro Señor y Salvador". -Benedicto XVI, 18 X 2006

Sus reliquias están en Tréveris (Alemania), ciudad de la que es patrono.

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Oficio de lectura, 14 de Mayo,
San Matías, Apóstol

Muéstranos, Señor, a cuál has elegido

De las homilías de San Juan Crisóstomo, Obispo, sobre el libro de los Hechos de los Apóstoles

Uno de aquellos días, Pedro se puso en pie, en medio de los hermanos, y dijo a quien se había encomendado el rebaño de Cristo, siendo el primero en hablar, y llevado de su fervor, y de su primacía dentro del grupo: “Hermanos, tenemos que elegir uno de entre nosotros”. Acepta el parecer de los reunidos, y al mismo tiempo, honra a los que son elegidos, e impide la envidia que se podía insinuar.

¿No tenía Pedro, facultad para elegir a quienes quisiera?. La tenía, sin duda, pero se abstiene de usarla, para no dar la impresión, de que obra por favoritismo. Por otra parte, Pedro aún no había recibido el Espíritu Santo.

Propusieron –dice el texto sagrado– dos nombres: José, apellidado Barsabá, de sobrenombre Justo, y Matías. No es Pedro quien propone los candidatos, sino todos los asistentes. Lo que sí hace Pedro, es recordar la profecía, dando a entender, que la elección no es cosa suya. Su oficio es el de intérprete, no el de quien impone un precepto.

Hace falta, por tanto, a uno de los que nos acompañaron. Fijaos qué interés tiene, en que los candidatos sean testigos oculares, aunque aún no hubiera venido el Espíritu.

Uno de los que nos acompañaron –precisa–, mientras convivió con nosotros, el Señor Jesús. Se refiere a los que han convivido con Él, y no a los que sólo han sido discípulos suyos. Es sabido, en efecto, que eran muchos, los que lo seguían desde el principio. Y así, vemos que dice el Evangelio: Era uno de los dos, que oyeron a Juan el Bautista, y siguieron a Jesús.

Y prosigue: Mientras convivió con nosotros el Señor Jesús, desde que Juan bautizaba. Con razón, señala este punto de partida, ya que los hechos anteriores, nadie los conocía por experiencia, sino que los enseñó el Espíritu Santo.
Luego continúa diciendo: Hasta el día de su ascensión, y como testigo de la resurrección de Jesús. No dice: «Testigo de las demás cosas», sino: Testigo de la resurrección de Jesús. Pues merecía mayor fe, quien podía decir: «El que comía, bebía y fue crucificado, este mismo ha resucitado».

No era necesario, ser testigo del período anterior, ni del siguiente, ni de los milagros, sino sólo de la resurrección. Pues aquellos otros hechos, habían sido públicos y manifiestos; en cambio, la resurrección se había verificado en secreto, y sólo estos testigos la conocían.

Todos rezan, diciendo: “Señor, Tú que penetras el corazón de todos, muéstranos”. «Tú, no nosotros». Llaman con razón, al que penetra todos los corazones, pues Él solo, era quien había de hacer la elección. Le exponen su petición: con toda confianza, dada la necesidad de la elección.

No dicen: «Elige», sino muéstranos a cuál has elegido, pues saben que todo ha sido prefijado por Dios. Echaron suertes. No se creían dignos, de hacer por sí mismos la elección, y por eso prefieren atenerse a una señal.

Oración: Oh Dios Eterno, que quisiste incorporar a San Matías, al colegio de los Apóstoles, concédenos por sus méritos e intercesión, ser testigos de tu resurrección, sabiendo trabajar por tu Reino, con Paciencia, Amor y Misericordia. A Tí Señor, que dijiste que dichosos serán, los que sin ver hayan creído en Tí. Amén.



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