31 De Octubre de 2023
San Wolfgango de Ratisbona
Monje y
Obispo
(930 - 994)
En
Ratisbona, en el territorio de Baviera, San Wolfgango, obispo, que
después de ser maestro de escuela, y haber profesado como monje, fue
elevado a la sede episcopal, desde donde reinstauró la disciplina
del clero, y mientras visitaba la región de Pupping, descansó en el
Señor.
San Wolfgang, que pertenecía a una familia suaba,
nació hacia el año 930. Sus padres le enviaron muy joven, a la
abadía de Reichenau, en una isla del Lago de Constanza, que era
entonces un floreciente centro del saber.
Allí se hizo
amigo, de un joven de la nobleza, llamado Enrique, hermano de Poppón,
el obispo de Wurzburg. Este último, había fundado una escuela en su
ciudad episcopal, y Enrique convenció a Wolfgang, de que se
trasladase con él a dicha escuela.
La inteligencia de que
dio muestras el joven suabo, despertó entre sus compañeros, la
admiración y la envidia. El año 956, Enrique fue elegido arzobispo
de Tréveris. Se llevó a Wolfgang, a su arquidiócesis, y le nombró
profesor en la escuela de su catedral.
En Tréveris, Wolfgang
cayó bajo la influencia de un monje muy dinámico, llamado Ramuoldo,
y secundó con gran entusiasmo, los esfuerzos de Enrique, por
promover la religión en la arquidiócesis. Enrique murió el año
964. Wolfgang se hizo entonces benedictino, en un monasterio de
Einsiedeln, cuyo abad era un inglés llamado Gregorio.
El
abad, cayó pronto en la cuenta, de que las cualidades de Wolfgang,
eran todavía mayores que su fama, y le nombró director de la
escuela del monasterio. San Ulrico, obispo de Augsburgo, le confirió
la ordenación sacerdotal. Ello despertó el celo misionero de
Wolfgang, quien partió a evangelizar a los magiares de Panonia. La
empresa no tuvo el éxito que merecía.
Por entonces, el
emperador Otón II, se enteró de que el santo era una persona
idónea, para ocupar la sede de Regensburg (Ratisbona), que estaba
vacante. Inmediatamente le mandó llamar a Frankfurt, y le confirió
el beneficio temporal, por más que Wolfgang le rogó, que le dejase
volver a su monasterio. La consagración episcopal, tuvo lugar en
Regensburg, en la Navidad del año 972.
San Wolfgang no
abandonó jamás el hábito monacal, y en la práctica de su
ministerio episcopal, mantuvo las austeridades de la vida conventual.
Lo primero que hizo, una vez que se estableció en su diócesis, fue
emprender la reforma del clero, y de los monasterios, especialmente
de dos conventos de monjas poco edificantes.
Una de las
principales rentas de la sede, procedía de la abadía de San Emmeram
de Regensburg. Hasta entonces, había dependido del obispo, y los
resultados habían sido tan malos, como en otros casos análogos.
Wolfgang le devolvió la autonomía, y confió su gobierno a
Ramuoldo, a quien mandó llamar de Tréveris. El santo era incansable
en la predicación, y su intenso espíritu de oración, confería una
eficacia especial a su palabra. Cumplió con gran fidelidad y
vigilancia, todas sus obligaciones episcopales, durante los veintidós
años que ocupó la sede.
Se refieren varios milagros obrados
por él, y su generosidad con los pobres, llegó a ser proverbial. En
una ocasión en que escaseaba el vino, ciertos sacerdotes ignorantes,
empezaron a emplear agua, en vez de vino en la misa; naturalmente,
eso horrorizó al santo obispo, quien distribuyó el vino de su
propia bodega, por toda la diócesis.
Durante algún tiempo,
San Wolfgang abandonó el gobierno de su diócesis, y se retiró a la
soledad; pero unos cazadores, descubrieron su retiro, y le obligaron
a volver a Regensburg. Como quiera que fuese, la vocación monacal
del santo, no le impidió cumplir con sus obligaciones seculares, ya
que asistió a varias dietas imperiales, y acompañó al emperador,
en una campaña a Francia. San Wolfgang cedió una parte de Bohemia,
que pertenecía a su diócesis, para que se fundase una nueva, cuya
sede se estableció en Praga.
El duque Enrique de Baviera,
tenía gran veneración por el santo, y le confió la educación de
su hijo Enrique, quien fue más tarde emperador, y santo canonizado.
En el curso de un viaje por el Danubio, rumbo a Austria, San Wolfgang
cayó enfermo, y falleció en la pequeña población de Puppingen, no
lejos de Linz.
Fue canonizado en 1052. Su fiesta, se celebra
en muchas diócesis de Europa Central, y en las casas de los
canónigos regulares de Letrán, ya que San Wolfgang restableció
entre su clero, la vida canonical.
Biografía
de Wolfgang, escrita por Othlo en Acta Sanctorum, nov., vol. II, pte.
I. Otto Háfner con el título de Der hl. Wolfgang, ein Stern des X.
Jahrhunderts (1930); también el estudio arqueológico de J. A.
Endres, Beiträge zur Kunst und Kulturgeschichte des
mittelalterlichen Regensburgs.
Fuente: «Vidas de los santos
de A. Butler», Herbert Thurston, SI
No hay comentarios:
Publicar un comentario