jueves, 26 de octubre de 2023

26 De Octubre de 2023
Santos Luciano y Marciano
Mártires

(251)

En Nicomedia, de Bitinia, Santos Luciano y Marciano, mártires, que en tiempo del emperador Decio, por orden del prefecto Sabino, fueron quemados vivos.

Según el relato de su martirio, Luciano y Marciano, que habían estudiado la magia negra, se convirtieron al cristianismo, al ver que sus supersticiones no tenían poder alguno, sobre una doncella cristiana.

Iluminados por la luz de la fe, quemaron públicamente sus libros en Nicomedia. Una vez que lavaron sus crímenes, con el sacramento del bautismo, distribuyeron sus posesiones entre los pobres, y se retiraron a la soledad, para fortalecerse con la oración y la mortificación, en la gracia que acababan de recibir. Más tarde, hicieron varios viajes al extranjero, para predicar a Cristo entre los gentiles.

Cuando Decio publicó sus edictos persecutorios en Bitinia (mediados del siglo III), Luciano y Marciano fueron arrestados. El procónsul Sabino, ante el cual comparecieron, preguntó a Luciano, quién le había autorizado a predicar, en el Nombre de Jesucristo.

El mártir replicó: «Todo ser humano, está autorizado a tratar de apartar del error, a sus hermanos». También Marciano se glorió, en el poder de Jesucrito. Cuando el juez los condenó a la tortura, los mártires le hicieron notar que, en la época en que adoraban a los ídolos, y practicaban la magia abiertamente, no habían incurrido en ningún castigo, en cambio ahora, que eran buenos ciudadanos, se los condenaba a la tortura.

Sabino los amenazó entonces con nuevos tormentos. Marciano replicó: «Estamos prontos a sufrirlos, pero de ningún modo, abjuraremos del verdadero Dios, pues con ello, mereceríamos ser enviados al fuego, que no se extingue». Entonces, Sabino los condenó a perecer quemados en vida. Los mártires se dirigieron con gran gozo, al sitio de la ejecución, cantando himnos de acción de gracias a Dios.

Diálogo con el Gobernador Sabino:

Luciano:"Yo me llamo Luciano, y mi religión es la de Jesucristo, porque aunque en algún tiempo, fui perseguidor de esta venerable ley, hoy aunque indigno soy de ella predicador".

Sabino: "Pues, ¿qué derecho tienes de hacerlo?".

L: "El que es propio de toda alma racional, que debe sacar del error a su hermano, aconsejándole la verdad, para que se libre de los lazos del demonio".

S: "¿Quién os persuadió, a que dejaseis a los dioses inmortales, por quien conseguisteis muchos beneficios, y os conciliasteis el amor del pueblo, para convertiros a un muerto crucificado, que no pudo salvarse a sí mismo?".

Marciano:"El mismo Señor es quien nos iluminó, como lo hizo en otro tiempo con Pablo, que siendo primero perseguidor de la Iglesia, fue después un predicador celoso, de su santa ley, ilustrado con la divina gracia".

S: "Mirad por vosotros, y volved a vuestra vida antigua, para que tengáis propicios a los dioses, y a los príncipes del mundo".

L: "Tú hablas como uno de los necios gentiles, mas nosotros damos gracias a Dios, porque nos sacó de las tinieblas, y de las sombras de la muerte, dignándose conducirnos a la gloria de ser cristianos".

S: "¿De que modo os defiende ese Dios que predicáis, dejándoos en mis manos, y no evita que incurráis en la muerte, que os espera?".

M: "La gloria de los cristianos no consiste en la vida presente, que tú tanto estimas, sino en la eterna, que esperamos en los cielos, perseverando en la fe de Jesucristo".

S: "Dejad semejantes necedades; oídme, y sacrificad a los dioses, cumpliendo en esto, con los preceptos imperiales; pues de lo contrario, haré que sufráis grandes tormentos".

M:"Haz lo que gustes, pues estamos dispuestos a padecer, todas las penas que quieras, antes que negar al único y verdadero Dios que confesamos, para no caer en el fuego eterno, que el mismo Señor tiene preparado al diablo, y a todos los idólatras que siguen sus engaños".

Se conservan los textos latino y sirio de la pasión de estos mártires; posiblemente el texto original era griego, pero se ha perdido. El texto latino puede verse en Acta Sanctorum, oct., vol. XI. El texto sirio proviene de un manuscrito del siglo V o VI. El Breviario sirio, de principios del siglo V, conmemora también a estos mártires el 26 de octubre; pero a Luciano le llama Silvano, y sitúa el martirio en Antioquía. El Hieronymianum celebra a nuestros mártires junto con Floro. Delehaye discute la cuestión en Comentario sobre el Martirologium Hieronymianum, p. 572.

Fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI

No hay comentarios:

Publicar un comentario