viernes, 20 de octubre de 2023

 20 De Octubre de 2023

Beato Jacobo Strepa
Religioso y Obispo


(1411)


En Lviv, de Rutenia, beato Jacobo Strepa, obispo de Halyc, de la Orden de los Hermanos Menores, ilustre por su solicitud pastoral, y por sus virtudes apostólicas.

Los franciscanos llegaron a Polonia, poco después de la fundación de su Orden. Una vez establecidos, comenzaron a trabajar, por la reconciliación de los ortodoxos, y la conversión de los paganos de Lituania. Tales fueron los comienzos, de la Iglesia latina en Ucrania, cuya primera diócesis fue establecida en el siglo XIV.

El Beato Jacobo Strepar pertenecía a una noble familia polaca, radicada en la Galicia Ucrania. Ingresó en la orden de San Francisco, y llegó a ser guardián del convento de Lvov.

Allí tuvo ocasión de trabajar activamente, y con mucho éxito, para arreglar los complicados asuntos eclesiásticos, que surgieron al quedar la ciudad en entredicho. Además, defendió valientemente a los frailes mendicantes, de los ataques del clero secular, sin dejar por ello de predicar, la reconciliación a los ortodoxos.

Entre ellos, trabajó más de diez años, ayudado por la Compañía de los Misioneros Ambulantes de Cristo, que estaba formada por frailes franciscanos y dominicos. Finalmente, fue nombrado superior de la «misión» franciscana en Rusia occidental.

Habiendo tenido gran éxito como predicador y organizador, fue elegido obispo de Galich en 1392. Después de evangelizar la mayor parte de su diócesis, se dedicó a consolidar su obra: construyó iglesias, en las regiones más remotas, y consiguió que de Polonia, le enviasen sacerdotes para atenderlas; fundó casas religiosas, y estableció hospitales y escuelas.

Aunque era arzobispo y senador del reino, solía visitar a pie su diócesis. Muchos prelados de la época, se vestían ostentosamente de acuerdo con la moda; en cambio, el beato Jacobo, conservó siempre el modesto hábito de su orden.

Dios le llamó a Sí en Lvov, 1409 o 1411. Las gentes, le habían dado en vida, el sobrenombre de «el protector del pueblo»; los milagros que obró después de su muerte, demostraron que no había olvidado a sus compatriotas. El culto del beato Jacobo fue confirmado en 1791.

Existen varias biografías polacas; en cambio, en las lenguas más habituales en Occidente, sólo hay resúmenes biográficos. Véase a Scrobiszewski, Vitae episcoporum halicensium (1628); Siadler, Heiligen Lexikon, vol. III, pp. 111 ss; Léon, Auréole séraphique (trad. ingl.) vol. u, pp. 312-315.

Fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI

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