16 de Septiembre 2023
Santos
Lucía y Geminiano
Mártires, Roma, 303
De
acuerdo con la leyenda, Lucía era una viuda de 75 años, y Geminiano
un joven catequista.
Lucía fue acusada por su hijo, Eutropio
(o Euprepio), de ser cristiana. Tras ser conducida ante Diocleciano,
a quien reprochó su idolatría. El emperador trató sin éxito, de
persuadirla de renunciar a su fe, ordenando a continuación, que la
mujer fuese introducida, en un caldero de brea ardiendo, donde Lucía
logró sobrevivir dur
ante tres días.
Cuando Diocleciano tuvo
conocimiento de este hecho, dispuso que la mártir desfilase por toda
la ciudad, con pesos atados a su cuerpo, suplicio durante el cual
Lucía, fue insultada y vejada por los ciudadanos.
Cuando la
mujer pasó frente a la casa de Geminiano, las estatuas de los dioses
romanos del lugar, se hicieron añicos milagrosamente, mientras que
una paloma, realizó la señal de la cruz sobre la frente del joven,
quien decidió seguir a Lucía, pidiendo ser instruido en la religión
cristiana, así como ser bautizado, motivo por el que fue llevado
ante el emperador, y encerrado con Lucía, quien lo instruyó y lo
adoptó como hijo espiritual, siendo bautizado por un sacerdote
llamado Protasio. Siguiendo el ejemplo de Geminiano, 75 personas se
convirtieron al cristianismo.
Ambos fueron finalmente,
conducidos ante un tribunal, muriendo el juez que lo presidía, al
ser arrojado por su caballo, desde lo alto de un puente de piedra, no
siendo su cuerpo hallado jamás, tras lo cual ambos mártires fueron
decapitados, y sus restos sepultados por una mujer llamada
Máxima.
No obstante, otra versión afirma, que tras tres
meses de encierro, Lucía y Geminiano fueron liberados por un ángel,
y transportados hasta Taormina, en Sicilia, y de allí a Mendilas,
donde emprendieron la conversión, de un gran número de paganos.
Cuando las persecuciones llegaron a la región, Lucía buscó refugio
en las montañas, donde falleció de muerte natural, mientras que
Geminiano murió decapitado.
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