13
de Abril
San
Martín I
74ª
Papa y Mártir
(año 656)
(año 656)
"Sea
cual fuere la muerte que me den, seguramente no va a ser más cruel,
que esta vida que me están haciendo pasar"
Breve
Como
diácono, sirvió en la corte imperial en Constantinopla.
Combatió
al emperador Constancio II (641-668), sobre la herejía que declaraba
que Jesús, tenía solo una voluntad divina, y no era verdaderamente
hombre.
Como
papa, lo llevaron de Roma a Constantinopla, donde lo juzgaron como
traidor. Lo exiliaron en Crimea, donde murió de hambre y maltrato.
San
Martín, fue el último Papa martirizado. Son más de 40, los
pontífices que han sufrido el martirio.
----------------------------------------------------
Nació
en Todi, Italia, y se distinguió entre los sacerdotes de Roma, por
su santidad y su sabiduría.
Fue
elegido Papa en el año 649, y poco después convocó a un Concilio,
o reunión de todos los obispos, para condenar la herejía, de los
que decían, que Jesucristo no había tenido voluntad humana, sino
solamente voluntad divina. Monotelismo se llama esta herejía.
Como
el emperador de Constantinopla, Constante II, era hereje monotelista,
mandó a un jefe militar con un batallón, para darle muerte al
pontífice. Pero el que lo iba a asesinar
quedó ciego, en el momento en el que lo iba a matar, y el jefe
retornó, sin hacerle daño.
Luego
envió Constante, a otro jefe militar, el cual, aprovechando que el
Papa estaba enfermo, lo sacó secretamente de Roma, y lo llevó
prisionero a Constantinopla.
El
viaje duró catorce meses, y fue especialmente cruel y despiadado, el
maltrato que sufrió. No le daban los alimentos necesarios, y según
dice él mismo cuenta en sus cartas, pasaron 47 días, sin que le
permitieran ni siquiera agua para bañarse, o lavarse la cara. Un
verdadero martirio, que él soportó con especial paciencia.
En
aquellos días, dejó escritas estas palabras: "Me
martiriza el frío. Sufro hambre, y estoy enfermo. Pero espero que
por estos sufrimientos, les concederá Dios a mis perseguidores, para
que después de mi muerte, se arrepientan y se conviertan”.
En
Constantinopla, lo expusieron al público como un malhechor, para que
las gentes se burlaran de él. Pero lo que
consiguieron, fue hacer que muchísimos admiraran, la virtud de aquel
santo varón, que todo lo sufría con admirable valor.
Un
tribunal de herejes lo condenó, sin permitirle que dijera, ni
siquiera, una palabra en su defensa. Lo tuvieron tres
meses padeciendo en la cárcel, destinada a los condenados a muerte,
y luego lo sacaron de la cárcel, por una petición que hizo el
Patriarca Arzobispo de Constantinopla, poco antes de morirse, pero lo
enviaron al destierro.
Martín
fue escribiendo en sus cartas, lo que le iba sucediendo en aquellos
prolongados martirios. En uno de esos
escritos, cuenta cómo lo llevaron, sin las más mínimas muestras de
consideración o respeto, a Crimea, en el sur de Rusia, junto al Mar
Negro, donde estuvo por meses y meses, abandonado de todos, sufriendo
hambre y desprecios, pero enriqueciéndose para el cielo, en el
ofrecimiento diario de sus padecimientos a Dios.
Sus
sufrimientos eran tan grandes, que cuando alguien lo amenazó, con
que le iban a dar muerte, exclamó: "Sea
cual fuere la muerte que me den, seguramente no va a ser más cruel,
que esta vida que me están haciendo pasar".
Lo
amenazaron con dejar a su cuerpo expuesto, a que lo devoraran los
cuervos, y respondió: "En cuanto a mi cuerpo, Dios se
encargará de cuidarlo. Dios está conmigo. ¿Por qué me voy a
preocupar?". Y dando un suspiro de esperanza añadió:
"Espero que el Señor Dios, tendrá misericordia de mí, y no
prolongará ya más, el tiempo de mi vida en este mundo". De
veras que sus sufrimientos, debieron ser muy grandes, para desear más
bien morir, que seguir viviendo.
En
su última carta, dice así San Martín: "Estoy
sorprendido del abandono total, en que me tienen en este destierro,
los que fueron mis amigos. Y más me entristece, la indiferencia
total, con la que mis compañeros de labores, me han abandonado. ¿Qué
no tienen dinero?. ¿Pero no habría ni siquiera, unas libras de
alimento para enviarme?. ¿O es que el temor a los enemigos de la
Iglesia, les hace olvidar la obligación, que cada uno tiene, de dar
de comer al hambriento?. Pero a pesar de todo, yo sigo rezando a
Dios, para que conserve firme en la fe, a todos los que pertenecen a
la Iglesia".
Murió
más de padecimientos, y de falta de lo necesario, que de enfermedad
o vejez, en el año 656. En Constantinopla,
donde había sido tan humillado, fue declarado santo, y empezaron a
honrarlo, como a un mártir de la religión. Y en la Iglesia de Roma,
se le ha venido honrando, entre el número de los santos mártires.
Martín
I: después de ser humillado por unos años, ha seguido siendo
glorificado por muchos siglos. En él, se ha cumplido lo que anunció
San Pablo: "Después de un corto
sufrir en esta tierra, nos espera un inmenso gozo en la gloria
celestial".
“Dichosos
vosotros, cuando os persigan por mi causa. Alegraos, porque grande es
vuestro premio”. (Jesucristo).
Oración:
Te pedimos Señor y Dios nuestro, que por los méritos e intercesión
del Papa San Martín I, puedas dar fortaleza y valor, a todos quienes
defienden tu Santo Nombre, y muy especialmente, a los Romanos
Pontífices y Patriarcas Ortodoxos. A Tí Señor, que padeciste la
muerte, y muerte en Cruz, y Vives y Reinas por los Siglos de los
Siglos. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario