lunes, 27 de enero de 2020


27 de Enero

Santa Angela de Merici, OSU


(1470-1540)

También conocida como Santa Angels de Brescia
Fundadora de las Ursulinas, dedicadas a la enseñanza

"Si alguna persona, por su estado de vida, no puede vivir sin riquezas y posición, que al menos mantenga su corazón vacío, del amor a éstas"

Nació en Desenzano, cerca de Brescia, norte de Italia, el 21 de Marzo de 1470, o 1474; murió en Brescia, el 27de enero de 1540; fue canonizada en 1807.

Como a menudo ocurre, Angela creció gracias a muchas dificultades. Huérfana a los 10 años, Angela, su hermana y hermano, fueron criados por un tío rico, Biancozi at Salo.

En su primera experiencia de éxtasis, se le apareció la Virgen Santísima, con su hermana mayor, quien había muerto de repente, sin los sacramentos. Ella había estado preocupada, por la salvación de esta hermana.

Angela se hizo terciaria franciscana, a la edad de 13 años, y vivió en gran austeridad, a veces comiendo solo pan y vegetales. Desde entonces, no quiso poseer nada, ni siquiera una cama, porque el Hijo del Hombre, no tenía donde recostar su cabeza.

Al morir su tío, Angela con 20 años, vuelve a su pueblo natal, y da catecismo a los pobres. Pequeña en estatura, pero muy grande en amor y entusiasmo, por servir a Dios, Angela compartió con sus amigas, su gran preocupación por la ignorancia religiosa, de tantos niños. Pronto, con un grupo de terciarias, organizó la formación de jovencitas. Una familia adinerada, le invitó a abrir una escuela en Brescia.

Angela tenía el don de recordar, todo lo que leía. Hablaba bien en latín, y conocía el significado, de algunos de los pasajes más difíciles de la Biblia. En Brescia, conoció a las familias más influyentes, y comenzó un grupo de personas devotas.

En un viaje a la Tierra Santa, de repente perdió la vista en Creta. Continuó con devoción el viaje, y en el regreso, recuperó la vista, en el mismo lugar en donde la había perdido.

En su visita a Roma, para el año santo de 1525, el Papa Clemente VII, le pidió que se hiciese cargo, de un grupo de hermanas enfermeras en Roma, pero ella le habló de una visión, que ella había tenido años antes, de doncellas ascendiendo al cielo, en una escalera de luz. Esta visión la inspiró a formar, un noviciado informal.

En la visión, las santas vírgenes eran acompañadas en la escalera, por ángeles gloriosos, que tocaban dulces melodías con arpas doradas. Todas llevaban preciosas coronas, decoradas con piedras preciosas. Después de un tiempo, la música paró, y el Salvador en persona, la llamó por su nombre, para crear una sociedad de mujeres. Entonces, ante este relato, el Santo Padre le dio permiso para formar la comunidad.

Poco tiempo después, se le apareció a Santa Ursula, quien desde entonces fue la patrona de la comunidad.

Un día Angela, cayó en éxtasis, y se dice que levitó.

Poco después de su retorno a Brescia, tuvo que retirarse a Cremona, por la guerra. Carlos V estaba a punto de hacerse con Brescia, y los civiles debían abandonar la ciudad. Angela más tarde regresó, para el gran gozo de la población, que ya la tenía por santa y profeta.

En la Iglesia de San Afra, en Brescia, el 25 de Noviembre de 1535, Angela y 28 compañeras más jóvenes, se unieron ante Dios, para dedicarse por el resto de sus vidas a su servicio, especialmente para la educación de las niñas.

Angela puso al grupo, bajo la protección de Santa Ursula, patrona de las universidades medievales, y venerada como líder de mujeres. Éste fue el comienzo de la Compañía de las Ursulinas, la primera orden de mujeres dedicada a la enseñanza. Esto era una idea novedosa, que tomó tiempo en ser aceptada. Santa Angela no lo vio, ya que murió cuatro años después de fundarla.

La orden no usaba hábito, solo un sencillo vestido negro; no hacían votos, no tenía vida de clausura, ni votos de vida comunitaria. Su trabajo era la educación religiosa de niñas, especialmente las pobres, y el cuidado de los enfermos.

Las Ursulinas fueron reconocidas formalmente, por el Papa Pablo III, cuatro años después de la muerte de Santa Angela (1544), y se organizaron como Congregación en 1565.

Al comienzo, mucha de la enseñanza, la hacían en las casas de los niños. Angela tenía una gran paciencia y amabilidad. Atendía con esmero a los pobres, enfermos e ignorantes. Pronto tuvo 150 hermanas.

Al momento de morir, rodeada de sus hermanas, un hermoso rayo de luz, brilló sobre la santa. Murió con el nombre de Jesús en sus labios, diciendo: "Sí, Dios mío; yo te amo".

En 1568, San Carlos Borromeo llamó a las Ursulinas a Milán, y las persuadió a entrar en la vida de clausura. En un sínodo provincial, dijo a sus obispos vecinos, que no conocía mejor forma de reformar una diócesis, que introducir a las Ursulinas, en las comunidades muy pobladas.

Oración: Dios Todopoderoso y Eterno, que por los méritos y la intercesión de Santa Angela, podamos siempre estar abiertos, a contribuir a los centros de enseñanza religiosa, y así poder vivir y morir diciendo, “Yo te Amo Señor”. A Tí Señor, que siempre enseñabas todas las mañanas en el Templo, y que expresaste tu Amor en todo momento, dejándonos tu Cuerpo y tu Sangre en la Eucaristía, como comida y bebida auténtica. Amén.

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