21 De Noviembre de 2023
San
Mauro de Cesana
Obispo
(946)
En
Cesana, de la Flaminia, San Mauro, obispo. En su tumba se fueron
registrando milagros, y los obispos de la región ordenaron su
veneración, en el monte que lleva su nombre.
Nació a fines
del siglo IX, o inicios del X, aunque el año exacto, y lugar de
nacimiento, es desconocido para nosotros. Sabemos que fue elegido,
Obispo de Cesena en Romagna, por su tío el papa Juan X, lo que nos
lleva a después del 914; y su nombramiento fue antes del 926, ya que
ese año el papa, perdió jurisdicción sobre las tierras del
Exarcado, territorio italiano del Imperio Bizantino, que incluía una
parte de Emilia-Romagna, con centro en Ravena, y por lo tanto también
de Cesana, que era una dependencia suya.
De sus actuación no
se sabe prácticamente nada; sin duda tuvo que vivir santamente,
teniendo en cuenta, los difíciles tiempos que le tocaron, y la
persistencia del culto posterior. Murió alrededor del 946, un 21 de
noviembre.
Fue enterrado en el Monte Spaziano, en un cofre de
mármol, junto a una iglesia, y una celda construida por él mismo,
para recogerse en oración y hacer penitencia. Después de muchos
años, se verificó un primer milagro junto al cofre, que mientras
tanto había quedado casi completamente enterrado.
Pero
después de un segundo milagro, la gente comenzó a acudir a
venerarlo, y a la vez, a difundir la noticia, incluso en lugares
lejanos. Los obispos de la región, se reunieron en el monte, ahora
llamado «de Mauro», e hicieron desenterrar el sarcófago, y
llevarlo dentro de la iglesia, lo que en ese entonces, equivalía a
un rito de canonización.
Con la llegada de fieles y
ofrendas, la iglesia fue ampliada y embellecida, por monjes
benedictinos, y fue construido al lado de ella, un monasterio, ya
floreciente en 1042.
Con el correr de los siglos, el cuerpo
fue olvidado por todos, incluso por los monjes, para ser reencontrado
hacia 1470, aproximadamente, y por temor a las guerras en curso en la
zona, llevado al interior de las murallas de la ciudad, a la iglesia
de San Juan Evangelista, aunque poco tiempo más tarde, volvió a
trasladarse a la nueva Catedral de San Juan Bautista, en una capilla
reservada, rodeado por una valla metálica para protegerlo.
Algunas
de sus reliquias, se mantuvieron en Monte Mauro y en Ravena, y en su
honor surgieron dos parroquias: San Mauro, en la diócesis de Cesana,
documentada en 1155, y la actual San Mauro Pascoli, en la diócesis
de Rimini, también muy antigua.
Fuente: Santi e Beati
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