sábado, 11 de noviembre de 2023

11 De Noviembre de 2023

San Bartolomé de Grottaferrata
Abad


(980)


San Bartolomé fue un monje del rito bizantino, que se dedicó a la contemplación, y al servicio de los pobres. Nació en el año 980, de una familia noble originaria de Constantinopla, pero residente en Rossano, Calabria. Fue biógrafo de San Nilo, con quien fundó la Abadía de Grottaferrata

En el monasterio de Grottaferrata, en las cercanías de Frascati, próximo a Roma, San Bartolomé, abad, que, nacido en Calabria, fue al encuentro de San Nilo, cuya vida y costumbres dejó por escrito, y al lado del cual, estuvo hasta su muerte, en el cenobio tusculano, que había fundado bajo la disciplina ascética de los orientales, obra que él continuó, convirtiéndola en una escuela de ciencias y de arte.

El fundador de la abadía griega de Grottaferrata de Toscana, San Nilo, murió el año 1004. Después de él, se sucedieron rápidamente en el cargo, Pablo, Cirilo y Bartolomé. Los tres habían sido discípulos de San Nilo.

Se considera a San Bartolomé, como segundo fundador del monasterio, porque San Nilo, y sus primeros dos sucesores, sólo alcanzaron a limpiar el terreno, y a empezar a construir, en tanto que Bartolomé terminó el monasterio, y lo dejó firmemente organizado.

Los sarracenos, habían invadido Sicilia y el sur de Italia, y habían arrojado de allí a los monjes. San Bartolomé hizo de su monasterio, un centro de cultura y de copia de manuscritos. Él mismo, era muy hábil en el arte de la caligrafía, y compuso cierto número de himnos litúrgicos.

Un canon, del oficio litúrgico de San Bartolomé, dice así: «Cuando viste al Romano Pontífice destronado, supiste padre, persuadirle a que renunciase a la tiara, y acabase felizmente sus días, en un monasterio».

Estas palabras, constituyen una alusión a la tradición de Grottaferrata, tal vez verdadera, acerca de los últimos años de Benedicto IX, cuyo abuelo, el conde Gregorio de Tusculum, había regalado las tierras, en que se construyó el monasterio. Benedicto IX, en su turbulento y escandaloso pontificado de doce años, renunció a la tiara, a cambio de cierta suma de dinero, y trató después de apoderarse nuevamente de ella; pero en 1048, fue expulsado de Roma, y se dirigió a Grottaferrata lleno de remordimientos.

San Bartolomé se mostró muy categórico: puesto que con su conducta, se había hecho indigno del pontificado, y aun del sacerdocio, debía renunciar definitivamente a la tiara, y pasar el resto de su vida haciendo penitencia (hay que notar que Benedicto, no tenía entonces más que treinta y seis años).

Bajo la influencia del abad, los remordimientos de Benedicto, se transformaron poco a poco, en arrepentimiento sincero, de suerte que se quedó en Grottaferrata, y murió allí. Este relato del papel que desempeñó San Bartolomé, en la vida de Benedicto IX, se encuentra en la biografía del santo, escrita probablemente por su tercer sucesor, el abad Lucas I. En la abadía, hay otros documentos que apoyan el relato, pero al parecer, Benedicto retenía el título de Papa en 1055, año de su muerte.

El gobierno vigoroso de San Bartolomé, elevó su monasterio, a una altura que le permitió desempeñar, un papel de importancia, en la historia de los Estados Pontificios, en la Edad Media.

En Migne, PG., vol. CXXVII cc. 476-516, hay dos textos griegos sobre San Bartolomé. En la la biblioteca de Grottaferrata, se conservan todavía, algunos de los manuscritos copiados por el santo; en la iglesia abacial hay un antiguo mosaico en el que están representados, san Nilo y San Bartolomé. Mons. Mann, Lives of the Popes, vol. v, p. 292, estudia el punto de la renuncia de Benedicto IX. F. Halkin, en Analecta Bollandiana, vol. LXI (1943), pp. 202-210; dicho autor hace notar que uno de los dos textos griegos arriba citados, el Encomium, se refiere a otro san Bartolomé.

Fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI

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