miércoles, 7 de agosto de 2019


Cuarta Feria, 7 de Agosto

San Cayetano


Presbítero

Cofundador de los Clérigos Regulares Teatinos
(1480 - 1547)

Su papel fue importantísimo, en la auténtica reforma católica. Contemporáneo de Lutero

En el oratorio, rendimos a Dios, el homenaje de la adoración; en el hospital le encontramos personalmente”

Breve
Nació en Vicenza, en el año 1480. Estudió derecho en Padua, y después de recibida la ordenación sacerdotal, instituyó en Roma, la sociedad de Clérigos regulares o Teatinos, con el fin de promover el apostolado, y la renovación espiritual del clero.

Esta sociedad, se propagó luego, por el territorio de Venecia, y el reino de Nápoles. San Cayetano se distinguió, por su asiduidad en la oración, y por la práctica de la caridad para con el prójimo. Murió en Nápoles, en el año 1547.
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Su padre era el Conde Gaspar de Thiene, y su madre María di Porto. El padre murió, cuando los dos hermanos, eran muy pequeños. Su piadosa madre, dio a sus hijos un admirable ejemplo.

Cayetano estudió 4 años, en la Universidad de Padua, donde se distinguió en la teología, y se doctoró en derecho civil y canónico, en 1504. Fue nombrado senador en Vicenza.

Estaba sin embargo, decidido a seguir los estudios sacerdotales. Se trasladó a Roma, en 1506. Decía que Dios le llamaba, a realizar una gran obra. Al poco tiempo, fue nombrado secretario privado, del Papa Julio II. Ayudaba al Papa, a escribir las cartas apostólicas. Conoció de cerca, a cardenales y prelados.

El Papa muere en 1513, y Cayetano decide no continuar en el cargo. Se preparó durante 3 años, para ser sacerdote. Fue ordenado en 1516, a los 36 años. Celebra su primera misa, y queda sobrecogido, por el don del que no se considera digno.

Funda en Roma, la "Cofradía del Amor Divino", una asociación de clérigos, que se dedicaba a promover la gloria de Dios. Tuvo su primera experiencia pastoral, en la parroquia de Santa María de Malo, cerca de Vicenza; luego se dedicó a cuidar, los santuarios esparcidos por el monte Soratte.

Ingresó en el oratorio de San Jerónimo, que tenía los mismos fines, que la cofradía del Amor Divino, pero incluía a laicos pobres. Sus amigos, se molestaron mucho por eso, porque consideraban que aquello, era indigno para un hombre de gran alcurnia como él. A Cayetano no le importó. Ayudaba y servía personalmente, a los pobres y enfermos de la ciudad, y atendía a los pacientes de enfermedades repugnantes.

San Cayetano, se preocupaba mucho, por el bien espiritual de su congregación. Solía decir: "En el oratorio, rendimos a Dios, el homenaje de la adoración; en el hospital le encontramos personalmente".

Fundó otro oratorio en Verona. Se trasladó a Venecia en 1520, siguiendo el consejo de su confesor, Juan Bautista de Crema, un dominico santo y prudente. Se alojó en el hospital de la ciudad, y siguió la misma forma de vida. Se le consideraba fundador principal del hospital, por todos los regalos que hizo.

La Eucaristía
Implantó la bendición, con el Santísimo Sacramento, y promovió la comunión frecuente, en los 3 años que vivió en Venecia. Escribió: "No estaré satisfecho, sino hasta que vea a los cristianos, acercarse al Banquete Celestial, con sencillez de niños hambrientos y gozosos, y no llenos de miedo y falsa vergüenza".

La cristiandad pasaba por un periodo de crisis. La corrupción, debilitaba a la Iglesia. San Cayetano, era uno de los que más imploraban, la verdadera reforma de vida, y de costumbres, dentro de la Iglesia. Repetía a menudo: "Cristo espera, pero ninguno se mueve".

Fundador
San Cayetano regresó a Roma, para hablar de la reforma, con los miembros de la Cofradía del Amor Divino, en 1523, en compañía del obispo de Teato Giampietro Carafa, de Bonifacio Colli, y de Pablo Consiglieri.

No solo predicó la reforma, sino que la llevó a cabo, fundando con sus tres compañeros, una orden de Clérigos Regulares, que tomasen como modelo, la vida de los Apóstoles. La llamaron "Ordo Regularium Theatinorum", o Congregación de los Teatinos, (el nombre de padres teatinos, viene del episcopado de "Teate Marrucinorum" ), y tenía como finalidad principal, la renovación del clero.

Clemente VII aprobó la fundación, el 14 de septiembre de 1524. Cayetano renuncia a todos sus bienes, y Carafa a los 2 episcopados, de Brindis y de Chieti.

Los 4 primeros miembros, visten sus hábitos religiosos, y hacen los votos en San Pedro, ante un delegado pontificio. Carafa es nombrado, superior general de la orden. Aparte de la renovación del clero, sus otros objetivos eran: la predicación de la sana doctrina, el cuidado de los enfermos, y la restauración del uso frecuente de los Sacramentos.

Los seguidores no eran muchos. A los 4 años, en 1527, cuando la orden tenía 12 miembros, el ejército saqueó la ciudad, la casa fue destruida, y ellos escaparon a Venecia. En 1530, San Cayetano sucede a Carafa, en el cargo de superior. Por su humildad, lo hace con renuencia.

Trabaja enérgicamente, por la reforma del clero. En 1533, Carafa fue elegido superior general por segunda vez. Cayetano es enviado a Verona, donde recibe oposición a sus reformas.

Viaja a Nápoles, para fundar una casa de su orden. Recibe una casa, donada por el conde de Oppido, y rechaza otros terrenos. El conde alega, que los napolitanos no eran tan ricos y generosos, como los venecianos, a lo que San Cayetano le responde: "Tal vez tengáis razón, pero Dios es el mismo en ambas ciudades. Dios está en Nápoles, como en Venecia".

Se quedó en Nápoles, donde había más trabajo. La ciudad mejoró notablemente, gracias a las prédicas, y el trabajo apostólico del santo, que en ocasiones tuvo que enfrentarse, con laicos y religiosos, que predicaban el calvinismo, el luteranismo y otros errores.

Fundó con el Beato Juan Marinoni, los "Montes de Piedad", para liberar de la miseria, a los pobres y marginados. Esta obra fue aprobada, poco antes del Concilio de Letrán. En sus últimos años de vida, abrió hospicios para ancianos, y fundó hospitales.

Cae enfermo en el verano de 1547. Los médicos, le aconsejan poner un colchón, sobre su cama de tablas, pero él respondió: "Mi salvador murió en la cruz; dejadme pues, morir también sobre un madero".

Murió en Nápoles, a la edad de 77 años, el domingo 7 de agosto de 1547.

Ocho años después de su muerte, el teatino Carafa, fue elegido Papa, con el nombre Pablo IV, un auténtico reformador, aunque su pontificado, fue muy impopular.

San Cayetano fue canonizado en 1671, después que la comisión encargada, terminara de examinar rigurosamente, los numerosos milagros debidos a su intercesión.

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Del Oficio de Lectura, 7 de agosto, San Cayetano

Cristo habita por la fe, en nuestros corazones

De las cartas de San Cayetano, presbítero
Carta a Elisabet Porto: Studi e Testi 177, Ciudad del Vaticano 1954, pp. 50-51

Yo soy pecador, y me tengo en muy poca cosa; pero me acojo a los que han servido al Señor con perfección, para que rueguen por ti a Cristo bendito, y a su Madre; pero no olvides de una cosa: todo lo que los santos hagan por ti, de poco serviría sin tu cooperación; antes que nada es asunto tuyo, y si quieres que Cristo te ame y te ayude, ámalo tú a Él, y procura someter siempre tu voluntad, a la suya, y no tengas la menor duda, de que, aunque todos los santos y criaturas te abandonasen, Él siempre estará atento a tus necesidades.

Ten por cierto, que nosotros somos peregrinos y viajeros en este mundo: nuestra patria es el cielo; el que se engríe, se desvía del camino, y corre hacia la muerte.

Mientras vivimos en este mundo, debemos ganarnos la vida eterna, cosa que no podemos hacer, por nosotros solos, ya que la perdimos por el pecado, pero Jesucristo nos la recuperó. Por esto, debemos siempre darle gracias, amarlo, obedecerlo, y hacer todo cuanto nos sea posible, por estar siempre unidos a Él.

Él se nos ha dado en alimento: desdichado el que ignora, un don tan grande; se nos ha concedido el poseer a Cristo, Hijo de la Virgen María, y a veces no nos cuidamos de ello; ¡ay de aquel que no se preocupa por recibirlo!. Hija mía, el bien que deseo para mí, lo pido también para tí; mas para conseguirlo no hay otro camino, que rogar con frecuencia a la Virgen María, para que te visite con su excelso Hijo; más aún, que te atrevas a pedirle, que te dé a su Hijo, que es el verdadero alimento del alma, en el santísimo sacramento del altar.

Ella te lo dará de buena gana, y Él vendrá a ti, de más buena gana aún, para fortalecerte, a fin de que puedas caminar segura, por esta oscura selva, en la que hay muchos enemigos que nos acechan, pero que se mantienen a distancia, si nos ven protegidos con semejante ayuda.

Hija mía, no recibas a Jesucristo, con el fin de utilizarlo según tus criterios, sino que quiero que tú te entregues a Él, y que Él te reciba, y así Él, tu Dios salvador, haga de ti y en ti, lo que a Él le plazca. Éste es mi deseo, y a esto te exhorto, y en cuanto me es dado, a ello te pido.

Oración: Dios Todopoderoso y Eterno, concédenos estar consustanciados, con el espíritu de San Cayetano en su opción por los pobres y enfermos, y de quienes nos necesitan a su lado, especialmente los niños y ancianos, y así poder entender, que todos somos pobres y enfermos ante tus Divinos Ojos, ya que nuestra desnudez y enfermedad, fue introducida por nuestros padres terrenales, Adán y Eva, cuando pecaron. A Tí Señor que nos advertiste, que no quedará sin reconocimiento, ni un vaso de agua, o un gesto de amabilidad o consuelo, dado al necesitado y enfermo. Amén.

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