jueves, 31 de octubre de 2019


Quinta Feria, 31 de Octubre

San Quintín, Mártir


Año 287

Patrón de capellanes, cerrajeros, sastres y cirujanos

Es un honor mucho más grande, ser discípulo de Jesucristo, que ser hijo de un senador romano”

Hijo de senador romano, y amigo del Papa San Marcelino, quien lo bautizó.

Su celo por Jesucristo, le hacía desear evangelizar, y ser mártir. Fue de misionero a Francia, con un grupo enviado por San Cayo, y dirigido por San Luciano. San Quintín fue enviado a Amiens, (hoy en Francia), donde ya habían cristianos, por la evangelización de San Fermín.

San Quintín había recibido de Dios, el don de la sanación, y así, al imponer las manos, lograba la curación de ciegos, mudos, paralíticos, y demás enfermos. Había recibido también de Nuestro Señor, un poder especial para alejar los malos espíritus, y eran muchas las personas, que se veían libres de los ataques del diablo, al recibir la bendición de San Quintín.

Esto atraía, más y más fieles a la religión verdadera. Los templos paganos se quedaban vacíos, los sacerdotes de los ídolos, ya no tenían oficio, mientras que los templos de los seguidores de Jesucristo, se llenaban cada vez más y más. Esto causó que los sacerdotes paganos, se quejaran al gobernador Riciovaro.

Éste conocía a la familia de San Quintín, por lo que le llamó y le preguntó, como un hijo, de tan famoso senador romano, se dedicaba ahora a propagar la fe en un crucificado. San Quintín respondió, que ese crucificado ha resucitado, y es el Señor de cielos y de la tierra. Por tanto, “es un honor mucho más grande, ser discípulo de Jesucristo, que ser hijo de un senador romano”.

El gobernador entonces, al oír esta respuesta tan firme, hizo azotar muy cruelmente a Quintín, para encerrarlo luego, en un oscuro calabozo, amarrado con fuertes cadenas. Pero por la noche, se le soltaron las cadenas, y sin saber cómo, el santo se encontró libre, en la calle. Al día siguiente, estaba de nuevo predicando a la gente.

Entonces el gobernador, lo mandó poner preso otra vez, y después de atormentarlo con terribles torturas, mandó que le cortaran la cabeza, y ser arrojado al Río Somme, y voló al cielo, a recibir el premio que Cristo ha prometido, para quienes se declaran, a favor de Él en la tierra. Sus restos fueron recuperados por los cristianos, y llevados a Laon.

Hay que ser pronto para escuchar, y lento para responder (S. Biblia Ec. 5,11).

Oración: Te pedimos Señor y Dios nuestro, que por los méritos, y la intercesión de San Quintín, podamos vernos siempre libres, de la presencia demoníaca en nuestra familia, lugar de trabajo y amistades, a fin de estar listos, para volar hacia Tí gloriosamente, en el momento en que nos llames a la morada Eterna, que fuiste a prepararnos. Amén.


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