Sábado
19 de Octubre
SAN
PABLO DE LA CRUZ
Fundador
de los Padres y Hermanas pasionistas
“Vuestro
fundador estaba íntimamente convencido, de que los males del mundo,
son consecuencia, del olvido de la Pasión de Jesús: por eso, su
anhelo incesante, fue recordar, e invitar a recordar la Pasión”
(del Papa Benedicto XVI a la congregación de los Pasionistas en
2006)
Breve
Nació
en Ovada (Liguria), en el año 1694; de joven ayudó a su padre, en
el oficio de mercader. Movido por el deseo de perfección, renunció
a todo, y se dedicó al servicio de los pobres y los enfermos,
juntándosele después varios compañeros.
Ordenado
sacerdote, trabajó con intensidad creciente, por el bien de las
almas, estableciendo casas de la Congregación, que él había
fundado, ejerciendo la actividad apostólica, y mortificándose con
duras penitencias.
Murió
en Roma, el día 18 de octubre del año 1775.
Vida
de San Pablo de la Cruz
Pablo
Danei Massari, nació en Ovada, Italia, el 3 de enero de 1694; más
tarde se trasladó a Castellazzo-Bormida, no lejos de su pueblo
natal.
Su
madre le enseñó a encontrar, en la Pasión de Cristo, las fuerzas
para superar las pruebas. Le recordaba el crucifijo, cada vez que
experimentaba algún sufrimiento. Enamorado de Jesús Crucificado
desde su infancia, quiso entregarle toda su vida. Su padre le leía
las vidas de Santos, y esto lo animaba mucho, a ser mejor. Aquel buen
hombre, le avisaba también, acerca de lo peligroso y dañino, que es
juntarse con malas compañías. Así lo libró de muchos males.
A
los 15 años, un inspirado sermón, le cambió su vida. Su tema era
la frase de Jesús: "Si no se
convierten, y no hacen penitencia, todos perecerán".
Para Pablo, fue el momento que él llama "su
conversión". Hizo una confesión general, y
desde aquel día, empezó a una vida de penitencia muy rigurosa.
Dormía
en el suelo, ayunaba, dedicaba varias horas de la noche a rezar, y a
leer libros santos. Luego organizó, con algunos de sus
compañeros, una asociación de jóvenes, para ayudar a los demás,
con sus palabras y buenos ejemplos, a ser mejores. Varios de esos
muchachos, se hicieron religiosos después. Durante
una grave enfermedad, la visión del infierno le horrorizó.
Hacia
1715-1716, deseoso de servir a Cristo, se alistó en el ejército en
Venecia. Quería defender al cristianismo, de los turcos que
amenazaban a Europa. Pero mientras adoraba el Santísimo Sacramento,
en una iglesia, comprendió que no era aquella su vocación.
Abandonó
el camino militar, sirvió algunos meses en una familia, y regresó a
casa. Aunque un tío sacerdote, le dejaba una herencia, para que se
casara, Pablo renunció. Rechazó también unos negocios muy
prometedores que le ofrecían, y se quedó por varios años, en la
casa de sus padres, dedicado a la oración, a la meditación, y a
practicar la caridad hacia los pobres.
Hacer
memoria del Crucificado
La Virgen María se le apareció, y le dió a conocer el hábito, el emblema, y el estilo de vida, de una comunidad religiosa, que giraría siempre en torno a Jesucristo Crucificado.
La Virgen María se le apareció, y le dió a conocer el hábito, el emblema, y el estilo de vida, de una comunidad religiosa, que giraría siempre en torno a Jesucristo Crucificado.
Pablo
presentó estos mensajes, al obispo de Alejandría, Monseñor
Gattinara, y a su director espiritual. Previo el juicio de confesores
prudentes, el obispo le revistió del hábito de la Pasión, el 22 de
noviembre de 1720.
Se
pasó 40 días, en una habitación junto a la sacristía de la
iglesia de San Carlos, en Castellazzo, para redactar los Reglamentos,
de la futura comunidad, a quienes llamaba "Los Pobres de
Jesús".
Vivía
todo este tiempo a pan y agua, y durmiendo en un lecho de paja. Sus
experiencias, y el estado de su espíritu, durante aquella
"cuarentena", se han conservado con el nombre de "Diario
Espiritual".
Concluida
la experiencia, el obispo le autorizó a vivir, en la ermita de San
Esteban de Castellazzo, y a realizar apostolado como laico, ayudando
a los sacerdotes, a dar clases de catecismo, y dando misiones.
En
el verano de 1721, viajó a Roma, con el deseo de obtener del Papa
una audiencia, a fin de explicarle las luces, recibidas sobre una
futura Congregación. Los oficiales de la residencia Papal, no le
dejaron entrar, por parecerles un aventurero más.
Comienzos
de la Comunidad de los Pasionistas
El Papa Benedicto XIV, aprobó los Reglamentos de la Orden, pero suavizándolos un poco. Entonces, empezaron a llegar novicios, y pronto tuvo tres casas de religiosos pasionistas.
El Papa Benedicto XIV, aprobó los Reglamentos de la Orden, pero suavizándolos un poco. Entonces, empezaron a llegar novicios, y pronto tuvo tres casas de religiosos pasionistas.
En
todas las ciudades y pueblos adonde llegaba, predicaba acerca de la
Pasión, y Muerte de Jesucristo. Le gustaba
utilizar símbolos, que ayudasen a expresar la pasión. A
veces se presentaba, con una corona de espinas en la cabeza.
Un
oficial, que asistió a algunos de sus sermones, decía: "Yo
he estado en muchas batallas, sin sentir el más mínimo miedo, al
oír el estallido de los cañones. Pero cuando este padre predica, me
hace temblar de pies a cabeza". Es que Dios le había dado,
la eficacia de la palabra, y el Espíritu Santo, le concedía la
gracia, de conmover los corazones.
En
los sermones era duro, para no dejar que los pecadores, vivieran en
paz con sus vicios y pecados; pero luego, en la confesión, era
comprensivo y amable, invitándolos a hacer buenos propósitos,
animándolos a cambiar de vida, y aconsejándoles medios prácticos,
para perseverar siendo buenos cristianos, y portándose bien.
Dones
extraordinarios
Dios colmó a San Pablo de la Cruz, con dones extraordinarios.
Dios colmó a San Pablo de la Cruz, con dones extraordinarios.
A
muchas personas, les anunció cosas que les iban a suceder. Curó a
innumerables enfermos. Estando a grandes distancias, de pronto se
aparecía a alguno, para darle algún aviso de importancia, y
desaparecía inmediatamente.
Rechazaba
toda muestra de veneración, que quisieran darle, pero las gentes se
apretujaban junto a él, y hasta le quitaban pedacitos de su sotana,
para llevarlos como reliquias y recuerdos.
Con
su hermano Juan Bautista, trabajaron siempre juntos, predicando
misiones, enseñando catecismo, y atendiendo a los pobres. Como ambos
eran sacerdotes, se confesaban el uno con el otro, y se corregían en
todo lo necesario. Pablo sufrió mucho, la muerte de su hermano en
1765.
Aunque
desde 1747, San Pablo fue siempre superior general, no dejó de
predicar, ni de escribir cartas, como director espiritual. El
Instituto tropezó con oposiciones, dentro de un sector de la
lglesia, y la fundación de varios conventos se suspendió, hasta que
una comisión pontificia, dictaminó en favor de los Pasionistas.
Religiosas
pasionistas.
San Pablo de la Cruz, fundó la comunidad de las Hermanas Pasionistas, que se dedican también a amar, y hacer amar, la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo.
San Pablo de la Cruz, fundó la comunidad de las Hermanas Pasionistas, que se dedican también a amar, y hacer amar, la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo.
Una
campesina, Lucía Burlini, le habló de las "palomas del
Calvario", símbolo de unas almas, con el mismo espíritu
contemplativo que los religiosos. Aunque Pablo tardó casi cuarenta
años, en realizar esta idea, en 1771, nacieron las Pasionistas de
clausura, en Corneto, Tarquinia. Al frente, puso a Ma.Crucificada
Constantini, benedictina, que con permiso de Clemente XIV, pasó al
nuevo monasterio.
Últimos
años
En 1772, sintiéndose muy enfermo, mandó pedir al Papa su bendición, para morir en paz. Pero el Sumo Pontífice, le respondió que la Iglesia necesitaba, que viviera unos años más. Entonces se mejoró, y vivió otros tres años.
En 1772, sintiéndose muy enfermo, mandó pedir al Papa su bendición, para morir en paz. Pero el Sumo Pontífice, le respondió que la Iglesia necesitaba, que viviera unos años más. Entonces se mejoró, y vivió otros tres años.
Después
de la supresión de la Compañía de Jesús, Clemente XIV llevó a
los Padres de la Misión, a la iglesia de San Andrés del Quirinal, y
concedió a Pablo de la Cruz, la casa y la basílica de los Santos
Juan y Pablo. En ella, junto al Coliseo, vivió los últimos años
de su vida; allí recibió las visitas de Clemente XIV, en 1774, y de
Pío VI en 1775. Y allí falleció, unos meses más tarde, el 18 de
octubre de 1775, a la edad de ochenta años.
En
1867 fue declarado santo.
Sus
reliquias, se conservan en la capilla que se inauguró, en 1880.
Otros
santos pasionistas son: San Vicente María
Strambi, San Gabriel de la Dolorosa, y Santa Gemma Galgani.
El
Papa Benedicto XVI, escribía en una carta, dirigida a los
Pasionistas, el 29 de Septiembre de 2006: “Como repetía a
menudo vuestro fundador, del mar de amor del Padre, procede el mar de
dolor, de la Pasión de Jesús; del corazón del Padre, deriva la
Pasión del corazón de Jesús, y de su Cuerpo, que es la Iglesia.
Vuestro fundador, estaba íntimamente
convencido, de que los males del mundo, son consecuencia, del olvido
de la Pasión de Jesús: por eso, su anhelo incesante, fue recordar e
invitar a recordar la Pasión”.
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Promesas
hechas por Nuestro Señor Jesucristo, a los que meditan su Santa
Pasión:
- Obtendrán el eterno perdón de sus pecados.
- Conseguirán las fuerzas necesarias, para resistir a todas las tentaciones diabólicas.
- En la hora de la muerte, gozarán de una paz perfecta, y tendrán la seguridad de salvarse.
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Oración
de Jesús en la cruz
Jesús,
Dios y hombre Verdadero,
Tú,
cargado con mis pecados,
mis
miserias y dolores,
llegaste
hasta el calvario,
para ser
por mí, crucificado.
Aquí me
tienes humillado,
y a tus
pies postrado,
te pido
fortaleza en mis pesares,
consuelo
en mis dolores,
luz en mis
dificultades,
prudencia
en mi proceder,
en mis
alegrías serenidad,
en todos
mis catos bondad,
y en toda
mi vida,
a tu Santa
Ley, fidelidad.
Amén.
200 días
de indulgencias
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Oración
Final:
Señor mío y Dios mío, queremos acompañarte, en tu
dolorosa Pasión, que se renueva todos los días, a las tres de la
tarde, con una sencilla oración a esa hora, a fin de que nuestro
corazón, alivie tu sufrimiento, por todos los pecados y blasfemias
nuestras, y del mundo. También queremos hacerlo todos los Jueves de
23.00 a 24.00, o en un momento, antes de ir a dormir. Amén.
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