Quinta
Feria, 5 de Diciembre
San
Sabas, Abad
Padre
del Desierto
Año
532
San Sabas, uno de los monjes más famosos de la antigüedad, nació en Turquía, en el año 439. Su padre era comandante del ejército, quien partió a lejanas tierras, y lo dejó confiado a un tío. Pero éste lo trataba muy mal, y el niño de ocho años, se fue adonde vivía otro tío.
Mas el
segundo, se peleó con el primero, exigiendo que le debían pasar a
él, la herencia del niño, si querían que lo educara. Entonces, el
joven Sabas, amigo de la paz, se fue a un monasterio.
Después,
los dos tíos se arrepintieron, de lo mal que lo habían tratado, y
lo llamaron, a que administrara sus cuantiosos bienes, pero él
permaneció firme, en su llamada al monasterio.
Después
de varios años, de vida monacal ejemplar, partió a Jerusalén, para
ser discípulo de los monjes anacoretas. A varios kilómetros de
Jerusalén, se hizo una celda, cerca de otros monjes, y se dedicó a
una vida de oración y penitencia.
Como
era el más joven y forzudo de los monjes, acarreaba el agua desde
lejos, conseguía la leña, y trabajaba diez horas al día, haciendo
canastos para vender, y con eso conseguir los alimentos, para los más
ancianos y débiles. Había días, en que tejía hasta diez canastos.
El
más estricto y santo, de los monjes de los alrededores, San Eutimio,
lo invitó a irse a pasar los 40 días de la cuaresma, en el desierto
donde ayunó Jesús, y a dedicarse allí, a ayunar ellos también.
Sabas empezó con gran fervor, pero a los pocos días, cayó
desvanecido de tanta sed, a causa del intenso calor.
San
Eutimio oró con fe, y apareció por allí cerca, un surtidero de
agua, y así logró no morir de deshidratación. Después de muerto
San Eutimio, repitió Sabas muchas veces en su vida, la práctica de
pasar, los 40 días anteriores a la Semana Santa, ayunando en el
desierto, donde ayunó Jesús. Es una
terrible penitencia, que sólo resisten, quienes tienen una gran
resistencia física.
Sabas
pasó cuatro años seguidos en el desierto, sin hablar con nadie, en
el valle de Cedrón, en una gruta solitaria, a donde entraba por una
pequeña escalera, hecha con lazos. Por lo visto, esa escalera reveló
su escondite a otros monjes, deseosos como él de soledad, y en poco
tiempo, como en un gran panal, esas grutas inhóspitas en la pared
rocosa, se poblaron de solitarios, pero no ociosos habitantes.
Llegó
a guiar a 150 monjes, en la proximidad del Mar Muerto. Como por allí
faltaba el agua, un día el santo, al observar los movimientos de un
asno, mandó excavar en ese sitio, y apareció una fuente de agua,
que dio de beber, a muchas gentes por siglos.
Así
nació la Grande Laura, esto es, uno de los más originales
monasterios, de la antigüedad cristiana. Sabas, con mucha
paciencia, y al mismo tiempo, con indiscutible autoridad, gobernó
ese creciente ejército de ermitaños, organizándolos según las
reglas de vida eremítica, ya establecidas un siglo antes, por San
Pacomio.
San
Sabas, a pesar de su predilección por el total aislamiento del
mundo, no rehuyó sus compromisos sacerdotales. Fundó otros
monasterios, entre ellos uno en Emaús, y tomó parte activa en la
lucha, contra la herejía de los monofisitas, llegando al punto de
movilizar a todos sus monjes, en una expedición, para oponerse a la
toma de posesión de un obispo hereje, enviado a Jerusalén, por el
emperador Anastasio.
Para
que la guía del santo abad, tuviera un punto de referencia, en la
autoridad del Obispo, el patriarca de Jerusalén, lo ordenó
sacerdote en el año 491, y fue nombrado jefe, de todos los monjes de
Tierra Santa. Con la herencia que le dejaron
sus padres, construyó dos hospitales.
Por
tres veces, fue enviado a Constantinopla, residencia del emperador, a
pedirle que éste no apoyara a los herejes, y que favoreciera a la
Tierra Santa. La primera vez, como iba vestido tan pobremente, que
los guardias del palacio, dejaron entrar a los demás enviados, menos
a él.
Pero
cuando se leyó la carta del Arzobispo de Jerusalén, en la cual le
recomendaba a Sabas, como el más santo de los monjes, el emperador
preguntó por él, y tuvieron que salir a buscarlo. Lo encontraron en
un rincón, dedicado a la oración.
El
emperador ofreció a los visitantes, que pidieran los regalos que
quisieran.
Cada
uno, pidió para sí mismo lo que quiso, pero Sabas
dijo que él no deseaba nada, para su uso personal, pero que lo que
pedía, era que el emperador no ayudara a los herejes, y que
concediera varias ayudas, que estaban necesitando mucho en Palestina,
y que pusiera un puesto de policía, cerca de donde estaban los
monjes, para que los defendieran de los asaltantes.
San
Sabas, puso en escena una representación de mímicas, para
demostrar, con la evidencia de las imágenes coreográficas, la
triste condición del pueblo palestino, agobiado por pesados
impuestos, y uno en particular, que perjudicaba a los comerciantes,
pero sobre todo al pueblo. Todo esto se lo concedió el mandatario.
San
Sabas, llegó a dirigir personalmente, a muchísimos monjes, y entre
sus dirigidos, hay cinco santos canonizados, entre ellos San Juan
Damasceno, San Teodoro y otros.
A
los noventa y cuatro años de edad, siendo famoso en todo Oriente, y
habiendo gastado gran parte de su vida, en oración, meditación y
dirección espiritual, murió el 5 de diciembre del año 532. Toda la
región quiso honrarlo, con espléndidos funerales.
En
Roma, en el siglo VII, por obra de los monjes griegos, erigieron
sobre el monte Aventino, un monasterio y una basílica, dedicados a
su memoria, del que toma el nombre el barrio.
Su
monasterio, cerca del Mar Muerto, es uno de los tres monasterios más
antiguos, que existen en el mundo. La fuente que hizo brotar, todavía
surte de agua a los alrededores, y las palmeras, hijas de las que él
mismo sembró, aún siguen alimentando con sus dátiles, a los monjes
que allí viven santamente.
La
vida de los santos, está llena de frutos, dichosos los que se
arriman a ellos, con el corazón abierto.
Fue
uno de los santos más influyentes y significativos, del anacoretismo
en Oriente.
Nota:
El Monofisismo, es una doctrina teológica, que sostiene que en Jesús
sólo está presente la naturaleza divina, pero no la humana.
Testimonio
Personal: El 5 de Diciembre de 1991 nacía PATH S.A. La
empresa de software y conectividad que fundé, con más entusiasmo
que cordura. Tuvo una destacada actuación, en dos importantes
universidades de Buenos Aires. Luego devino ahora en una editorial
electrónica. Pasamos etapas muy parecidas a la vida en desierto. Por
momentos había abundancia, y por largos períodos una terrible
escasez. Pero nunca faltó nada, y mucho tiempo después, supe que el
5 de Diciembre, era la fiesta de este gran Padre del Desierto, y que
siempre estuvimos bajo su protección sin saberlo. ¡Gracias San
Sabas por estos 28 años!. ¡Que bajo tu protección hayan muchos
más!. Amén.
Oración:
Te pedimos Señor y Dios nuestro, que por los méritos e intercesión
de San Sabas, pueda haber Paz y Concordia en Tierra Santa, en Siria,
y en toda Palestina, y de esta manera, sus habitantes glorifiquen con
el Perdón Mutuo, el suelo que tus divinos pies hollaron, y lo harán
nuevamente, en el fin de los Tiempos. A Tí que Vives y Reinas, por
los Siglos de los Siglos. Amén.
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