viernes, 8 de noviembre de 2019


Sexta Feria, 8 de Noviembre

Severo, Severino, Carpóforo y Victorino


LOS MARTIRES CORONADOS DE SAN ALBANO
(+ 306)

Fueron cuatro hermanos, que a su vez eran soldados romanos de alto rango, ya que estaban asignados, en la corte imperial de Roma. Se negaron a ofrecer incienso a los dioses romanos, y murieron azotados.

Hay en Roma, según se va del Coliseo, hacia la basílica de San Juan de Letrán, una estrecha callejuela, que lleva el nombre, de los Cuatro Santos Coronados. Viene a terminar en una pequeña plaza, donde se eleva un edificio característico, que tiene el aspecto de una fortaleza medieval. Allí descansan sus restos.

También se celebra otros dos grupos de mártires: primeramente los cinco canteros de Panonia (Hungría): Simproniano, Claudio, Nicóstrato, Cástor y Simplicio.

Luego cuatro Cornicúlarii, o como diríamos hoy, cuatro suboficiales de caballería, martirizados por la fe; finalmente, otros cuatro santos de Albano, los nuestros, que se conocen con el nombre de Coronados.

Además recordamos a los siguientes santos:

-Beata María Crocifissa Satellico (1706-1745)

-San Deusdedit o Diosdado, papa, cuyo mérito fue tan grande, que curó a un leproso con un beso, en el año 618. Gobernó durante tres años, consagrado a reparar los daños, causados por un terremoto.

-San Willehaldo, primer obispo de Brema, 789. Nacido en el Nortumberland, siguió a los misioneros anglosajones, que obtenían tantos éxitos en Germania. Comenzó sus predicaciones, en el año 782, y su celo en la predicación era ilimitado. El 19 de noviembre de 789, consagró su catedral, construida de madera, en honor de San Pedro.

Algunos días más tarde, cayó gravemente enfermo. Uno de sus discípulos, le dijo llorando: "No abandonéis vuestro rebaño, a la furia de los lobos". Él respondió: "¿Cómo podéis impedirme que vaya a Dios?. Dejo a mis ovejas en manos de Aquél que me las confió, cuya misericordia, es capaz de protegerlas". Su sucesor, le sepultó en la nueva iglesia de piedra, construida en Bremen. San Willehaldo fue el último de los grandes misioneros ingleses del siglo VIII.

San Bonifacio. Recorrió el norte de Europa fundando iglesias, y poniendo una y otra vez su vida en peligro. Una vez, los paganos jugaron a los dados, para decidir si debían matarle, y la suerte le favoreció; otra vez se salvó, porque el hacha vino a dar, en el cofre de reliquias que llevaba. Después de la conquista de Sajonia por los francos, Carlomagno se sirvió de él, como pacificador de la región. Este glorioso misionero murió en el año 789.

-San Godofredo de Molincourt, obispo de Amiéns, Soissons, 1115.
- Beata Isabel de la Trinidad (1880-1906)
-San Mauro, Obispo, Verdún, s. II.
-San Claro, monje, discípulo de San Martín, biografiado por Sulpicio Severo, y cantado por San Paulino de Nola.

-San Gregorio, abad, Einsiedeln (Suiza), 996. Vástago de una familia real de Inglaterra, dejó a su esposa, antes de consumar el matrimonio; marchó a Roma, tomó allí el hábito benedictino, y peregrinando luego hacia el Norte, llegó al monasterio de Einsiedeln, donde estableció un riguroso tenor de vida, que hizo de su comunidad, un foco de reforma monástica, en las regiones del Rhin. Otón I, que era pariente suyo, le favoreció, y le dió el título de príncipe del Imperio, año 226.

Oración: Te pedimos Señor y Dios nuestro, que por los méritos y la intercesión, de esta familia de Santos y Mártires, podamos mantener a nuestras familias, y a la Iglesia, unidas en la Fe, y el Amor a tu Divino Nombre y Majestad, sirviéndote y adorándote sólo a Tí. Por nuestro Señor Jesucristo, el Divino Maestro e Inocente Cordero, que Vive y Reina por Siempre, por los Siglos de los Siglos. Amén.


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