Domingo
26 de Marzo
San
Braulio de Zaragoza
Obispo
(590-651)
Braulio
significa: "espada de fuego"
Fue
uno de los intelectuales más destacados de la España visigoda
Fue
discípulo y amigo del gran sabio San Isidro de Sevilla, al cual le
ayudó mucho en la corrección y edición de sus libros, ya que
catalogó sus Etimologías, a las cuales puso títulos y dividió en
capítulos. Se conservan numerosas epístolas, que dan idea de la
fecunda comunicación que mantuvieron.
Al
morir su hermano Juan, que era obispo de Zaragoza, el clero y los
fieles lo eligieron para que lo reemplazara.
Como
obispo se preocupó mucho por tratar de que el pueblo se instruyera
más en la religión y por extirpar y acabar con los errores y
herejías que se habían propagado, especialmente el arrianismo, una
doctrina hereje que negaba que Jesucristo sea Dios verdadero.
Tan
grande era la elocuencia de San Braulio y su capacidad para convencer
a quienes le escuchaban sus sermones que la gente decía: "Parece
que cuando está hablando, es el mismo Espíritu Santo el que le va
diciendo lo que él tiene que decir".
Los
obispos de España lo encargaron de las relaciones episcopales con el
Papa de Roma.
En
la catedral, y en el famosísimo santuario de Nuestra Señora del
Pilar de Zaragoza, pasaba varias horas cada día rezando con especial
fervor.
Aborrecía
todo lo que fuera lujo y vanidad. Sus vestidos eran siempre pobres, y
su comida como la de un obrero de clase baja.
Todas
las limosnas que le llegaban las daba para ayudar a los pobres. Y se
dedicaba con mucho esmero a enseñar a los ignorantes.
Las
gentes decían que era difícil encontrar en el país uno que fuera
más sabio que él. Y en sus cartas se nota que había leído muchos
autores famosos. Había estudiado muy profundamente la S. Biblia. Y
su estilo es elegante y lleno de bondad y de amabilidad. Se firmaba:
"Braulio, siervo inútil de los santos de Dios".
Los
últimos años tuvo que sufrir mucho por la falta de la vista, algo
que para él que era tan gran lector, era un verdadero martirio. Pero
aprovechaba su ceguera para dedicarse a rezar y meditar.
Tuvo
como alumno a otro gran santo: San Eugenio, obispo.
Poco
antes de morir le pareció escuchar aquellas palabras de Jesús: "Ven
siervo bueno y fiel; has sido fiel en lo poco, te pondré sobre lo
mucho. Entra en el gozo de tu Señor". Y respondió
entusiasmado: "Voy pronto, Señor, ya estoy listo". Y murió
santamente. Era el año 651.
Todo
lo puedo en Cristo que me fortalece (San Pablo).
Oración:
Dios Todopoderoso y Eterno, que por la intercesión y los
méritos de San Braulio Obispos, puedan nuestros pastores recibir la
luz de tu sabiduría, paciencia y mansedumbre, y así llevar a tu
rebaño a abundantes pastos espirituales y a beber de tu manantial
inagotable de misericordia y paz. Amén.
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