8 de Agosto 2024
Santa Mary MacKillop
(1842 -1909)
Ejemplo
para padres, profesores y catequistas
“La
educación, no consiste en llenar la cabeza de ideas, sino en
acompañar y animar a los alumnos, en el camino del crecimiento
humano y espiritual, mostrándoles cómo la amistad con Jesús
resucitado, ensancha el corazón, y hace la vida más humana. Educar
y ayudar a pensar bien, a sentir bien (el lenguaje del corazón), y a
hacer bien (el lenguaje de las manos)”. Papa Francisco
Santa
Mary MacKillop o María MacKillop, también llamada Santa María de
la Cruz(Fitzroy, Melbourne, Victoria, 15 de enero de 1842 - Sídney,
Nueva Gales del Sur, 8 de agosto de 1909), fue religiosa católica,
maestra de los pobres del siglo XIX, y la primera santa australiana.
Junto con el R.P. Julian Tenison Woods, fundó las Hermanas
de San José del Sagrado Corazón (en inglés Sisters of St Joseph of
the Sacred Heart of Jesus), denominadas las Josefinas. Fue proclamada
santa por la Iglesia Católica, el 17 de octubre del 2010.
Las
Josefinas aun están trabajando en Australia y Nueva Zelanda, así
como en Irlanda, Timor Oriental y Perú. Se ocupan de la educación
de los más desfavorecidos, de los inmigrantes y de los indígenas.
Audiencia
general 28/junio/2023 Papa Francisco
El celo de Mary MacKillop
La
catequesis continúa sobre el tema del "celo apostólico",
centrado hasta ahora en figuras "ejemplares", de hombres y
mujeres de todos los tiempos y lugares, que han dado su vida por el
Evangelio.
Y después del misionero jesuita Matteo Ricci, del
mártir coreano San Andrés Kim Tae-gon y de santa Teresa de Lisieux,
la reflexión de hoy del Papa, está enteramente dedicada a Mary
MacKillop (1842-1909), santa australiana, fundadora de las Hermanas
de San José del Sagrado Corazón, comprometida toda su vida, en la
formación intelectual y religiosa de los pobres de la Australia
rural.
Ejemplo, sobre todo, de una educación orientada al
"crecimiento humano y espiritual" de los alumnos, y no a
"llenarles la cabeza de ideas". Una visión, la de la
santa, "plenamente actual hoy, cuando sentimos la necesidad
de un 'pacto educativo', capaz de unir a las familias, a las escuelas
y a toda la sociedad", subrayó el Pontífice.
La
educación, 'una gran forma de evangelización'
Mary
MacKillop, afirma, es uno de los "abundantes frutos",
que tantos emigrantes europeos han traído a las numerosas islas,
grandes y pequeñas, de Oceanía. Nacida cerca de Melbourne, hija de
emigrantes escoceses, de joven sintió la llamada de Dios, "a
servirle y a testimoniarle no sólo con palabras", sino
sobre todo con su vida: "María estaba convencida, de que
ella misma, era enviada a difundir la Buena Nueva, y a atraer a los
demás al encuentro con el Dios vivo", dice el Papa
Francisco.
Esta vocación se concretó, en su servicio a la
educación de los jóvenes, "consciente de que la educación
católica, es una forma de evangelización". "Es una gran
forma de evangelización", subraya el Papa.
Si
podemos decir, que "todo santo es una misión; es un proyecto
del Padre, para reflejar y encarnar, en un momento determinado de la
historia, un aspecto del Evangelio", Mary MacKillop lo ha
sido especialmente, a través de la fundación de escuelas.
Los
pobres protagonistas
En particular, su celo por el
Evangelio, consistía en ocuparse de los pobres y marginados: "Y
esto -señala el Papa- es muy importante: en el camino de la
santidad, que es el camino cristiano; los pobres, los marginados son
protagonistas, y una persona no puede avanzar en la santidad, si no
se dedica también a ellos, de una manera o de otra. Pero son la
presencia del Señor, los que necesitan la ayuda del Señor".
Una
vez, leí una frase que me impactó; decía así: "El
protagonista de la historia, es el mendigo: ellos son los que llaman
la atención sobre esta gran injusticia, que es la gran pobreza en el
mundo. El dinero se gasta en hacer armas, no en producir alimentos. Y
no lo olvidéis: no hay santidad, si de un modo u otro, no se atiende
a los pobres, a los necesitados, a los que están un poco al margen
de la sociedad".
La educación no consiste en
llenarse la cabeza de ideas
La misma conciencia impulsó a
Mary MacKillop, a "ir donde otros no querían, o no podían
ir". El 19 de marzo de 1866, día de San José, abrió la
primera escuela, en un pequeño suburbio del sur de Australia.
Siguieron muchas otras, que ella y sus hermanas, fundaron en
comunidades rurales de Australia y Nueva Zelanda. "El celo
apostólico es así: multiplica las obras", señaló el
Papa. "Mary MacKillop estaba convencida, de que la finalidad
de la educación, es el desarrollo integral de la persona, como
individuo y como miembro de la comunidad; y que esto requiere
sabiduría, paciencia y caridad, por parte de cada maestro".
“La
educación, en efecto, no consiste en llenar la cabeza de ideas, sino
en acompañar y animar a los alumnos, en el camino del crecimiento
humano y espiritual, mostrándoles cómo la amistad con Jesús
resucitado, ensancha el corazón, y hace la vida más humana. Educar
y ayudar a pensar bien, a sentir bien (el lenguaje del corazón), y a
hacer bien (el lenguaje de las manos).
Esta visión es
plenamente actual hoy, cuando sentimos la necesidad de un "pacto
educativo", capaz de unir a las familias, a las escuelas y a
toda la sociedad.”
Rechazo y oposición
No
sólo entre los jóvenes, sino también entre los pobres, Mary
MacKillop emprendió otras obras de caridad, empezando por la "Casa
de la Providencia", abierta en Adelaida, para acoger a ancianos
y jóvenes abandonados.
"Mary tenía mucha fe en la
Providencia de Dios: siempre confiaba en que en cualquier situación,
Dios provee. Pero esto no la libraba de las angustias y dificultades,
derivadas de su apostolado".
Tenía buenas razones
para ello, observa Francisco: "Tenía que pagar las facturas,
tratar con los obispos y sacerdotes locales, gestionar las escuelas,
y ocuparse de la formación profesional y espiritual de sus Hermanas;
y más tarde, lidiar con problemas de salud. Sin embargo, a pesar de
todo, mantuvo la calma, cargando pacientemente con la cruz, que forma
parte integrante de la misión".
La santa 'no se rindió
en tiempos de prueba y oscuridad': 'Todos los santos han tenido
oposición, incluso dentro de la Iglesia. Es curioso. Y ella también
la tuvo", dice el Papa. Incluso "cuando su alegría se vio
empañada, por la oposición y el rechazo", MacKillop seguía
convencida de que el Señor "pronto respondería a su grito,
y la rodearía de su gracia". "Este es el secreto del celo
apostólico", señala el Papa Francisco.
Ejemplo
para padres, profesores, catequistas
Que su ejemplo
hable a los creyentes de hoy: "El discipulado misionero de
Santa Mary MacKillop, su respuesta creativa a las necesidades de la
Iglesia de su tiempo, su compromiso en la formación integral de los
jóvenes, nos inspiran hoy a todos nosotros, llamados a ser fermento
del Evangelio en nuestras sociedades en rápida transformación",
es el deseo del Pontífice.
“Que su ejemplo y su
intercesión sostengan el trabajo cotidiano de padres, maestros,
catequistas, y de todos los educadores, por el bien de los jóvenes,
y por un futuro más humano y esperanzador.”
Fuente:
https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2023-06/papa-francisco-audiencia-general-catequesis-mary-mackillop.html
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