7
de Agosto
San
Cayetano
Presbítero
Cofundador
de los Clérigos Regulares Teatinos
(1480
- +1547)
Su
papel fue importantísimo en la auténtica reforma católica.
Contemporáneo a Lutero
“En
el oratorio rendimos a Dios el homenaje de la adoración, en el
hospital le encontramos personalmente”
Breve
Nació
en Vicenza el año 1480. Estudió derecho en Padua, y después de
recibida la ordenación sacerdotal, instituyó en Roma la sociedad de
Clérigos regulares o Teatinos, con el fin
de promover el apostolado y la renovación espiritual del clero.
Esta
sociedad se propagó luego por el territorio de Venecia y el reino de
Nápoles. San Cayetano se distinguió por su asiduidad en la oración,
y por la práctica de la caridad para con el prójimo. Murió en
Nápoles el año 1547.
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Su
padre, el Conde Gaspar de Thiene, y su madre María di Porto. El
padre murió cuando los dos hermanos eran muy pequeños. Su piadosa
madre dio a sus hijos un admirable ejemplo.
Cayetano
estudió 4 años en la Universidad de Padua, donde se distinguió en
la teología, y se doctoró en derecho civil y canónico en 1504. Fue
nombrado senador en Vicenza.
Estaba,
sin embargo, decidido a seguir los estudios sacerdotales. Se trasladó
a Roma en 1506. Decía que Dios le llamaba a realizar una gran obra.
Al poco tiempo fue nombrado secretario privado del Papa Julio II.
Ayudaba al Papa a escribir las cartas
apostólicas. Conoció de cerca a cardenales y prelados.
El
Papa muere en 1513, y Cayetano decide no continuar en el cargo. Se
preparó durante 3 años para ser sacerdote. Fue ordenado en 1516, a
los 36 años. Celebra su primera misa, y
queda sobrecogido por el don del que no se considera digno.
Funda
en Roma la "Cofradía del Amor Divino", una asociación de
clérigos que se dedicaba a promover la gloria de Dios. Tuvo su
primera experiencia pastoral en la parroquia de Santa María de Malo,
cerca de Vicenza; luego se dedicó a cuidar los santuarios esparcidos
por el monte Soratte.
Ingresó
en el oratorio de San Jerónimo, que tenía los mismos fines que la
cofradía del Amor Divino, pero incluía
a laicos pobres. Sus amigos se molestaron mucho por
eso, porque consideraban que aquello era indigno para un hombre de
gran alcurnia como él. A Cayetano no le importó. Ayudaba
y servía personalmente a los pobres y enfermos de la ciudad, y
atendía a los pacientes de las enfermedades repugnantes.
San
Cayetano se preocupaba mucho por el bien espiritual de su
congregación. Solía decir: "En el
oratorio rendimos a Dios el homenaje de la adoración, en el hospital
le encontramos personalmente".
Fundó
otro oratorio en Verona. Se trasladó a Venecia en 1520, siguiendo el
consejo de su confesor, Juan Bautista de Crema, un dominico santo y
prudente. Se alojó en el hospital de la ciudad, y siguió la misma
forma de vida. Se le consideraba fundador principal del hospital por
todos los regalos que hizo.
La
Eucaristía
Implantó
la bendición con el Santísimo Sacramento, y promovió la comunión
frecuente, en los 3 años que vivió en Venecia. Escribió: "No
estaré satisfecho sino hasta que vea a los cristianos acercarse al
Banquete Celestial, con sencillez de niños hambrientos y gozosos, y
no llenos de miedo y falsa vergüenza".
La
cristiandad pasaba por un periodo de crisis. La corrupción
debilitaba a la Iglesia. San Cayetano era uno de los que más
imploraban la verdadera reforma de vida y de costumbres dentro de la
Iglesia. Repetía a menudo: "Cristo
espera, pero ninguno se mueve".
Fundador
San
Cayetano regresó a Roma para hablar de la reforma con los miembros
de la Cofradía del Amor Divino en 1523, en compañía del obispo de
Teato Giampietro Carafa, de Bonifacio Colli y de Pablo Consiglieri.
No
solo predicó la reforma, sino que la llevó a cabo fundando con sus
tres compañeros una orden de Clérigos
Regulares que tomasen como modelo la vida de los
Apóstoles. La llamaron "Ordo Regularium Theatinorum" o
Congregación de los Teatinos (el nombre de padres teatinos viene del
episcopado de "Teate Marrucinorum" ), y tenía
como finalidad principal la renovación del clero.
Clemente
VII aprobó la fundación el 14 de septiembre de 1524. Cayetano
renuncia a todos sus bienes y Carafa a los 2 episcopados de Brindis y
de Chieti.
Los
4 primeros miembros visten sus hábitos religiosos, y hacen los votos
en San Pedro, ante un delegado pontificio. Carafa es nombrado
superior general de la orden. Aparte de la
renovación del clero, sus otros objetivos eran la predicación de la
sana doctrina, el cuidado de los enfermos, y la restauración del uso
frecuente de los Sacramentos.
Los
seguidores no eran muchos. A los 4 años, en 1527, cuando la orden
tenía 12 miembros, el ejército saqueó la ciudad, la casa fue
destruida, y ellos escaparon a Venecia. En 1530 San Cayetano sucede a
Carafa en el cargo de superior. Por su humildad, lo hace con
renuencia.
Trabaja
enérgicamente por la reforma del clero. En 1533, Carafa fue elegido
superior general por segunda vez. Cayetano es enviado a Verona, donde
recibe oposición a sus reformas.
Viaja
a Nápoles para fundar una casa de su orden. Recibe una casa donada
por el conde de Oppido, y rechaza otros terrenos. El conde alega que
los napolitanos no eran tan ricos y generosos como los venecianos a
los que San Cayetano le responde: "Tal
vez tengáis razón, pero Dios es el mismo en ambas ciudades. Dios
está en Nápoles como en Venecia".
Se
quedó en Nápoles donde había más trabajo. La ciudad mejoró
notablemente gracias a las prédicas y el trabajo apostólico del
santo, que en ocasiones tuvo que enfrentarse
con laicos y religiosos que predicaban el calvinismo, el luteranismo
y otros errores.
Fundó
con el Beato Juan Marinoni los "Montes de Piedad" para
liberar de la miseria a los pobres y marginados. Esta obra fue
aprobada poco antes del Concilio de Letrán. En sus últimos años de
vida abrió hospicios para ancianos y fundó hospitales.
Cae
enfermo en el verano de 1547. Los médicos le aconsejan poner un
colchón sobre su cama de tablas, pero él respondió: "Mi
salvador murió en la cruz; dejadme pues, morir también sobre un
madero".
Murió
en Nápoles a la edad de 77 años, el domingo 7 de agosto de 1547.
Ocho
años después de su muerte, el teatino Carafa fue elegido Papa, con
el nombre Pablo IV, un auténtico reformador, aunque su pontificado
fue muy impopular.
San
Cayetano fue canonizado en 1671, después que la comisión encargada
terminara de examinar rigurosamente los numerosos milagros.
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Del
Oficio de Lectura, 7 de agosto, San Cayetano
Cristo
habite por la fe en nuestros corazones
De las cartas de San Cayetano, presbítero
De las cartas de San Cayetano, presbítero
Carta
a Elisabet Porto: Studi e Testi 177, Ciudad del Vaticanto 1954, pp.
50-51
Yo
soy pecador, y me tengo en muy poca cosa, pero me acojo a los que han
servido al Señor con perfección, para que rueguen por ti a Cristo
bendito y a su Madre; pero no olvides una cosa: todo lo que los
santos hagan por ti de poco serviría sin tu cooperación; antes que
nada es asunto tuyo, y, si quieres que
Cristo te ame y te ayude, ámalo tú a él y procura someter siempre
tu voluntad a la suya, y no tengas la menor duda de que,
aunque todos los santos y criaturas te abandonasen, él siempre
estará atento a tus necesidades.
Ten
por cierto que nosotros somos peregrinos y viajeros en este mundo:
nuestra patria es el cielo; el que se engríe se desvía
del camino y corre hacia la muerte. Mientras
vivimos en este mundo, debemos ganarnos la vida eterna, cosa que no
podemos hacer por nosotros solos, ya que la perdimos por el pecado,
pero Jesucristo nos la recuperó. Por esto, debemos
siempre darle gracias, amarlo, obedecerlo, y hacer todo cuanto nos
sea posible por estar siempre unidos a él.
Él
se nos ha dado en alimento: desdichado el que ignora un don tan
grande; se nos ha concedido el poseer a Cristo, Hijo
de la Virgen María, y a veces no nos cuidamos de ello; ¡ay de aquel
que no se preocupa por recibirlo!. Hija mía, el bien que deseo para
mí lo pido también para Tí; mas para conseguirlo no hay otro
camino que rogar con frecuencia a la Virgen María, para que te
visite con su excelso Hijo; más aún, que te atrevas a pedirle que
te dé a su Hijo, que es el verdadero alimento del alma en el
santísimo sacramento del altar.
Ella
te lo dará de buena gana, y él vendrá a ti, de más buena gana
aún, para fortalecerte, a fin de que puedas
caminar segura por esta oscura selva, en la que hay muchos enemigos
que nos acechan, pero que se mantienen a distancia si nos ven
protegidos con semejante ayuda.
Hija
mía, no recibas a Jesucristo con el fin de utilizarlo según tus
criterios, sino que quiero que tú te entregues a él, y que Él te
reciba, y así él, tu Dios salvador, haga de ti y en ti lo que a Él
le plazca. Éste es mi deseo, y a esto te exhorto y, en cuanto me es
dado, a ello te pido.
Oración:
Dios Todopoderoso y Eterno, concédenos estar consustanciados con el
espíritu de San Cayetano en su opción por los pobres y quienes nos
necesitan a su lado, especialmente los niños y ancianos, y así
poder entender que todos somos pobres ante tus Divinos Ojos, ya que
nuestra desnudez fue advertida por nuestros padres terrenales, Adán
y Eva, cuando pecaron. A Tí Señor que nos advertiste que no quedará
sin reconocimiento ni un vaso de agua, o un gesto de amabilidad o
consuelo dado al necesitado. Amén.
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