Tercera
Feria, 24 de Mayo
San
SIMEÓN el ESTILITA el JOVEN
Anacoreta
SAN
SIMEÓN el ESTILITA el JOVEN (521-592) nació y murió en Antioquía,
Siria, la actual Antakya, Turquía. Es un
santo anacoreta que pasó gran parte de su vida haciendo
penitencia en lo alto de una columna, aunque en su caso fueron tres
de ellas.
San
Simeón el Estilita el Joven lleva este sobrenombre para distinguirlo
de San Simeón el Estilita el Anciano, quien vivió un siglo antes y
fue uno de los principales modelos cuyo ejemplo siguió este santo
anacoreta.
Fue
hijo de una mujer llamada Marta, a la que se le atribuye un aura de
santidad; lo mismo que a otras dos mujeres cercanas a él, Susana y
Marciana, con quienes San Simeón aparece en un icono ruso.
Desde
niño, Simeón mostraba una conducta peculiar; al fallecer su padre
decidió abandonar su aldea, y así ingresó entonces en un pequeño
convento en las montañas. Ahí quedó bajo la tutela de San Juan
Estilita, de quien aprendió, a los siete años de edad, a vivir en
lo alto de una columna.
En
554 fue ordenado sacerdote en lo alto de esa primera columna. Su fama
de poder obrar milagros se había extendido para entonces, y todos
los días una multitud se presentaba con intenciones de hablar con
él.
En
busca de la soledad, dos años más tarde escala la llamada
“Samandag”, o “Montaña de los Milagros”, donde erigió una
segunda columna, más alta todavía, para vivir ahí. Pero al poco
tiempo eran tantos los seguidores a su alrededor, que con ayuda de la
madre de Simeón se fundó ahí mismo un convento, estableciendo como
punto central la columna del estilita.
Por
tercera y definitiva ocasión subió San Simeón el Joven a una
columna en 566, y de ahí no habría de bajarse hasta su muerte.
Mucha gente llegaba en peregrinación a verlo, incluso de lugares tan
lejanos como Georgia.
San
Simeón tenía fama de sanar enfermos, predecir el futuro y conocer
los pensamientos íntimos de quienes lo visitaban. El santo escribía
prédicas, epístolas y algunos himnos, parte de los cuales se siguen
cantando todavía en ritos de la Iglesia Ortodoxa.
Tras
la muerte de San Simeón, su columna siguió siendo sitio de
peregrinaje. Siguiendo el modelo de San Simeón el Estilita el
Anciano en Qal’at Sim’an, en el sitio cerca de Antioquía se
irguieron una iglesia y un convento, que en la actualidad se
conservan en parte.
La
idea de vivir todo el tiempo en lo alto de una columna obedece a la
piadosa intención de así estar más cerca del cielo, y por lo tanto
de Dios.
SAN
SIMEÓN EL ESTILITA EL JOVEN nos ofrece un ejemplo de santidad
alcanzada por vías de un misticismo en condiciones extremas.
Oración:
Dios Todopoderoso y Eterno, que inspiraste a San Simeón a vivir
cerca de tu trono en la Tierra, concédenos a nosotros saber hacer lo
mismo, desprendiéndonos de tantas posesiones materiales que en nada
nos ayudan a progresar en la Fe y en la Alabanza de tu Divino Nombre.
A Tí Señor que nos enseñaste a que la vida del Hombre y la Mujer
no depende de la cantidad de bienes materiales. Amén.
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