domingo, 9 de febrero de 2020


9 de Febrero

Santa Apolonia


Virgen y Mártir
(249)

Según la tradición, los padres de Apolonia no tenían descendencia, a pesar de sus constantes oraciones a sus dioses. Finalmente, la futura madre le pidió a la Virgen Santísima, que interceda por ellos. Cuando la joven Apolonia, conoció las circunstancias de su nacimiento, se hizo cristiana.

San Dionisio, obispo de Alejandría, fue testigo de la muerte de Apolonia, quien era para entonces, una diaconesa de edad avanzada. La describió en una carta a Fabio, que fue preservada por Eusebio, obispo de Antioquía.

Estalló una persecución de los cristianos, por el populacho pagano de Alejandría, en el último año del reinado del emperador Felipe. Los cristianos eran arrastrados fuera de sus casas y asesinados, y sus propiedades saqueadas.

La persecución comenzó cuando un poeta de Alejandría, profetizó un desastre, por la presencia de los cristianos, a los que consideraba impíos, por no adorar a los dioses.

La primera víctima, fue un anciano venerable, llamado Metras o Metrius, a quien trataron de obligar a proferir blasfemias contra Dios. Cuando se negó, lo azotaron, le clavaron astillas de caña en los ojos, y lo mataron a pedradas.

La siguiente persona que aprehendieron, fue a una mujer cristiana, llamada Quinta, a quien llevaron a uno de sus templos, para forzarla a adorar al ídolo. Ella se dirigió al falso dios, con palabras de desprecio, que exasperaron tanto al pueblo, que la arrastraron por los talones, por encima del empedrado, la azotaron y le dieron muerte a pedradas.

Por esos días, los alborotadores habían llegado al colmo de su furor. Los cristianos no ofrecían resistencia, sino que se daban a la fuga, abandonando todas sus pertenencias, sin quejarse, porque sus corazones estaban despegados de la tierra. Su constancia era tan general, que San Dionisio no supo de ninguno, que hubiera renunciado a Cristo.

Se apoderaron de Apolonia, y la golpearon en la cara, le tiraron todos los dientes, y después prendiendo una gran hoguera fuera de la ciudad; la amenazaron con arrojarla dentro, si no pronunciaba ciertas palabras impías.

Les rogó que le dieran unos momentos de tregua, como si fuera a considerar su posición. Entonces, para dar testimonio de que su sacrificio, era perfectamente voluntario, tan pronto como la dejaron libre, se lanzó dentro de las llamas.

Murió en Alejandría (Egipto) en el año 249 AD

Luego descargaron su furia, sobre un santo hombre llamado Serapión, y lo atormentaron en su propia casa; después lo tiraron de cabeza desde la azotea.

En la mayoría de las regiones de la Iglesia occidental, se encuentran iglesias y altares, dedicados en honor de Santa Apolonia, pero no se la venera en ninguna iglesia oriental, aun cuando sufrió en Alejandría.

San Agustín explica el por que Apolonia, anticipó su muerte. El santo supone que obró, por una dirección particular del Espíritu Santo, porque de otra manera, no sería lícito hacerlo; nadie puede apresurar su propio fin.

Se la invoca contra el dolor de muelas, y todas las enfermedades dentales, y se la presenta con un par de pinzas, que sostienen un diente, o si no, suele distinguirse por un diente de oro, pendiente de su collar.

Oración: Te pedimos Señor Santísimo, que por los méritos e intercesión de Santa Apolonia, y de todos los mártires de Alejandría, sepamos preservar la Luz de tu Palabra en nuestros corazones, y nunca dejarnos ganar por un mundo, que se encuentra muy lejos de tu amado Corazón, y el de la Santísima Virgen María. A Tí Señor, que fuiste expuesto a la furia de la diabólica muchedumbre, en el día de tu Pasión. Amén.

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