Domingo
15 de Septiembre
LA
VIRGEN DOLOROSA
Quién
ama, sufre con el amado. Nadie ama a Jesús, mas que Su Madre
Santísima, y por eso nadie sufre mas, por amor a Él.
Siempre
los cristianos han aprendido de la Virgen, a amar más intensamente a
Jesucristo. La devoción, a los Siete Dolores de la Virgen María, se
desarrolló por diversas revelaciones privadas.
La Virgen,
se la comunicó a Santa Brígida de Suecia (1303-1373):
"Miro
a todos los que viven en el mundo, para ver si hay, quien se
compadezca de Mí, y medite mi dolor; mas hallo poquísimos, que
piensen en mi tribulación y padecimientos. Por eso tú, hija mía,
no te olvides de Mí, que soy olvidada y menospreciada por muchos.
Mira mi dolor, e imítame en lo que pudieres. Considera mis angustias
y mis lágrimas, y duélete, de que sean tan pocos los amigos de
Dios".
Primer
Dolor - La profecía de Simeón (cf. Lucas
2,22-35)
Segundo
Dolor - La huida a Egipto (Mateo 2,13-15)
Tercer
Dolor - El Niño perdido en el Templo (Lucas 2,41 -50)
Cuarto
Dolor - María se encuentra con Jesús, camino al Calvario
(IV Estación del Vía Crucis)
Quinto
Dolor - Jesús muere en la
Cruz (Juan 19,17-39)
Sexto
Dolor - María recibe el Cuerpo de Jesús, al ser
bajado de la Cruz (Marcos 15, 42-46)
Séptimo
Dolor -Jesús es colocado en el Sepulcro (Juan 19,
38-42)
Nuestra
Señora prometió que concedería siete
gracias, a aquellas almas que la honren y acompañen
diariamente, rezando siete Ave Marías,
mientras meditan en sus lágrimas y dolores:
1.
"Yo concederé la paz a sus familias."
2. "Serán iluminadas en cuanto a los divinos Misterios."
3. "Yo las consolaré en sus penas, y las acompañaré en sus trabajos.»
4. "Les daré cuanto me pidan, con tal de que no se oponga a la adorable voluntad de mi divino Hijo, o a la salvación de sus almas."
5. "Los defenderé en sus batallas espirituales, contra el enemigo infernal, y las protegeré, en cada instante de sus vidas."
6. "Les asistiré visiblemente, en el momento de su muerte, y verán el rostro de su Madre.
7. "He conseguido de mi Divino Hijo, que todos aquellos que propaguen la devoción a mis lágrimas y dolores, sean llevadas directamente, de esta vida terrena, a la felicidad eterna, ya que todos sus pecados les serán perdonados, y mi Hijo, será su consuelo y gozo eterno."
2. "Serán iluminadas en cuanto a los divinos Misterios."
3. "Yo las consolaré en sus penas, y las acompañaré en sus trabajos.»
4. "Les daré cuanto me pidan, con tal de que no se oponga a la adorable voluntad de mi divino Hijo, o a la salvación de sus almas."
5. "Los defenderé en sus batallas espirituales, contra el enemigo infernal, y las protegeré, en cada instante de sus vidas."
6. "Les asistiré visiblemente, en el momento de su muerte, y verán el rostro de su Madre.
7. "He conseguido de mi Divino Hijo, que todos aquellos que propaguen la devoción a mis lágrimas y dolores, sean llevadas directamente, de esta vida terrena, a la felicidad eterna, ya que todos sus pecados les serán perdonados, y mi Hijo, será su consuelo y gozo eterno."
Según San
Alfonso María Ligorio, Nuestro Señor le reveló, a Santa Isabel de
Hungría, que Él concedería cuatro gracias adicionales
especiales, a los devotos de los dolores de Su Madre Santísima:
1.
Aquellos que antes de su muerte, invoquen a la Santísima Madre, en
nombre de sus dolores, obtendrán una contrición perfecta de todos
sus pecados.
2. Jesús protegerá en sus tribulaciones, a todos los que recuerden esta devoción, y los protegerá muy especialmente, a la hora de su muerte.
3. Imprimirá en sus mentes, el recuerdo de Su Pasión, y tendrán su recompensa en el cielo.
4. Encomendará a estas almas devotas, en manos de María, a fin de que les obtenga, todas las gracias que quiera derramar en ellas.
2. Jesús protegerá en sus tribulaciones, a todos los que recuerden esta devoción, y los protegerá muy especialmente, a la hora de su muerte.
3. Imprimirá en sus mentes, el recuerdo de Su Pasión, y tendrán su recompensa en el cielo.
4. Encomendará a estas almas devotas, en manos de María, a fin de que les obtenga, todas las gracias que quiera derramar en ellas.
Meditar
los Siete Dolores, de Nuestra Madre Santísima, es una manera de
compartir los sufrimientos más hondos, de la vida de María en la
tierra.
La fiesta
de Nuestra Señora de los Dolores, se celebra el 15 de septiembre, al
día siguiente, de la Exaltación de la Santa Cruz. Al pie de la
Cruz, donde una espada de dolor, atravesó el corazón de María,
Jesús nos entregó a Su Madre, como Madre nuestra, poco antes de
morir.
Oración:
Jesús, maestro de Camino, Verdad y Vida, quiero decirte todos los
días de mi vida "Sí, Ella es mi Madre. Jesús, yo la recibo, y
Te pido que me prestes Tu Corazón, para amar a María, como Tú la
amas. Que este acto de amor, alivie su corazón, hasta el fin de los
Tiempos. Amén”.
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