Sexta
Feria 1º de Enero
Circuncisión
de Señor
Habiendo
llegado el octavo día, en que el Niño había de ser circuncidado,
fue llamado Jesús (Lc. 2,21).
La
circuncisión era el signo de la alianza dado al pueblo de Dios,
obligado a toda a Ley, y destinado a participar en las promesas
mesiánicas. Significaba, además participar
de circuncidar el corazón con sus malos afectos y concupiscencias,
para llegar a la vida eterna.
Los
paganos celebraban el 1º de enero la alborotada fiesta de las
"Estrenas" o de los "Regalos", por los que se
cambiaban entre familiares y amigos, en felices augurios de año
nuevo.
Las
danzas callejeras degeneraban en vituperables orgías. Los Santos
Padres levantaron su voz porfiadamente, y , para amparar a los fieles
contra aquel aluvión de locuras, instituyeron una festividad, en
algunas partes precedida de ayuno. Esta celebración se interpretó
diversamente desde su origen. Ya en el siglo VI las Galias
conmemoraban en ella a Circuncisión del Señor.
La
circuncisión es, además, figura del bautismo, diciendo el Apóstol:
Hemos recibido la circuncisión espiritual de Cristo, siendo
sepultados con Él por el bautismo, y con Él resucitamos a la vida
de la gracia por la fe, perdonándonos graciosamente todos los
pecados (Col. 2,11 – 13).
Oración:
Te pedimos Señor que en el año que comienza pueda nuestro
cuerpo y alma estar libres de toda turbación debida a la
concupiscencia, y así unirnos, mediante el sano y frecuente
ascetismo espiritual y carnal, a tu Divino Cuerpo tan lacerado por
nuestros pecados de lujuria. A Tí Señor, que nos advertiste que
debemos entrar por la puerta estrecha para alcanzar el Reino de los
Cielos. Amén.
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