viernes, 1 de enero de 2016

Sexta Feria 1º de Enero

Circuncisión de Señor



Habiendo llegado el octavo día, en que el Niño había de ser circuncidado, fue llamado Jesús (Lc. 2,21).

La circuncisión era el signo de la alianza dado al pueblo de Dios, obligado a toda a Ley, y destinado a participar en las promesas mesiánicas. Significaba, además participar de circuncidar el corazón con sus malos afectos y concupiscencias, para llegar a la vida eterna.

Los paganos celebraban el 1º de enero la alborotada fiesta de las "Estrenas" o de los "Regalos", por los que se cambiaban entre familiares y amigos, en felices augurios de año nuevo.

Las danzas callejeras degeneraban en vituperables orgías. Los Santos Padres levantaron su voz porfiadamente, y , para amparar a los fieles contra aquel aluvión de locuras, instituyeron una festividad, en algunas partes precedida de ayuno. Esta celebración se interpretó diversamente desde su origen. Ya en el siglo VI las Galias conmemoraban en ella a Circuncisión del Señor.

La circuncisión es, además, figura del bautismo, diciendo el Apóstol: Hemos recibido la circuncisión espiritual de Cristo, siendo sepultados con Él por el bautismo, y con Él resucitamos a la vida de la gracia por la fe, perdonándonos graciosamente todos los pecados (Col. 2,11 – 13).

Oración: Te pedimos Señor que en el año que comienza pueda nuestro cuerpo y alma estar libres de toda turbación debida a la concupiscencia, y así unirnos, mediante el sano y frecuente ascetismo espiritual y carnal, a tu Divino Cuerpo tan lacerado por nuestros pecados de lujuria. A Tí Señor, que nos advertiste que debemos entrar por la puerta estrecha para alcanzar el Reino de los Cielos. Amén.



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