miércoles, 6 de enero de 2016

Cuarta Feria, 6 de Enero

Epifanía


La manifestación del Señor

El Evangelio de San Mateo (2,1-12) relata la historia de los magos.

Epifanía significa "manifestación". Jesús se da a conocer. Aunque Jesús se dio a conocer en diferentes momentos a diferentes personas, la Iglesia celebra como epifanías tres eventos:

Su Epifanía ante los Magos de Oriente: Manifestación a los paganos.

Su Epifanía del Bautismo del Señor: Manifestación a los judíos por medio de San Juan Bautista.

Su Epifanía de las Bodas de Caná: Manifestación a Sus discípulos y comienzo de Su vida pública por intercesión de su Madre María.

La Epifanía que mas celebramos en el occidente es la de los Magos, la manifestación a los paganos. Esta debe ser causa particular de alegría y agradecimiento para nuestros pueblos, convertidos del paganismo.

Dios llama a todos los pueblos, de todas las razas, culturas y religiones. Pero la llamada requiere respuesta. Hay que salir de donde estamos e ir al Señor hasta encontrarlo en los brazos de María.

Reyes Magos
En aquella época, los persas llamaban "magos" al sacerdote. Mas tarde la tradición les llamó "reyes", por alusión al salmo 72,10-11: "Los reyes de occidente y de las islas le pagarán tributo. Los reyes de Arabia y de Etiopía le ofrecerán regalos. Ante él se postrarán todos los reyes y le servirán todas las naciones"

De oriente: El oriente, para los judíos, era Arabia, Persia o Caldea.

La estrella que vieron ha suscitado varias hipótesis. Antiguamente se dijo que fue un cometa. Pero estudios astronómicos parecen indicar que fue la conjunción de los planetas Saturno y Júpiter

Sus nombres y regalos
Sus nombres no aparecen en la Biblia, solo sabemos que vienen de oriente. Pero la tradición les ha dado nombres:

Melchor, tradicionalmente un anciano blanco con barbas, trae como regalo oro que representa la realeza de Cristo.

Gaspar, joven, de piel morena, trae incienso, representando la divinidad de Cristo.

Baltasar, de raza negra, ofrece al Niño Dios mirra - sustancia que se utiliza para embalsamar cadáveres - representando Su humanidad, el sufrimiento y la muerte del Señor.

Las tradiciones populares han ido añadiendo detalles sobre lo que en verdad se conoce. Por ejemplo, se dice que los reyes eran, uno rubio, uno moreno, otro negro.

Muy posible los magos conocían algunas profecías mesiánicas de los judíos, porque estos residían en todos los países, por eso llegaron a Jerusalén y acuden al palacio de Herodes preguntando por el rey de los judíos, cuya estrella habían visto.

Los Padres de la Iglesia reconocían en la adoración del Niño por los Reyes Magos, la aceptación de la divinidad de Jesucristo por parte de los pueblos paganos. Los magos no eran parte del pueblo de Israel, pero supieron utilizar sus conocimientos – astronomía - para descubrir al Salvador. Se cumplió primero en ellos la profecía de que por medio de Israel, Dios se manifestaría a todos los hombres. Jesús vino para salvar a todos, no solo los judíos.

Herodes descubre en el anuncio del nacimiento de un rey una amenaza para sus intereses. Utiliza la mentira con intenciones criminales. No se sentía seguro en su trono porque los judíos lo odiaban.

Era hijo del idumeo Antipatro, quien ayudó a los romanos a conquistar a Palestina. Su título de rey se lo debía a los romanos y los judíos no aceptaban que un extranjero fuese su rey. Herodes se había casado con una princesa judía pero la mandó a asesinar junto con los hijos que tuvo con ella.

Los sumos sacerdotes y los maestros de la ley, por su parte, supieron informar a los Reyes Magos sobre donde debía nacer el Mesías según las profecías (Miqueas 5,2): en Belén de Judá; sin embargo ellos mismos no fueron a adorarlo.
Los magos buscaban a Dios en las estrellas, pero estas les guiaron para encontrarlo en la tierra, en la humildad, junto con María, Su Madre.


Oración: Te pedimos Señor que bendigas a todos los pueblos que aún no te conocen, la inmensa mayoría de la Humanidad, con la Luz de tu Sabiduría y Misericordia, a fin de todos te lleguen a conocer con el corazón. Te pedimos Perdón por todos nosotros que sí te conocemos, pero que por medio de nuestro escandaloso comportamiento como Iglesia, hemos alejado a muchos de Tí. Ayúdanos a que por medio de la Penitencia, el Ayuno y la Oración nos convirtamos de nuevo a Tí y aceleremos de esa manera la llegada de tu Reino a la Tierra. Amén.

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