Domingo
3 enero
Santa
Genoveva
422-502
422-502
Se
le invoca contra desastres, herpes, fiebre, sequía
Patrona:
fabricantes de velas y cirios pues, de acuerdo con una leyenda, el
diablo habría querido apagarle su linterna, mientras visitaba
enfermos, cosa que su ángel de la guarda habría evitado.
Etim:
Genoveva, "ola o espuma blanca", en galés.
En la iconografía aparece como pastora y con su cayado; o bien, como virgen, con el velo o toca de su consagración, y una linterna o vela en la mano, por atributo.
Nace
en Nanterre, pequeño pueblo cerca de París, Francia. Según la
leyenda, de joven fue pastora.
Cuando
tenía solo siete años un obispo la reconoció como futura santa.
Con el permiso de sus padres y respondiendo a su petición el obispo
la consagró a Cristo y a la edad de 15 años recibió el velo de la
vida religiosa en París.
Se
dedicó a practicar obras de piedad entre los pobres, aconsejar a sus
vecinos y llevar una intensa vida ascética.
Pocos
años después, la ciudad de Paris estaba bajo asedio por el rey
Childeric, rey de los francos. Al ver el sufrimiento del pueblo de
Paris, Genoveva salió escondida de la ciudad y regresó con
alimentos y provisiones. Pero París pronto calló ante la
fuerza superior de los francos.
Al
descubrir el heroísmo de la joven, Childeric se entrevistó con
ella. Impresionado por su santidad, accedió a establecer una iglesia
en honor a S. Denis de Paris.
Tenía 30 años cuando oyó que Atila se acercaba con 100,000 guerreros a sitiar a Lutecia (Paris, 451 A.D.). La costumbre de este bárbaro era arrasar con todo. La gente se dispuso a huir pero Genoveva los convenció de permanecer en oración. Casi la linchan pero muchos le hicieron caso. Atila, cuando ya venía llegando a Paris, cambió imprevistamente de rumbo y se dirigió hacia Orleáns. Por el camino le salieron al encuentro los ejércitos cristianos que lo derrotaron en la terrible batalla de los Campos Cataláunicos.
Tenía 30 años cuando oyó que Atila se acercaba con 100,000 guerreros a sitiar a Lutecia (Paris, 451 A.D.). La costumbre de este bárbaro era arrasar con todo. La gente se dispuso a huir pero Genoveva los convenció de permanecer en oración. Casi la linchan pero muchos le hicieron caso. Atila, cuando ya venía llegando a Paris, cambió imprevistamente de rumbo y se dirigió hacia Orleáns. Por el camino le salieron al encuentro los ejércitos cristianos que lo derrotaron en la terrible batalla de los Campos Cataláunicos.
Así
se cumplió lo que había anunciado Genoveva, que si el pueblo oraba
con fe la ciudad de Paris no sería atacada.
Su
veneración inició en el siglo VI con peregrinaciones a su tumba y
aumentó aún más desde 1130 cuando, con sus restos llevados en
procesión, se conjuró una peste. El Papa Inocencio II aceptó su
culto y fiesta en este día.
Sus restos fueron profanados por la Revolución Francesa (21 de noviembre de 1793).
Sus restos fueron profanados por la Revolución Francesa (21 de noviembre de 1793).
Oración:
Te pedimos Señor, que los méritos e intercesión de Santa Genoveva,
puedan erradicarse la pandemia en el mundo, muy especialmente la
llamada gripe aviar, el sida y el ébola, así como toda otra
enfermedad natural o sintetizada o potenciada en los laboratorios
militares, en el marco de una guerra bacteriológica. Pero te pedimos
especialmente a que Santa Genoveva nos ayude a luchar contra la
pandemia del pecado que anida en nuestros corazones, por medio de la
oración constante de cada día. A Tí Señor que curaste a tantos
enfermos en tu paso visible sobre la Tierra, y lo sigues haciendo aún
hoy en día. Amén.
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