jueves, 5 de marzo de 2020


5 de marzo

San Juan José de la Cruz


Religioso

(1654-1734)

A su hábito lo consideraba, como la túnica de Cristo, signo de su consagración a Él

Otros Santos

San Juan José de la Cruz, de la Orden Franciscana de San Pedro de Alcántara. Nace en 1654, en el volcánico islote de Ischia, frente a Nápoles, de una familia muy cristiana, cuyos cinco hijos, se consagran a Dios en la vida religiosa.

En el bautismo recibió el nombre de Carlos Cayetano. Su familia era noble, y piadosísima; sus padres, José Calosinto y Laura Garguilo, vieron con santo consuelo, que cinco hijos suyos, se consagraron al Señor. A todos aventajó Carlos, en virtud y santidad de vida.

Ya en sus tiernos años, gustaba sobremanera del retiro, el silencio y la oración; se apartaba de los juegos y entretenimientos de sus hermanos, y consagraba el tiempo de los recreos, a visitar iglesias, orando en ellas, con angelical devoción.

Tenía especial cariño y amor a la Virgen, nuestra Señora, y cada día rezaba el Oficio Parvo, y otras preces marianas, como el rosario y las letanías, ante un pequeño altar, que Él mismo había aderezado en su aposento, a la gloriosa Reina del cielo. Los sábados y vigilias de sus fiestas, solía ayunar a pan y agua.

Lo mismo de maestro de novicios, que de superior provincial, y director de almas, San Juan José de la Cruz hace de su vida, una Cuaresma de oración y penitencia, con ayunos y cilicios en cruz, rigurosísimos.

Sobresaliente por su austeridad; insistió en una austeridad igual de estricta, para los novicios a su cargo. Incluso tuvo la idea de edificar eremitorios, fuera del edificio principal del monasterio, de modo que se pudiese practicar, una autodisciplina aún mayor.

A pesar de su exacta observancia de las reglas de su orden, puso también un especial cuidado, en que los novicios tuvieran tiempos regulares de recreo. Entendió, que lejos de ser un lujo, el recreo es una necesidad del espíritu humano.

En su amor a la pobreza, llega a ser llamado "el Padre Cien Remiendos". A su hábito, lo consideraba como la túnica de Cristo, signo de su consagración a Él.

Y hasta su muerte en Nápoles, con 80 años, el 5 de marzo de 1734, acata siempre la Providencia de Dios; persuadido de que un ser como el hombre, no puede abarcar los insondables designios divinos.

Este admirable y santísimo siervo de Dios, fue canonizado por Gregorio XVI, junto con San Alfonso María de Ligorio, San Francisco de Jerónimo, San Pacífico y Santa Verónica de Juliani. Sus sagradas reliquias, están en la ciudad de Nápoles, en la iglesia del convento de Santa Lucía del Monte.

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Hoy recordamos con Amor y Agradecimiento a San Eusebio Palatino y compañeros mártires, ocurrido en los primitivos tiempos, según cuenta el Martirologio Romano, padeció en África por el Nombre del Señor Jesús, junto a otros ocho compañeros. 


El paso por aquel Continente, supuso para ellos, el fiel cumplimiento del mandato de Cristo, de anunciar el Evangelio a toda la Creación.
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Oración: Te pedimos Señor y Dios nuestro, que por los méritos e intercesión de San Juan José de la Cruz, y San Eusebio Palatino y compañeros mártires, que podamos considerar a nuestros vestidos y posesiones, como tu sagrada túnica, manteniendo nuestro cuerpo, libre de toda concupiscencia y deseos desordenados, y así permanecer como sagradas ramas, injertas en la sagrada vid que eres Tú. A Tí Señor, que tienes las siete llaves de las siete iglesias, y lo que Tú abres, nadie puede cerrar, y lo que Tú cierras, nadie puede abrir. Amén.

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Oficio Parvo

I N V I T A T O R I O
Míranos, Señora, con amor,
y alcánzanos de tu Hijo
el perdón de nuestros pecados.

- Míranos, Señora con amor
y alcánzanos de tu Hijo
el perdón de nuestros pecados.

Santa María, Reina del cielo,
Madre de Nuestro Señor Jesucristo
y Madre nuestra,
que no desamparas ni olvidas a nadie,
- Míranos, Señora, con amor,...

para que nosotros, que celebramos con alegría
tu santa e inmaculada Concepción,
recibamos el premio de la felicidad eterna.
- Míranos, Señora, con amor,...

y nos lo conceda el mismo de quien fuiste Madre
sin dejar de ser Virgen,
Jesucristo Nuestro Señor,
quien con el Padre y el Espíritu Santo
vive y reina en unidad perfecta,
Dios por los siglos de los siglos.

- Míranos, Señora, con amor,...

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amen.

- Míranos, Señora, con amor,.



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