martes, 26 de marzo de 2019


Tercera Feria, 26 de Marzo

San Braulio de Zaragoza


Obispo

(590-651)

Braulio significa: "espada de fuego"

Fue uno de los intelectuales, más destacados de la España visigoda

Parece que cuando está hablando, es el mismo Espíritu Santo, el que le va diciendo, lo que él tiene que decir”

Fue discípulo y amigo del gran sabio, San Isidoro de Sevilla, al cual le ayudó mucho, en la corrección y edición de sus libros, ya que catalogó sus Etimologías, a las cuales puso títulos, y dividió en capítulos. Se conservan numerosas epístolas, que dan idea, de la fecunda comunicación que mantuvieron.

Al morir su hermano Juan, que era obispo de Zaragoza, el clero y los fieles, lo eligieron para que lo reemplazara.

Como obispo, se preocupó mucho por tratar de que el pueblo, se instruyera más en la religión, y por extirpar y acabar, con los errores y herejías que se habían propagado, especialmente el arrianismo, una doctrina hereje, que negaba que Jesucristo, sea Dios verdadero.

Tan grande era la elocuencia de San Braulio, y su capacidad para convencer, a quienes le escuchaban sus sermones, que la gente decía: "Parece que cuando está hablando, es el mismo Espíritu Santo, el que le va diciendo, lo que él tiene que decir".

Los obispos de España, lo encargaron de las relaciones episcopales, con el Papa de Roma.

En la catedral, y en el famosísimo santuario, de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza, pasaba varias horas, cada día, rezando con especial fervor.

Aborrecía todo lo que fuera lujo y vanidad. Sus vestidos eran siempre pobres, y su comida, como la de un obrero de clase baja.

Todas las limosnas que le llegaban, las daba para ayudar a los pobres. Y se dedicaba con mucho esmero, a enseñar a los ignorantes.

Las gentes decían, que era difícil encontrar en el país, uno que fuera más sabio que él. Y en sus cartas, se nota que había leído a muchos autores famosos. Había estudiado muy profundamente la Santa Biblia. Y su estilo es elegante, y lleno de bondad y de amabilidad. Firmaba: "Braulio, siervo inútil de los santos de Dios".

Los últimos años, tuvo que sufrir mucho, por la falta de la vista, algo que para él que era tan gran lector, era un verdadero martirio. Pero aprovechaba su ceguera, para dedicarse a rezar y meditar.

Tuvo como alumno a otro gran santo: San Eugenio, obispo.

Poco antes de morir, le pareció escuchar, aquellas palabras de Jesús: "Ven siervo bueno y fiel; has sido fiel en lo poco, te pondré sobre lo mucho. Entra en el gozo de tu Señor". Y respondió entusiasmado: "Voy pronto, Señor, ya estoy listo". Y murió santamente. Era el año 651.

Todo lo puedo en Cristo, que me fortalece (San Pablo).

Oración: Dios Todopoderoso y Eterno, que por la intercesión y los méritos de San Braulio Obispo, puedan nuestros pastores, recibir la luz de tu sabiduría, paciencia y mansedumbre, y así llevar a tu rebaño, a abundantes pastos espirituales, y a beber de tu manantial inagotable, de misericordia y paz. Amén.

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