sábado, 31 de octubre de 2015

Sábado 31 de Octubre

San Quintín, Mártir
Año 287



Patrón de capellanes, cerrajeros, sastres y cirujanos


Hijo de senador romano y amigo del Papa San Marcelino, quién lo bautizó.

Su celo por Jesucristo le hacía desear evangelizar y ser mártir.  Fue de misionero a Francia con un grupo enviado por el San Cayo y dirigido San Luciano. Quintín fue enviado a Amiens (hoy en Francia), donde ya habían cristianos por la evangelización de San Fermín.

San Quintín había recibido de Dios el don de sanación, y así al imponer las manos lograba la curación de ciegos, mudos, paralíticos y demás enfermos. Había recibido también de Nuestro Señor un poder especial para alejar los malos espíritus, y eran muchas las personas que se veían libres de los ataques del diablo al recibir la bendición de San Quintín.

Esto atraía más y más fieles a la religión verdadera. Los templos paganos se quedaban vacíos, los sacerdotes de los ídolos ya no tenían oficio, mientras que los templos de los seguidores de Jesucristo se llenaban cada vez más y más. Esto causó que los sacerdotes paganos se quejaran al gobernador Riciovaro.

Este conocía a la familia de San Quintín por lo que le llamó y le preguntó como un hijo de tan famoso senador romano se dedicaba ahora a propagar la fe en un crucificado. Quintín respondió que ese crucificado ha resucitado y es el Señor de cielos y tierra. Por tanto es un honor mucho más grande ser discípulo de Jesucristo que ser hijo de un senador romano. 

El gobernador hizo azotar muy cruelmente a Quintín y encerrarlo en un oscuro calabozo, amarrado con fuertes cadenas. Pero por la noche se le soltaron las cadenas y sin saber cómo, el santo se encontró libre, en la calle. Al día siguiente estaba de nuevo predicando a la gente.

Entonces el gobernador lo mandó poner preso otra vez y después de atormentarlo con terribles torturas, mandó que le cortaran la cabeza y arrojado al Río Somme, y voló al cielo a recibir el premio que Cristo ha prometido para quienes se declaran a favor de Él en la tierra. Sus restos fueron recuperados por los cristianos y llevados a Laon.

Hay que ser: Pronto para escuchar y lento para responder (S. Biblia Ec. 5,11).

Oración: Te pedimos Señor, que por intercesión de San Quintín, podamos vernos siempre libres de la presencia demoníaca en nuestra familia, lugar de trabajo y amistades, a fin de estar listos para volar hacia Tí gloriosamente en el momento en que nos llames a la morada Eterna que fuiste a prepararnos. Amén.


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