Segunda
Feria, 16 de Noviembre
Santa
Gertrudis la Grande
(+1301)
(+1301)
Religiosa de clausura, virgen, vidente del Sagrado Corazón
Santa
Gertrudis la Grande (1256-1301). Religiosa benedictina alemana, de
gran cultura filosófica y literaria, que destacó por su don de
contemplación. Una de los primeros apóstoles del Sagrado Corazón
de Jesús.
Nació
el 6 de enero de 1256 en Eisleben (Turingia). A los cinco años de
edad, fue enviada a estudiar al monasterio benedictino de Helfta
donde su maestra, Santa Matilde, era su
hermana de sangre y abadesa.
Las
dos santas eran muy unidas en el amor al Señor. Gertrudis era muy
atractiva e inteligente. Con el tiempo tomó el hábito en el
mismo convento. Era amiga de Santa Mechtilde of Hackeborn
+1298, quien era de la misma comunidad y también tenía una
especial devoción al Corazón de Jesús.
Aun
antes que Nuestro Señor se apareciera a Santa Margarita María,
Santa Gertrudis la Grande tuvo una experiencia mística del Sagrado
Corazón de Jesús.
Santa
Gertrudis se adelantó a su tiempo en ciertos puntos, como la
comunión frecuente, la devoción a San José y la devoción al
Sagrado Corazón.
Con
frecuencia hablaba del Sagrado Corazón con Santa Matilde y se cuenta
que en dos visiones diferentes reclino la cabeza sobre el pecho del
Señor y oyó los latidos de su corazón.
Murió
el 17 de Noviembre del 1301
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Revelaciones
de Santa Gertrudis
Alrededor
de sus veintiséis años, Santa Gertrudis tuvo la primera de sus
revelaciones. Cuando iba a acostarse, le pareció ver al Señor en
forma de joven.
"Aunque
sabía yo que me hallaba en el dormitorio, me parecía que me
encontraba en el rincón del coro donde solía hacer mis tibias
oraciones y oí estas palabras `yo te salvaré y te libraré. No
Temas.`
Cuando
el Señor dijo esto, extendió su mano fina y delicada hasta tocar la
mía, como para confirmar su promesa y prosiguió: `Has mordido el
polvo con mis enemigos y has tratado
de extraer miel de las espinas. (Margarita
deseó siempre, hasta ese momento el amor de un hombre, como es
natural en toda mujer, y por eso Jesús le dijo esto a modo de
advertencia). Vuélvete ahora a Mí, y mis delicias divinas
serán para ti como vino.`". Entonces Margarita vió con
sus ojos que un seto de espinos se interponía entre los dos.
Pero
Gertrudis se sintió como arrebatada por los aires y se encontró al
lado del Señor: "Entonces vi en la mano que poco antes se me
había dado como prenda, las joyas radiantes que anularon la pena de
muerte que se cernía sobre nosotros."
Tal
fue la experiencia de Gertrudis que podría llamarse su "conversión",
a pesar de que se trataba del alma más pura e inocente. A partir de
entonces, se entregó con plena conciencia y toda deliberación a la
conquista de la perfección y de la unión con Dios.
Hasta
entonces, los estudios profanos habían sido sus delicias; en
adelante, se dedicó a estudiar la Biblia y los escritos de los
Padres, sobre todo de San Agustín y de San Bernardo, quien había
muerto no hacía mucho tiempo. En otras palabras, del estudio de la
gramática pasó al de la teología"; y sus escritos muestran
claramente la influencia de la liturgia y de sus lecturas privadas.
Comentarios
sobre la muerte
Exteriormente,
la vida de Santa Gertrudis fue como la de tantas otras
contemplativas, es decir, poco pintoresca. Sabemos que solía copiar
pasajes de la Sagrada Escritura y componer pequeños comentarios para
sus hermanas en religión, y que se distinguía por su caridad para
con los difuntos y por su libertad de espíritu.
El
mejor ejemplo de esto último es su reacción ante las muertes
súbitas e inesperadas. "Deseo con toda el alma tener el
consuelo de recibir los últimos sacramentos, que dan la salud; sin
embargo, la mejor preparación para la muerte es tener presente que
Dios escoge la hora. Estoy absolutamente convencida de que, ya sea
que tenga una muerte súbita o prevista, no me faltará la
misericordia del Señor, sin la cual no podría salvarme en ninguno
de los dos casos."
Continúa
la presencia del Señor y las revelaciones
Después
de la primera revelación, Gertrudis siguió viendo al Señor
"veladamente", a la hora de la comunión, hasta la víspera
de la Anunciación.
Ese
día, el Señor la visitó en la capilla durante los oficios de la
mañana y, "desde entonces, me concedió un conocimiento más
claro de Él, de suerte que empecé a corregirme de mis faltas mucho
más por la dulzura de Su amor que por temor de su justa cólera".
Los
cinco libros del "Heraldo de la a bondad de Dios"
(comúnmente llamados "Revelaciones de Santa Gertrudis"),
de los que la santa sólo escribió el segundo, contienen una serie
de visiones, comunicaciones y experiencias místicas, que han sido
ratificadas por muchos místicos y teólogos distinguidos.
La
santa habla de un rayo de luz, como una flecha, que procedía de la
herida del costado de un crucifijo. Cuenta también que su alma,
derretida como la cera, se aplicó al pecho del Señor como para
recibir la impresión de un sello y alude a un matrimonio espiritual
en que su alma fue como absorbida por el corazón de Jesús. Pero "la
adversidad es el anillo espiritual que sella los esponsales con
Dios".
Recuesta
la cabeza en el costado de Jesús
En
la fiesta de San Juan Evangelista, Santa Gertrudis tuvo una visión
de Nuestro Señor, quién le permitió descansar su cabeza en la
Llaga de Su costado. Al escuchar el palpitar de Su Corazón,
ella se tornó hacia San Juan, quién estaba también presente.
Santa
Gertrudis, le preguntó a San Juan por qué, habiendo reposado su
cabeza en el pecho de Jesús durante la última cena, no había
escrito nada para nuestra instrucción, sobre las profundidades y
movimientos del Sagrado Corazón de Jesús.
San
Juan le respondió: “Mi ministerio en ese tiempo en que la
Iglesia se formaba consistía en hablar únicamente sobre la Palabra
del Verbo Encarnado...... pero en los últimos tiempos, se les está
reservado la gracia de oír la voz elocuente del Corazón de Jesús.
A esta voz, el mundo, debilitado en el amor a Dios, se renovará, se
levantará de su letargo y una vez más, será inflamado en la llama
del amor divino”
Escritos
A
la santa se le atribuyen cinco libros que componen el "Heraldo
de la amorosa bondad de Dios" (Comúnmente llamados
"Revelaciones de Santa Gertrudis"). El primero fue escrito
por amigos íntimos de la santa después de su muerte, el segundo fue
escrito por la santa, y los restantes fueron compuestos bajo su
dirección.
Sus
escritos relatan visiones, comunicaciones y experiencias místicas.
Habla
de un rayo de luz, como una flecha, que procedía de la herida del
costado de un crucifijo. Cuenta también que su alma,
derretida como la cera, se aplicó al pecho del Señor como para
recibir la impresión de un sello y alude a un matrimonio espiritual
en el que su alma fue como absorbida por el corazón de Jesús.
Enseña al mismo tiempo que "la adversidad es el anillo
espiritual que sella los esponsales con Dios".
Se
le atribuyen además ciertas oraciones del siglo XVII.
Final
Santa
Gertrudis sufrió diez años de penosas enfermedades, y murió el 17
de Noviembre de 1301. Tenía alrededor de los cuarenta y cinco años.
Ni
Santa Gertrudis ni su hermana fueron canonizadas formalmente, pero
Inocencio XI introdujo el nombre de Gertrudis en el Martirologio
Romano en 1677. Clemente XII ordenó que se celebrase su
fiesta en toda la Iglesia de occidente.
Santa
Matilde, hermana de San Gertrudis, +1298
Santa
Matilde, que era quince años mayor que Santa Gertrudis y cantaba
como "un jilguero de Cristo", era también un alma mística.
A los cincuenta años, se enteró de que su discípula había ido
anotando cuidadosamente todas sus enseñanzas y cuanto oía contar
sobre sus experiencias. Matilde se alarmo al saberlo; pero el Señor
le comunicó que El mismo había inspirado a Gertrudis el deseo de
poner por escrito esos datos. Con ello, se serenó Santa Matilde y
aun corrigió personalmente el manuscrito.
Se trata de la obra
titulada "Libro de la Gracia Especial", o "Revelaciones
de Santa Matilde". Siete años más tarde, el 19 de noviembre de
1298, Cristo llamó a Sí a Santa Matilde; "ella le ofreció su
corazón y lo introdujo en el Suyo. Nuestro Señor trocó el corazón
de Matilde con el suyo y le dio la gloria eterna, donde esperamos que
con su intercesión nos alcanzará muchas gracias".
Santa
Matilde no ha sido nunca canonizada formalmente, pero se ha concedido
su fiesta a muchos conventos de religiosas benedictinas. Algunos
autores la identifican con la "Donna Matelda" del
purgatorio de Dante (cantos 27 y 28).
Ver
nuestra entrada el 16 de Octubre – Santa Margarita María Alacoque
Oración:
Te pedimos Señor que por intercesión de Santa Gertrudis y de Santa
Matilde su hermana, nos volvamos fervorosamente hacia tu Sagrado
Corazón, refugio cálido, seguro y apacible para nuestras vidas. Te
lo pedimos a Tí que reinas por Siempre. Amén.
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