jueves, 19 de noviembre de 2015

Quinta Feria, 19 de Noviembre



San Abdías Profeta

El nombre Abdías se deriva del hebreo Obhádhyah, que significa "sirviente, servidor, o adorador de Yahvé". Eso es cognado del nombre árabe `Ubaidallah (Obeidallah). En el Antiguo Testamento hay doce personas con este nombre, de las cuales el más importante es el profeta Abdías.

Abdías es el cuarto profeta menor y a quien se adjudica el más breve de los libros proféticos del antiguo testamento (contiene veintiún versículos). El título del libro es dedicado al nombre del autor. Sin embargo, recientemente algunos académicos consideran que debería ser reconocido como un apellido, debido a que comúnmente "sirviente de Yahvé" sería adjudicado sólo como apellido o sobrenombre, por otra parte, no se da ninguna otra distinción informativa acerca del escritor, quien es identificado como Abdías.

Es cierto que al carecer de información con autoridad, tanto judíos como cristianos han llegado a suplir libremente esa carencia en términos de autor, pero también queda la evidencia de que "no se conoce nada de Abdías, en términos de familia, período de vida, lugar de nacimiento, muerte y otras circunstancias que son desconocidas a nosotros" (Abbé Trochon, Les petits prophètes, 193). La única información identificable acerca del autor es que pertenecía al reino de Judá.

La breve profecía de Abdías trata casi exclusivamente con el destino de Edom, tal y como es dado a conocer en las primeras palabras. Dios ha convocado a las naciones contra Edom, que confía en su reacción rápida y dura, contundente, pero es en vano. Los ladrones la destruirían completamente (1-6). Los aliados y amigos han dado la espalda (7) y la sabiduría que cree poseer le fallará (8,9). Los castigos vendrán por la conducta mostrada hacia Judá, será cuando los extraños echen suertes sobre Jerusalén (10-11). Los resultados surgen a raíz de la conducta indigna (12-14). 

El día de Yahvé está cerca sobre todas las naciones.

Algunos de los párrafos escritos por este santo profeta para reflexionar:
03 La soberbia de tu corazón te engañó, a ti, que habitas en las hendiduras de la roca, que pones tu morada en las alturas, y dices en tu corazón: «¿Quién me precipitará por tierra?».
04 Aunque te encumbres como el águila, aunque coloques tu nido entre las estrellas, de allí te precipitaré -oráculo del Señor-.
13 ¡No entres por la puerta de mi pueblo en el día de su ruina! ¡No te regocijes, también tú, al ver su desgracia en el día de su ruina! ¡No extiendas tu mano hacia sus riquezas en el día de su ruina!
14 ¡No te apostes en las encrucijadas para exterminar a sus fugitivos! ¡No entregues a sus sobrevivientes en el día de la angustia!
15 ¡Porque está cerca el Día del Señor contra todas las naciones! Lo mismo que tú has hecho, se te hará a ti: ¡tu merecido recaerá sobre tu cabeza!
16 Sí, como ustedes bebieron sobre mi Montaña Santa, así beberán sin cesar todas las naciones: ¡beberán y se hartarán, y serán como si nunca hubieran existido!
17 Pero sobre la montaña de Sión habrá refugiados -ese será un lugar santo- y la casa de Jacob reconquistará sus posesiones.


Oración: Te pedimos Señor que por intercesión de tu profeta San Abdías, podamos echar fuera de nuestro corazón nuestra natural soberbia, y nunca buscar venganza sino sólo contentarnos en tu Divino Amor y tu Divina Justicia y Misericordia, que todo lo padeció y sufrió por nosotros. A Tí que vives eternamente. Amén.

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