Domingo
6 de diciembre
San Nicolás y los tres niños resucitados por su intercesión
San
Nicolás de Mira o de Bari
Obispo,
Sanador, Resucitador, Cuerpo Incorrupto
Su
legendaria caridad es el origen del personaje conocido universalmente
como "Santa Claus" o "Papá Noel".
Breve:
Obispo de Mira, en Licia (hoy Turquía), murió mediado el siglo IV y
fue venerado por toda la Iglesia, sobre todo desde el siglo X.
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Cinco Papas han llevado el nombre de Nicolás, pero el santo de nuestra historia no fue Papa sino obispo.
Cinco Papas han llevado el nombre de Nicolás, pero el santo de nuestra historia no fue Papa sino obispo.
Poco
se sabe con certeza de San Nicolás mas allá de los siguientes
datos: nació en Parara de Licia, una antigua provincia del Asia
Menor; en su juventud hizo una peregrinación a Egipto y Palestina.
Poco
tiempo después de su regreso fue nombrado obispo de Mira, capital de
Licia, junto al mar Mediterráneo; echado en prisión durante la
persecución de Diocleciano por confesar su fe, fue liberado al subir
al trono el emperador Constantino.
Posiblemente
San Nicolás participó en el Concilio de Nicea en el año 325, donde
se condenó la herejía arriana que ponía en duda la divinidad de
Jesucristo y se instituyó el credo Nicenciano, el cual es una fuente
para el credo posterior que se reza en las misas dominicales. Por
otra parte, su nombre no aparece en las antiguas listas de los
obispos que participaron en el concilio.
San
Metodio afirma que "gracias a las enseñanzas de Nicolás, la
metrópolis de Mira fue la única que no se contaminó con la herejía
arriana la cual rechazó firmemente, como si fuese un veneno
mortal". San Nicolás tomó también medidas severas
contra el paganismo y lo combatió incansablemente.
Su
celo por la justicia es legendario. Cuando el gobernador Eustacio
había sido sobornado para condenar a tres inocentes, Nicolás
se presentó en el momento de la ejecución, detuvo al verdugo, y
puso en libertad a los prisioneros. Reprendió entonces a
Eustacio, hasta que éste reconoció su crimen y se arrepintió.
En esa ocasión había presentes tres oficiales que más tarde, al
verse ellos mismos en peligro de muerte le rezaron a San Nicolás.
Esa misma noche el santo se apareció en sueños a Constantino y le
ordenó que pusiese en libertad a los tres inocentes.
Constantino
interrogó a los tres y al darse cuenta por ellos de que habían
invocado a San Nicolás, los envió libres al santo obispo con
una carta en la que le rogaba que orase por
la paz del mundo. Durante mucho tiempo ese fue el
milagro más famoso de San Nicolás, y prácticamente lo único que
se sabía de él en la época de San Metodio quién murió en el 847.
Devoción
a San Nicolás
Después
de su muerte el 6 de diciembre, de 345 o 352, creció su
devoción y aumentaron los reportes de sus milagros. Se
convirtió en el patrón de los niños y marineros. En el siglo VI,
el emperador Justiniano construyó una Iglesia en Constantinopla en
su honor. Su popularidad en esa ciudad (hoy día Estambul) se propagó
por todo el Cristianismo. Fue nombrado patrono de Rusia y,
gracias a los zares, su devoción aumentó hasta tener más iglesias
dedicadas a su nombre en Rusia que ningún otro santo fuera de la
Virgen María. Es interesante que San Nicolás es popular en Rusia
siglos antes de que fuera conocido en el continente Americano.
En
Alemania la devoción a San Nicolás comenzó bajo Otto II,
posiblemente por su esposa Theophano, quien era griega. El obispo
Reginald de Eichstaedt (991) escribió "Vita S. Nicholai."
El
9 de mayo de 1087 sus huesos fueron rescatados de Mira que había
caído bajo la invasión musulmana. Se llevaron a Bari, en la costa
adriática de Italia. Fue posiblemente en ese tiempo en que se
propagó su devoción en Italia donde se le conoce como San Nicolás
de Bari.
Sus
reliquias todavía se preservan en la Iglesia de San Nicola de Bari,
Italia. En Mira, se decía que "el
venerable cuerpo del obispo, embalsamado en el aceite de la virtud,
sudaba una suave mirra que le preservaba de la corrupción y curaba a
los enfermos, para gloria de aquél que había glorificado a
Jesucristo, nuestro verdadero Dios". El fenómeno no se
interrumpió con la translación de los restos; según se dice, un
aceite conocido como el Manna di S. Nicola, sigue brotando de su
cuerpo.
San
Nicolás es honrado como patrón en los siguientes lugares: Rusia;
Nápoles y Sicilia, Italia; Campen, Holanda; Freiburg en Suiza;
Lorena; la Diócesis de Liège; también en ciudades de Alemania,
Austria y Bélgica.
En
diferentes lugares es patrón de marineros, mercantes, panaderos,
niños y viajeros. Los marineros del mar Egeo y los del Jónico,
siguiendo la costumbre del oriente, tienen una "estrella de San
Nicolás" y se desean buen viaje con estas palabras: "que
San Nicolás lleve tu timón". Su imagen se representa en el
arte en diferentes formas según sus milagros.
En
Demre (Turquía), la Basílica de San Nicolás está ahora en ruinas
y hay dudas sobre cual es su tumba original. Ya no quedan
cristianos en la ciudad, pero los negociantes musulmanes han fundado
una organización caritativa en su honor que cada año da un premio
de paz.
De San
Nicolás a "Santa Claus"
Tratándose
de un santo muy popular no faltaron las maravillosas historias que se
acumularon a través de los siglos..
Leyenda
de los marineros.
Durante una hambruna, el santo pidió que se organice una flota para llevar grano a un pueblo que sufría hambre. La flota sobrevivió una terrible tormenta gracias a la bendición del obispo. En otra ocasión, San Nicolás convenció a unos mercaderes para que entregasen todos los alimentos que tuviesen en su barca. Al llegar a su destino, estos encontraron todos los alimentos en su lugar original.
Durante una hambruna, el santo pidió que se organice una flota para llevar grano a un pueblo que sufría hambre. La flota sobrevivió una terrible tormenta gracias a la bendición del obispo. En otra ocasión, San Nicolás convenció a unos mercaderes para que entregasen todos los alimentos que tuviesen en su barca. Al llegar a su destino, estos encontraron todos los alimentos en su lugar original.
Leyenda
de las tres doncellas
Se cuenta que en la diócesis de Mira un vecino de San Nicolás se encontraba en tal pobreza que se decidió a exponer a sus tres hijas vírgenes a la prostitución para sacar de ese vil mercado el sustento para él y para ellas.... Sin dinero no podían pagar la dote de una, por lo que ninguna se podía casar. Para evitar aquel inhumano lenocinio, San Nicolás tomó una bolsa con monedas de oro y, al amparo de la oscuridad de la noche, la arrojó por la chimenea de la casa de aquel hombre. Con el dinero se casó la hija mayor. San Nicolás hizo lo mismo para favorecer a las otras dos hermanas. En la segunda ocasión, tras ser tirada la bolsa sobre la pared del patio de la casa del pobre, esta se enredó en la ropa que se tendía para secar... El padre se puso al acecho en la ventana, descubrió a su bienhechor y le agradeció su caridad.
Se cuenta que en la diócesis de Mira un vecino de San Nicolás se encontraba en tal pobreza que se decidió a exponer a sus tres hijas vírgenes a la prostitución para sacar de ese vil mercado el sustento para él y para ellas.... Sin dinero no podían pagar la dote de una, por lo que ninguna se podía casar. Para evitar aquel inhumano lenocinio, San Nicolás tomó una bolsa con monedas de oro y, al amparo de la oscuridad de la noche, la arrojó por la chimenea de la casa de aquel hombre. Con el dinero se casó la hija mayor. San Nicolás hizo lo mismo para favorecer a las otras dos hermanas. En la segunda ocasión, tras ser tirada la bolsa sobre la pared del patio de la casa del pobre, esta se enredó en la ropa que se tendía para secar... El padre se puso al acecho en la ventana, descubrió a su bienhechor y le agradeció su caridad.
Se
narra también que San Nicolás resucitó a tres niños que habían
sido asesinados y desechados en un barril de sal. Las antiguas
leyendas de los niños y los regalos por la chimenea y las medias
dieron lugar en Alemania, Suiza y los Países Bajos a la leyenda del
"niño obispo" y sobre todo a la costumbre de que San
Nicolás trae secretamente regalos para los niños el 6 de diciembre,
día en que la Iglesia celebra su fiesta. Dicha costumbre
fue popularizada en los Estados Unidos por los protestantes
holandeses de Nueva Amsterdam, que convirtieron al santo "papista"
en un mago nórdico. Su nombre fue abreviado, no solo a San Nic, sino
también a Sint Klaes o Santa Claus.
Lamentablemente
el Santa Claus moderno ha sido paganizado. La
mitra de obispo fue remplazada por el hoy famoso gorro rojo, su cruz
pectoral desapareció por completo. Se mudó de Turquía al Polo
Norte, de donde viene por la nieve con venados.
El
Santa Claus pagano cautivó la imaginación de agentes publicitarios
en el occidente. Como San Nicolás era obispo, se le representa
vestido en rojo. Eso le gustó a los magnates de la Coca Cola ya que
ese es también el color publicitario de esa corporación. Comenzaron
a usarlo en una campaña publicitaria pre Navideña .
Hoy
día, "Santa Claus" se utiliza para vender toda clase de
cosas y casi nadie recuerda su verdadera historia. Es
hora que los cristianos recuperemos nuestro santo y le enseñemos a
nuestros niños que la Navidad es la celebración del Nacimiento de
Dios hecho niño. Recordemos pues que San Nicolás fue un santo
obispo que se preocupaba por los pobres, especialmente los niños, y
se hizo famoso por su caridad.
San
Nicolás, Obispo, murió el 6 de diciembre, del 345 o 352.
Padre
Jordi Rivero, 11/1998
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Oficio
de Lectura, 6 de Diciembre, San Nicolás, Obispo
Que la fuerza del amor supere el pesar por la muerte
De los tratados de san Agustín, obispo, sobre el evangelio de San Juan
Tratado 123, 5
Que la fuerza del amor supere el pesar por la muerte
De los tratados de san Agustín, obispo, sobre el evangelio de San Juan
Tratado 123, 5
Primero
pregunta el Señor lo que ya sabía, y no sólo una vez, sino dos y
tres veces: si Pedro le ama, y otras tantas veces le oye decir que le
ama, y otras tantas veces no le recomienda otra cosa sino que
apaciente sus ovejas.
A la triple negación corresponde la triple confesión, para que la lengua no fuese menos esclava del amor que del temor, y para que no pareciese que la inminencia de la muerte le obligó a decir más palabras que la presencia de la vida. Sea servicio del amor el apacentar la grey del Señor, como fue señal del temor la negación del Pastor.
Los que apacientan las ovejas de Cristo con la disposición de que sean suyas y no de Cristo demuestran que se aman a sí mismos y no a Cristo.
Contra estos tales nos ponen continuamente en guardia estas palabras de Cristo, como también las del Apóstol, quien se queja de los que buscan sus propios intereses, no los de Jesucristo.
Pues qué significa: ¿Me amas? Apacienta mis ovejas, sino lo siguiente: «Si me amas, no pienses en apacentarte a ti mismo, sino a mis ovejas; apaciéntalas como mías, no como tuyas; busca mi gloria en ellas, no la tuya; mi propiedad, no la tuya; mis intereses, y no los tuyos; no te encuentres nunca en compañía de aquellos que pertenecen a los tiempos peligrosos, puesto que se aman a sí mismos y aman todas aquellas cosas que se deducen de este mal principio».
Los que apacientan las ovejas de Cristo que no se amen a sí mismos, para que no las apacienten como propias, sino como de Cristo.
El defecto que más deben de evitar los que apacientan las ovejas de Cristo consiste en buscar sus intereses propios, y no los de Jesucristo, y en utilizar para sus propios deseos a aquellos por quienes Cristo derramó su sangre.
El amor de Cristo debe crecer hasta tal grado de ardor espiritual en aquel que apacienta sus ovejas, que supere también el natural temor a la muerte, por el que no queremos morir aun cuando queremos vivir con Cristo.
Pero, por muy grande que sea el pesar por la muerte, debe ser superado por la fuerza del amor hacia aquel que, siendo nuestra vida, quiso padecer hasta la misma muerte por nosotros.
Pues, si en la muerte no hubiera ningún pesar, o éste fuera muy pequeño, no sería tan grande la gloria de los mártires. Pero, si el buen Pastor, que dio su vida por sus ovejas, suscitó tantos mártires suyos de entre sus ovejas, ¿cuánto más deben luchar hasta la muerte, por la verdad, y hasta derramar la sangre, contra el pecado, aquellos a quienes Cristo encomendó apacentar sus ovejas, es decir, el instruirlas y gobernarlas?
Por esta razón, y ante el ejemplo de la pasión de Cristo, ¿quién no comprende que son los pastores quienes más deben imitarlo, puesto que muchas de sus ovejas lo han imitado, y que bajo el cayado del único Pastor, y en un solo rebaño, los mismos pastores son también ovejas. A todos hizo ovejas suyas, ya que por todos padeció, pues él mismo, para padecer por todos, se hizo oveja.
A la triple negación corresponde la triple confesión, para que la lengua no fuese menos esclava del amor que del temor, y para que no pareciese que la inminencia de la muerte le obligó a decir más palabras que la presencia de la vida. Sea servicio del amor el apacentar la grey del Señor, como fue señal del temor la negación del Pastor.
Los que apacientan las ovejas de Cristo con la disposición de que sean suyas y no de Cristo demuestran que se aman a sí mismos y no a Cristo.
Contra estos tales nos ponen continuamente en guardia estas palabras de Cristo, como también las del Apóstol, quien se queja de los que buscan sus propios intereses, no los de Jesucristo.
Pues qué significa: ¿Me amas? Apacienta mis ovejas, sino lo siguiente: «Si me amas, no pienses en apacentarte a ti mismo, sino a mis ovejas; apaciéntalas como mías, no como tuyas; busca mi gloria en ellas, no la tuya; mi propiedad, no la tuya; mis intereses, y no los tuyos; no te encuentres nunca en compañía de aquellos que pertenecen a los tiempos peligrosos, puesto que se aman a sí mismos y aman todas aquellas cosas que se deducen de este mal principio».
Los que apacientan las ovejas de Cristo que no se amen a sí mismos, para que no las apacienten como propias, sino como de Cristo.
El defecto que más deben de evitar los que apacientan las ovejas de Cristo consiste en buscar sus intereses propios, y no los de Jesucristo, y en utilizar para sus propios deseos a aquellos por quienes Cristo derramó su sangre.
El amor de Cristo debe crecer hasta tal grado de ardor espiritual en aquel que apacienta sus ovejas, que supere también el natural temor a la muerte, por el que no queremos morir aun cuando queremos vivir con Cristo.
Pero, por muy grande que sea el pesar por la muerte, debe ser superado por la fuerza del amor hacia aquel que, siendo nuestra vida, quiso padecer hasta la misma muerte por nosotros.
Pues, si en la muerte no hubiera ningún pesar, o éste fuera muy pequeño, no sería tan grande la gloria de los mártires. Pero, si el buen Pastor, que dio su vida por sus ovejas, suscitó tantos mártires suyos de entre sus ovejas, ¿cuánto más deben luchar hasta la muerte, por la verdad, y hasta derramar la sangre, contra el pecado, aquellos a quienes Cristo encomendó apacentar sus ovejas, es decir, el instruirlas y gobernarlas?
Por esta razón, y ante el ejemplo de la pasión de Cristo, ¿quién no comprende que son los pastores quienes más deben imitarlo, puesto que muchas de sus ovejas lo han imitado, y que bajo el cayado del único Pastor, y en un solo rebaño, los mismos pastores son también ovejas. A todos hizo ovejas suyas, ya que por todos padeció, pues él mismo, para padecer por todos, se hizo oveja.
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Oración:
Te pedimos Señor que por intercesión de San Nicolás de
Mira, nuestro querido Santa Claus, pueda ser un ejemplo de Amor
desinteresado para nuestros pastores, y así el rebaño se encuentre
protegido contra cualquier peligro de ser invadido por el siempre
latente paganismo en el corazón de la Humanidad. Y también para que
a imitación del emperador Constantino, podamos siempre invocar la
Paz Mundial al cuidado del amado Obispo de Mira.
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