Cuarta
Feria, 30 de diciembre
San Sabino de Asís
Obispo y Mártir
Siglo III
Latín:
"De la región sabina". Vivió en la antigua Etruria,
región italiana y murió en la persecución de Diocleciano el año
303.
Al
resistirse a apostatar de su fe, el gobernador Venustiano ordenó que
le fueran cortando las manos, y lo llevaran así a la cárcel.
En
ella le devolvió la vista a un ciego. El propio gobernador
Venustiano fue a ver si era verdad. Y no solamente le curó la vista,
sino también el alma en cuanto que el curado le pidió que lo
bautizara porque quería ser cristiano. Y no solamente a él sino
también a su mujer e hijos.
Una
vez que llegó a Roma la noticia de que se habían convertido, el
emperador le quitó el mando al gobernador Venustiano, y le encargó
al recién nombrado que acabase con el obispo y con éste. Ambos
fueron llevados a Espoleto, y apaleados hasta que murieron.
Suele
presentársele como obispo con varios atributos: la mitra, el báculo,
un ídolo roto, y una o ambas manos cortadas (en un plato o a sus
pies).
Oración:
Te pedimos Señor que por los méritos e intercesión del
Obispo San Sabino, nuestra vista y manos sirvan siempre para la
gloria de tu Reino. A Tí Señor que eres cabeza de la Iglesia, y
nosotros tus humildes miembros. Amén.
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