lunes, 24 de junio de 2019


Segunda Feria, 24 de junio

LA NATIVIDAD DE SAN JUAN BAUTISTA

San Juan Bautista Niño - Pintura de Murillo

La voz del que clama en el desierto

Precursor del nacimiento, y de la muerte de Cristo

Precursor, Profeta y Bautista

Martirio de San Juan: 29 de agosto
Hijo de Zacarías e Isabel; pariente de la Virgen María, es el precursor de Jesucristo. En esta misión, se entrega totalmente, viviendo en penitencia, austeridad y celo por las almas.

Bautizó a Jesús en el Jordán. Es el último, y más grande de los profetas del Antiguo Testamento, ya que es el puente, con el Nuevo Testamento. Murió Mártir.

Antes de la venida de Jesús, Juan proclamaba un bautismo de arrepentimiento [Hechos 13:24]. Juan fue enviado, a cumplir la profecía de Malaquías [Mal. 3:1; Lk. 1:76; Lk. 3:15-8; Mk. 1:4; Acts 19:4]

La humildad de Juan, hizo posible que Dios, hiciera grandes cosas, por medio de él, Cf. Hechos 13:25.

"Conviene que Él (Jesús) crezca, y que yo disminuya" -San Juan Bautista.

Leemos en el Catecismo:

717 "Hubo un hombre, enviado por Dios, que se llamaba Juan. (Juan 1, 6). Juan fue "lleno del Espíritu Santo, ya desde el seno de su madre" (Lucas 1, 15. 41) por obra del mismo Cristo, que la Virgen María, acababa de concebir del Espíritu Santo. La "visitación" de María a Isabel, se convirtió así, en "visita de Dios a su pueblo" (Lucas 1, 68).

718 Juan es "Elías que debe venir" (Mateo 17, 10-13): El fuego del Espíritu lo habita, y le hace correr delante [como "precursor"], del Señor que viene. En Juan el Precursor, el Espíritu Santo, culmina la obra de "preparar al Señor, un pueblo bien dispuesto" (Lc 1, 17).

719 Juan es "más que un profeta" (Lucas 7, 26). En él, el Espíritu Santo consuma, el "hablar por los profetas". Juan termina el ciclo de los profetas, inaugurado por Elías (cf. Mateo 11, 13-14). Anuncia la inminencia, de la consolación de Israel; es la "voz" del Consolador que llega (Juan 1, 23; cf. Isaías 40, 1-3).

Como lo hará el Espíritu de Verdad, "vino como testigo, para dar testimonio de la luz" (Juan 1, 7;cf. Juan 15, 26; 5, 33). Con respecto a Juan, el Espíritu colma así, las "indagaciones de los profetas", y la ansiedad de los ángeles (1 Pedro 1, 10-12): "Aquél sobre quien veas, que baja el Espíritu, y se queda sobre Él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo ... Y yo lo he visto, y doy testimonio, de que éste es el Hijo de Dios ... He ahí el Cordero de Dios" (Juan 1, 33-36).

720 En fin, con Juan Bautista, el Espíritu Santo inaugura, prefigurándolo, lo que realizará con y en Cristo: volver a dar al hombre, la "semejanza" divina. El bautismo de Juan, era para el arrepentimiento, el del agua; y del Espíritu será un nuevo nacimiento (cf. Jn 3, 5).

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Hoy renovemos juntos nuestras promesas bautismales con fervor:

¿Renunciamos a Satanás, esto es:
al pecado, como negación de Dios;
al mal, como signo del pecado en el mundo;
al error, como ofuscación de la verdad;
a la violencia, como contraria a la caridad;
al egoísmo, como falta de testimonio del amor?.

R/. ¡Sí, renunciamos!.

¿Renunciamos a sus obras, que son:
sus envidias y odios;
sus perezas e indiferencias;
sus cobardías y complejos;
sus tristezas y desconfianzas;
sus materialismos y sensualidades;
sus injusticias y favoritismos;
sus faltas de fe, de esperanza y de caridad?

R/. ¡Sí, renunciamos!.

¿Renunciamos a todas sus seducciones, como pueden ser:
el creernos superiores;
el estar muy seguros de nosotros mismos;
el creer que ya están convertidos del todo?

R/. ¡Sí, renunciamos!.

¿Renunciamos a los criterios y comportamientos materialistas que consideran:
el dinero, como la aspiración suprema de la vida;
el placer ante todo;
el negocio como valor absoluto;
la propia conveniencia, por encima del bien común?.

R/. ¡Sí, renunciamos!.

¿Creemos en Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra?

R/. ¡Sí, creemos!.

¿Creemos en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que nació de Santa María Virgen, murió, fue sepultado, resucitó de entre los muertos, y está sentado a la derecha del Padre?.

R/. ¡Sí, creemos!.

¿Creemos en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, en la comunión de los Santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de los muertos, y en la vida eterna?.

R/. ¡Sí, creemos!.

Ésta es nuestra fe, ésta es la fe de la Iglesia, la que nos gloriamos de profesar, en Jesucristo nuestro Señor.

R/. ¡Amén!.

Oración Final: Dios Todopoderoso y Eterno, que cuando éramos niños, e hicimos la primera afirmación consciente, de las promesas bautismales, dadas en primera instancia por nuestros padres y padrinos, pensábamos que era sencillo cumplirlas, pero ahora sabemos, por la experiencia de vida, que ellas nos llevan inexorablemente a la exclusión, en muchos ámbitos sociales y laborables, incluso hasta a nuestro linchamiento social, de manera abierta o solapada, incluso dentro de la propia Iglesia; y que hasta puede concluir con nuestro martirio, si ocupamos cargos públicos o privados de relevancia, dános las fuerzas de tu Espíritu Santo, para reafirmarlas, una y otra vez con vuestra Fortaleza, Ciencia y Consejo, todos los días de nuestra Vida. A Tí Señor, por quien se abrieron los Cielos en tu Bautismo, ábrenos el Camino de nuestra Iluminación, y Purificación Interior. Amén.

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