miércoles, 5 de diciembre de 2018


Cuarta Feria, 5 de Diciembre

San Sabas, Abad


Padre del Desierto

Año 532

San Sabas, uno de los monjes más famosos de la antigüedad, nació en Turquía, en el año 439. Su padre era comandante del ejército, quien partió a lejanas tierras, y lo dejó confiado a un tío. Pero éste lo trataba muy mal, y el niño de ocho años, se fue adonde vivía otro tío.

Mas el segundo se peleó con el primero, exigiendo que le debían pasar a él, la herencia del niño, si querían que lo educara. Entonces, el joven Sabas, amigo de la paz, se fue a un monasterio.

Después, los dos tíos se arrepintieron, de lo mal que lo habían tratado, y lo llamaron a que administrara sus cuantiosos bienes, pero él permaneció firme, en su llamada al monasterio.

Después de varios años, de vida monacal ejemplar, partió a Jerusalén para ser discípulo de los monjes anacoretas. A varios kilómetros de Jerusalén, se hizo una celda, cerca de otros monjes, y se dedicó a una vida de oración y penitencia.

Como era el más joven y forzudo de los monjes, acarreaba el agua desde lejos, conseguía la leña, y trabajaba diez horas al día, haciendo canastos para vender, y con eso conseguir los alimentos, para los más ancianos y débiles. Había días, en que tejía hasta diez canastos.

El más estricto y santo de los monjes de los alrededores, San Eutimio, lo invitó a irse a pasar los 40 días de la cuaresma, en el desierto donde ayunó Jesús, y a dedicarse allí a ayunar ellos también. Sabas empezó con gran fervor, pero a los pocos días, cayó desvanecido de tanta sed, a causa del intenso calor.

San Eutimio oró con fe, y apareció por allí cerca, un surtidero de agua, y así logró no morir de deshidratación. Después de muerto San Eutimio, repitió Sabas muchas veces en su vida, la práctica de pasar, los 40 días anteriores a la Semana Santa, ayunando en el desierto donde ayunó Jesús. Es una terrible penitencia, que sólo resisten, quienes tienen una gran resistencia física.

Sabas pasó cuatro años seguidos en el desierto, sin hablar con nadie en el valle de Cedrón, en una gruta solitaria, a donde entraba, por una pequeña escalera hecha con lazos. Por lo visto, esa escalera reveló su escondite a otros monjes, deseosos como él de soledad, y en poco tiempo, como en un gran panal, esas grutas inhóspitas en la pared rocosa, se poblaron de solitarios, pero no ociosos habitantes.

Llegó a guiar a 150 monjes, en la proximidad del Mar Muerto. Como por allí faltaba el agua, un día el santo, al observar los movimientos de un asno, mandó excavar en ese sitio, y apareció una fuente de agua, que dio de beber a muchas gentes por siglos.

Así nació la Grande Laura, esto es, uno de los más originales monasterios, de la antigüedad cristiana. Sabas, con mucha paciencia, y al mismo tiempo, con indiscutible autoridad, gobernó ese creciente ejército de ermitaños, organizándolos según las reglas de vida eremítica, ya establecidas un siglo antes, por San Pacomio.

San Sabas, a pesar de su predilección, por el total aislamiento del mundo, no rehuyó sus compromisos sacerdotales. Fundó otros monasterios, entre ellos uno en Emaús, y tomó parte activa en la lucha contra la herejía de los monofisitas, llegando al punto de movilizar a todos sus monjes, en una expedición, para oponerse a la toma de posesión de un obispo hereje, enviado a Jerusalén por el emperador Anastasio.

Para que la guía del santo abad, tuviera un punto de referencia en la autoridad del Obispo, el patriarca de Jerusalén, lo ordenó sacerdote en el año 491, y fue nombrado jefe de todos los monjes de Tierra Santa. Con la herencia que le dejaron sus padres, construyó dos hospitales.

Por tres veces, fue enviado a Constantinopla, residencia del emperador, a obtener que éste no apoyara a los herejes, y que favoreciera a la Tierra Santa. La primera vez, como iba vestido tan pobremente, que los guardias del palacio, dejaron entrar a los demás enviados, menos a él.

Pero cuando se leyó la carta del Arzobispo de Jerusalén, en la cual le recomendaba a Sabas, como el más santo de los monjes, el emperador preguntó por él, y tuvieron que salir a buscarlo. Lo encontraron en un rincón, dedicado a la oración.
El emperador ofreció a los visitantes, que pidieran los regalos que quisieran. Cada uno, pidió para sí mismo lo que quiso, pero Sabas dijo que él no deseaba nada para su uso personal, pero que lo que pedía, era que el emperador no ayudara a los herejes, y que concediera varias ayudas, que estaban necesitando mucho en Palestina, y que pusiera un puesto de policía, cerca de donde estaban los monjes, para que los defendieran de los asaltantes.

San Sabas, puso en escena una representación de mímicas, para demostrar con la evidencia de las imágenes coreográficas, la triste condición del pueblo palestino, agobiado por pesados impuestos, y uno en particular que perjudicaba a los comerciantes, pero sobre todo al pueblo. Todo esto se lo concedió el mandatario.

San Sabas, llegó a dirigir personalmente a muchísimos monjes, y entre sus dirigidos, hay cinco santos canonizados, entre ellos San Juan Damasceno, San Teodoro y otros.
A los noventa y cuatro años de edad, siendo famoso en todo Oriente, y habiendo gastado gran parte de su vida en oración, meditación y dirección espiritual, murió el 5 de diciembre del año 532. Toda la región quiso honrarlo, con espléndidos funerales.

En Roma, en el siglo VII, por obra de los monjes griegos, surgieron sobre el monte Aventino, un monasterio y una basílica, dedicados a su memoria, del que toma el nombre el barrio.

Su monasterio, cerca del Mar Muerto, es uno de los tres monasterios más antiguos, que existen en el mundo. La fuente que hizo brotar, todavía surte de agua a los alrededores, y las palmeras, hijas de las que él mismo sembró, aún siguen alimentando con sus dátiles, a los monjes que allí viven santamente.

La vida de los santos está llena de frutos, dichosos los que se arriman a ellos, con el corazón abierto.

Fue uno de los santos más influyentes y significativos, del anacoretismo en Oriente.

Nota: El Monofisismo, es una doctrina teológica que sostiene que en Jesús sólo está presente la naturaleza divina, pero no la humana.

Testimonio Personal: El 5 de Diciembre de 1991 nacía PATH S.A. La empresa de software y conectividad que fundé, con más entusiasmo que cordura. Tuvo una destacada actuación en dos importantes universidades de Buenos Aires. Luego devino ahora en una editorial electrónica. Pasamos etapas muy parecidas a la vida en desierto. Por momentos había abundancia, y por largos períodos una terrible escasez. Pero nunca faltó nada, y mucho tiempo después supe que el 5 de Diciembre, era la fiesta de este gran Padre del Desierto, y que siempre estuvimos bajo su protección sin saberlo. ¡Gracias San Sabas por estos 27 años!. ¡Que bajo tu protección hayan muchos más!. Amén.

Oración: Te pedimos Señor y Dios nuestro, que por los méritos e intercesión de San Sabas, pueda haber Paz y Concordia en Tierra Santa, en Siria y en toda Palestina, y de esta manera sus habitantes glorifiquen con el Perdón Mutuo, el suelo que tus divinos pies hollaron, y lo harán nuevamente en el fin de los Tiempos. A Tí que Vives y Reinas, por los Siglos de los Siglos. Amén.

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