miércoles, 16 de noviembre de 2016

16 de noviembre

SAN ROQUE GONZALEZ DE SANTA CRUZ S.J.


Mártir (1576-1628)

Corazón Incorrupto

Ejemplo de amor ardiente a Jesucristo, evangelizador y fundador de las primeras Reducciones Jesuíticas. Su corazón incorrupto y el hacha del martirio están en la Capilla de los Mártires en el colegio de Cristo Rey, Asunción, Paraguay

La imagen del santo muestra sus grandes amores:
1-Su amor a Jesucristo significado por el corazón del santo traspasado por una flecha que recuerda su martirio, y el Corazón de Jesús el cual también fue traspasado.
2-En sus manos lleva la imagen de la Stma. Virgen de Caacupé, patrona de Paraguay, para que todos la conozcan y amen.
3-Su sotana representa su vida religiosa de pobreza, castidad y obediencia como sacerdote jesuita, siempre fiel a la Iglesia.

Nacido en Asunción, Paraguay, en 1576. Desde joven demostró una gran piedad, ya que a los 14 años dirigió una procesión por el bosque en honor a la Eucaristía.
Fue ordenado sacerdote a la edad de 22 años, y poco después fue nombrado párroco de la catedral de Asunción, por el Obispo Martín Ignacio de Loyola.

El 9 de mayo de 1609, San Roque entró en la Compañía de Jesús, y dos años más tarde fue nombrado superior de la primera Reducción de Paraguay, San Ignacio Guazú. En la plaza de esta ciudad existe hoy una enorme estatua en su honor.

El deseo de llevar el evangelio a todo el mundo lo animaba a seguir adelante. El 22 de marzo de 1615 fundó una reducción en Itapúa (actual ciudad de argentina de Posadas), la cual pronto se trasladó a la otra orilla del río, en lo que es hoy Encarnación, Paraguay. Por eso se le reconoce como fundador y patrono de ambas ciudades. Otras dos Reducciones fundadas por San Roque González son: Concepción (1619) y Candelaria (1627).

Gran amante de la Virgen María. Con ella conquistaba corazones para Cristo. Por eso le llamaba "conquistadora". Se cuenta que muchas veces con solo levantar el cuadro de la imagen de nuestra Señora, los indios admiraban la belleza de María, y sin pronunciar palabras se convertían.

Martirio
El 15 de noviembre de 1628, celebró la Santa Misa cerca de Caaró (hoy día en Brasil), donde se planeaba una nueva reducción. Allí fue asesinado por un cacique llamado Nezú. Los asaltantes quemaron su cuerpo, pero milagrosamente quedó intacto el corazón.

Para gran asombro de los asesinos, el corazón del santo les habló haciéndoles ver lo que habían hecho e invitándoles al arrepentimiento. Este corazón tan lleno del amor divino para todos los hombres, se mantuvo incorrupto. Cinco años más tarde fue llevado a Roma junto con el instrumento del martirio: un hacha de piedra.

El corazón de San Roque y el hacha fueron trasladados a Paraguay en 1960 tras una breve estancia en Argentina. Ahora están expuestos en la Capilla de los Mártires en el colegio de Cristo Rey, Asunción, Paraguay. En la misma capilla hay una placa con los nombres de 23 misioneros jesuitas martirizados en la región.

Es de notar que ninguno murió a manos de los indios guaraníes de las Reducciones sino por miembros de otras tribus que no les conocían o de los "paulistas".

Estos últimos eran cazadores de esclavos procedentes de San Paulo, Brasil, que tenían a los padres jesuitas por enemigos, por su defensa de los indios.

La visión de San Roque sobre las Reducciones se conserva en una carta a su hermano Francisco: "Nosotros trabajamos por la justicia. Los indios necesitan estar libres de la esclavitud y de la dura servidumbre personal, en la que ahora se encuentran. En justicia ellos están exentos de esto por ley natural, divina y humana".

En 1931 Roque de Santa Cruz y sus dos compañeros mártires, Alonso Rodríguez y Juan del Castillo, fueron beatificados.

San Roque fue canonizado por Su Santidad Juan Pablo II en su visita al Paraguay, en la ciudad de Asunción, Mayo de 1988. Es el primer Santo Paraguayo, e inspiración para toda la humanidad.

Bibliografía: Furlong Cardiff, Guillermo Misiones y sus Pueblos de Guaraníes. Segunda Edición, 1978.

Ver nuestra entrada el 14 de Noviembre – San José Pignatelli


Oración: Te pedimos Señor, que por intercesión de San Roque, el trabajo sea santificado en todas partes, considerándose un derecho el ofrecerlo con respeto y dignidad, y a su vez un deber de aceptarlo con libertad y lealtad. Que sea despojado de sus relaciones brutales y materialistas, y sea visto como un anticipo de la participación en los bienes celestiales, al saber compartir las riquezas de la Tierra. Que el corazón de San Roque y de nuestro Señor Jesucristo, presidan siempre las relaciones laborales. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario