12 de Septiembre
El Dulce
Nombre de María
España fue la primera en obtener de la Santa Sede autorización para celebrar la fiesta del Dulce Nombre de María. Esto acaeció en el año 1513. El Papa Inocencio XI decretó, el 25 de noviembre de 1683, que toda la Iglesia celebrara solemnemente esta fiesta en agradecimiento por la victoria en la batalla de Viena acaecida el mismo año. Los polacos, bajo el mando de Juan Sobieski, derrotaron a los turcos y salvaron la ciudad de Viena, y detuvieron el avance de los turcos sobre Europa. También hoy los soldados de Cristo acudimos al dulce nombre de María.
En
la Historia de la Salvación es Dios quien impone o cambia el nombre
a los personajes a quienes destina a una misión importante. A Simón,
Jesús le dice: "Tú te llamas Simón. En adelante te llamarás
Kefá, Pedro, piedra, roca, porque sobre esta roca edificaré mi
Iglesia". María venía al mundo con la misión más alta, ser
Madre de Dios, y, sin embargo, no le cambia el nombre. Se llamará,
simplemente, MARIA, el nombre que tenía, y cumple todos esos
significados, pues como Reina y Señora la llamarán todas las
generaciones.
San Antonio de Padua hace esta comparación: "Así como antiguamente, según cuenta el libro de los Números, señaló Dios tres ciudades de refugio, a las cuales pudiera acogerse todo aquel que cometiese un homicidio involuntario, así ahora la misericordia divina provee de un refugio seguro incluso para los homicidas voluntarios: el nombre de María. Torre fortísima es el nombre de Nuestra Señora. El pecador se refugiará en ella y se salvará. Es nombre dulce, nombre que conforta, nombre de consoladora esperanza, nombre tesoro del alma. Nombre amable a los ángeles, terrible a los demonios, saludable a los pecadores y suave a los justos".
Que
el sabroso nombre de nuestra Madre, unido al de Jesús, selle
nuestros labios en el instante supremo, y ambos sean la contraseña
que nos abra de par en par las puertas de la gloria. Mi doctrina es
más dulce que la miel, y mi herencia más que la miel y el panal. Y
el nombre de la Virgen era María. Mi recuerdo por todas las
generaciones.
Oración:
Te pedimos Señor que por medio del Dulce Nombre de María podamos
preservar siempre en nuestras vidas la dignidad de ser cristianos,
testigos de tu luz y de tus enseñanzas de Camino, Verdad y Vida, a
imitación de Nuestra Madre. Amén.
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