1 de Mayo de 2024
San Ricardo Pampuri
(1897-1930)
“Fue
un médico que supo transformar la propia profesión, en misión de
caridad, y de un religioso que reprodujo en sí mismo, la figura del
verdadero hijo de San Juan de Dios"
HERMINIO
FELIPE PAMPURI, en religión Fr. Ricardo, décimo de once hijos,
nació el 2 de agosto de 1897, en Trivolzio (Pavia) de Inocencio y de
Angela Campari, y fue bautizado el día siguiente.
Huérfano
de madre a los tres años, fue acogido y educado en casa de los tíos
maternos en Torrino, a las afueras de Trivolzio. En 1907 murió en
Milán también su padre.
Completó su Escuela Elemental,
entre dos pueblos cercanos y los estudios medios en Milán, siendo
alumno interno, en el Colegio de San Agustín de Pavía. Después de
los Estudios del Liceo, se inscribió en la facultad de medicina de
la Universidad de Pavía.
Durante la primera guerra mundial,
hizo el servicio militar entre los años 1915-1920, prestando
servicios sanitarios en zona de guerra, primero como sargento, y
después como oficial aspirante de médico.
Se graduó en
medicina y cirurgía, con el máximo de puntuación, el 6 de julio de
1921, en la mencionada Universidad.
Después de un peritaje
junto a su tío médico, y una breve suplencia en la plaza médica de
Vernate, fue nombrado médico rural de Morimondo (Milán). En 1922
hizo laudablemente, un curso de perfeccionamiento en el Instituto
Obstétrico-ginecológico de Milán, y en 1923, el curso de
habilitación para oficial sanitario en la Universidad de Pavía.
Muy
pronto, comenzó a abrir la mente y el corazón a los ideales
cristianos de la santidad y del apostolado, y ya de niño hubiera
querido seguir la vida sacerdotal y misionera, pero fue siempre
disuadido por lo delicado de su salud.
Desde la adolescencia,
fue siempre y en todas partes, ejemplo claro de cristiano que, aún
viviendo en medio del mundo, profesó abiertamente y con coherencia
el mensaje evangélico, y practicó con generosa dedicación, las
obras de misericordia. Amaba la oración, y permanecía
constantemente, en íntima unión con Dios, aún durante su actividad
externa.
Asiduo a la Mesa Eucarística, permanecía largos
ratos, delante del sagrario, en profunda adoración. Muy devoto de la
Santísima Virgen María, la honraba con el rezo del Santo Rosario,
aún más de una vez al día.
Fue socio activo, y celoso
integrante del Círculo Universitario Severino Boecio de Pavía,
miembro de las Conferencias de San Vicente de Paúl, y terciario
franciscano.
Perteneció a la Acción Católica desde niño;
cuando llegó a Morimondo, fue para el párroco, un eficiente
colaborador: cofundador del Círculo de la Juventud de Acción
Católica, siendo su primer presidente, y organizador de una banda de
música.
Tanto el primero como la segunda, los puso bajo la
protección de San Pío X. También actuó como secretario de la
Comisión Misionera de la parroquia. Organizaba tandas de Ejercicios
Espirituales, en la " Villa del Sagrado Corazón" de los
Padres Jesuítas de Triuggio, para los jóvenes del Círculo, y para
los trabajadores del campo y obreros, cubriendo frecuentemente los
gastos, y hasta invitaba también a colegas suyos y amigos.
En
el ejercicio de su profesión, además de ser muy estudioso y
competente, trabajaba con admirable solicitud, generosidad y
caridad.
Visitaba a los enfermos, sin excusarse jamás, ni de
día ni de noche, en cualquier lugar del territorio médico rural que
le correspondía, aunque fuese el lugar de visita, muy poco
accesible. Siendo sus enfermos en gran parte pobres, les
proporcionaba las medicinas, dinero, alimentos, vestidos, ropa y se
extendía su caridad hasta a los trabajadores y necesitados, tanto de
Morimondo y sus alquerías, como de otros pueblos y localidades.
Por
eso, cuando después de casi seis años, dejó la Plaza médica
rural, para hacerse religioso, el sentimiento por haber perdido su
"doctorcito santo" fue vivísimo y general, hasta hacerse
eco en la prensa local.
El Dr. Pampuri, abrazó la vida
religiosa hospitalaria en la Orden de San Juan de Dios
(Fatebenefratelli), para poder así conseguir más expeditamente la
perfección evangélica, y al mismo tiempo, continuar el ejercicio de
la profesión médica, para el alivio del prójimo sufriente.
Habiendo entrado en la Orden en Milán, el 22 de junio de 1927,
después del año de Noviciado, cumplido en Brescia, emitió los
votos religiosos, el 24 de octubre de 1928.
Nombrado director
del Gabinete de Odontología, del Hospital de los Hermanos de San
Juan de Dios de Brescia, frecuentado preferentemente por gente pobre
y por obreros, Fr. Ricardo se prodigó incansablemente a su alivio,
con admirable caridad, ganándose la estima y la veneración, de toda
la población.
Durante su vida religiosa, Fr. Ricardo, igual
que en el mundo, fue para todos modelo de perfección y de caridad:
para los Hermanos, para los médicos, para los enfermos, para el
personal paramédico y auxiliar, y para tantos cuantos le trataban.
Ante todos, aparecía en concepto de santidad.
Acto seguido de
habérsele agravado la pleuritis, contraída durante el servicio
militar, degenerada en broncopulmonitis específica, el 18 de abril
de 1930, fue trasladado de Brescia a Milán, donde murió santamente
el 1 de mayo a los 33 años de edad "dejando el recuerdo de
un médico que supo transformar la propia profesión, en misión de
caridad, y de un religioso que reprodujo en sí mismo, la figura del
verdadero hijo de San Juan de Dios" (Decreto de la
heroicidad de sus virtudes, 12 junio 1978).
Después de su
muerte, la fama de santidad que se percibía durante su vida, se
difundió ampliamente en Italia primero, y después por Europa, y en
los otros continentes. Muchos fieles obtenían de Dios por su
intercesión, gracias portentosas y hasta milagrosas.
Aprobados
los dos milagros presentados, fue beatificado por Su Santidad Juan
Pablo II, el 4 de octubre de 1981.
Posteriormente, reconocida
como milagrosa, la curación ocurrida el 5 de enero de 1982, en
Alcadozo (Albacete, España) en favor del niño de 10 años, Manuel
Cifuentes Rodenas, por intercesión del Beato Ricardo Pampuri, fue
aprobado el milagro. En la festividad de Todos los Santos, 1 de
noviembre de 1989, es solemnemente canonizado.
"La
vida breve, pero intensa, del Fr. Ricardo Pampuri es un acicate para
todo el pueblo de Dios, pero especialmente para los jóvenes, los
médicos y los religiosos. A los jóvenes contemporáneos, dirige él
la invitación a vivir gozosamente, y con coraje, la fe cristiana: en
continua escucha de la Palabra de Dios, en coherencia generosa con
las exigencias del mensaje de Cristo, en la donación a los
hermanos.
A los médicos, sus colegas, les dirige la llamada,
para que desarrollen con entrega, su delicado arte médico,
desarrollado con los ideales cristianos, humanos y profesionales,
para que sea una auténtica misión de servicio social, de caridad
fraterna, de verdadera promoción humana.
A los
religiosos y a las religiosas, pero especialmente a aquellos y a
aquellas que, humilde y ocultamente, viven su consagración entre las
salas de los hospitales, y en las Casas de Cura, Fr. Ricardo
recomienda mantener el espíritu primigenio del propio Instituto, en
el amor de Dios y de los hermanos necesitados " (Homilía 4
octubre 1981).
El cuerpo de San Ricardo Pampuri se conserva y
es venerado, en la Iglesia parroquial de Trivolzio (Pavía), y su
fiesta se celebra el 1 de mayo.
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