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Diciembre
San
Gregorio, presbítero y mártir
(† a. 303)
Presbítero que murió mártir en la persecución de Diocleciano a comienzos del siglo IV.
En
su historia interviene un personaje llamado Flaco, que es el
encargado por el gobierno de Roma para poner orden en el Imperio, en
lo que concierne a la unidad de religión fundamento del orden
social.
Ha
pensado en su estrategia contra los rebeldes e inconformistas, de
cuya existencia en su territorio está bien informado: multiplicará
los dioses y obligará a prestarles adoración. Quienes no acaten la
orden con fidelidad serán aniquilados.
En
la península itálica, en la Umbria, concretamente en Spoleto, hay
un hombre llamado Gregorio, quien se ocupa en hacer el bien a los
demás, está interesado en poner remedio a las necesidades
económicas de los más pobres, y de hecho las remedia en la medida
que puede, da consuelo a los tristes, e incluso quema el tiempo
animando cuando alguien está desalentado. Es pacífico y en su vida
se advierte la rectitud.
Todos
lo tienen por hombre religioso. Incluso a los que quieren, les
descubre poco a poco los misterios de Dios, y lo que es más
llamativo aún, algunos le siguen, porque tanto su enseñanza como el
estilo de su vida tienen un atractivo poco común. Sí, hay un
no-sé-qué atrayente por su nobleza y altura de miras.
Pero
por lo que se ve que no agrada a todos. No quiere sacrificar a los
dioses. Tiene ideas distintas. Él no se acomoda a lo establecido. Es
acusado de "ser rebelde a los dioses". Afirma que sólo un
Dios merece adoración, y tan testarudo se muestra en su convicción
que, a pesar de las amenazas y vejaciones, está dispuesto incluso a
morir. De hecho así terminó su vida en el año 303.
Desobediente.
Inadaptado. Reaccionario. Indócil. Rebelde. Indisciplinado.
Agitador. Inconformista. Independiente. Parece que todos estos
calificativos tienen un contenido negativo. Pero, claro... hay que
saber contra qué o contra quien. Porque —a la postre y para ser
justos en el juicio— todo depende de a qué lado quede la verdad.
Quizá resulte que hay que cambiar el esquema, y se deban proponer
para premios Nobel precisamente a los que no se acomoden a los
croquis de la sociedad y vayan contra el "status".
No
siempre "ser como los demás" es signo de "estar en la
verdad".
Oración:
Te pedimos Señor que a imitación de San Gregorio, podamos ser los
cristianos Sal y Luz para nuestra sociedad, y así convertirnos en
tus dignos discípulos y permanecer en tu amistad, a Tí que no
temiste desafiar a las fuerzas imperantes en tu primera venida. Amén.
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