domingo, 6 de diciembre de 2020

 6 de diciembre

San Nicolás de Mira o de Bari

(Año 345)

Obispo, Sanador, Resucitador, Cuerpo Incorrupto

Patrón de los Niños y Marineros. Patrón también de Rusia

Los que apacientan las ovejas de Cristo, que no se amen a sí mismos, para que no las apacienten como propias, sino como de Cristo


San Nicolás, y los tres niños resucitados por su intercesión

Su legendaria caridad, es el origen del personaje, conocido universalmente como "Santa Claus", o "Papá Noel".

Breve: Obispo de Mira, en Licia (hoy Turquía); murió a mediados del siglo IV, y fue venerado por toda la Iglesia, sobre todo desde el siglo X.

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Cinco Papas han llevado el nombre de Nicolás, pero el santo de nuestra historia, no fue Papa sino obispo.

Poco se sabe con certeza de San Nicolás, mas allá de los siguientes datos: nació en Parara de Licia, una antigua provincia del Asia Menor; en su juventud, hizo una peregrinación a Egipto y Palestina.

Poco tiempo después de su regreso, fue nombrado obispo de Mira, capital de Licia, junto al mar Mediterráneo; echado en prisión, durante la persecución de Diocleciano, por confesar su fe, fue liberado al subir al trono el emperador Constantino.

Posiblemente San Nicolás, participó en el Concilio de Nicea en el año 325, donde se condenó la herejía arriana, que ponía en duda la divinidad de Jesucristo, y se instituyó el credo Nicenciano, el cual es una fuente para el credo posterior, que se reza en las misas dominicales. Por otra parte, su nombre no aparece en las antiguas listas de los obispos, que participaron en el concilio.

San Metodio afirma, que "gracias a las enseñanzas de San Nicolás, la metrópolis de Mira, fue la única que no se contaminó con la herejía arriana, la cual rechazó firmemente, como si fuese un veneno mortal". San Nicolás, tomó también medidas severas contra el paganismo, y lo combatió incansablemente.

Su celo por la justicia es legendario. Cuando el gobernador Eustacio, había sido sobornado para condenar a tres inocentes, San Nicolás se presentó en el momento de la ejecución, detuvo al verdugo y puso en libertad a los prisioneros.

Reprendió entonces a Eustacio, hasta que éste reconoció su crimen, y se arrepintió. En esa ocasión, había presentes tres oficiales, que más tarde, al verse ellos mismos en peligro de muerte, le rezaron a San Nicolás. Esa misma noche, el santo se apareció en sueños a Constantino, y le ordenó que pusiese en libertad a los tres inocentes.

Constantino interrogó a los tres, y al darse cuenta por ellos, de que habían invocado a San Nicolás, los envió libres al santo obispo, con una carta en la que le rogaba, que orase por la paz del mundo. Durante mucho tiempo, ese fue el milagro más famoso de San Nicolás, y prácticamente lo único que se sabía de él, en la época de San Metodio, quién murió en el año 847.

Devoción a San Nicolás

Después de su muerte, el 6 de diciembre del año 345 o 352, creció su devoción, y aumentaron los reportes de sus milagros. Se convirtió en el patrón de los niños y marineros.

En el siglo VI, el emperador Justiniano, construyó una Iglesia en Constantinopla, en su honor. Su popularidad en esa ciudad (hoy día Estambul), se propagó por todo el Cristianismo. 

Fue nombrado patrono de Rusia, y gracias a los zares, su devoción aumentó, hasta tener más iglesias dedicadas a su nombre en Rusia, que ningún otro santo, fuera de la Virgen María. Es interesante que San Nicolás, haya sido tan popular en Rusia, siglos antes de que fuese conocido en el continente Americano.

En Alemania, la devoción a San Nicolás comenzó bajo Otto II, posiblemente por su esposa Theophano, quien era griega. El obispo Reginald de Eichstaedt (991), escribió "Vita San Nicholai."

El 9 de mayo de 1087, sus huesos fueron rescatados de Mira, que había caído bajo la invasión musulmana. Se lo llevaron a Bari, en la costa adriática de Italia. Fue posiblemente en ese tiempo, en que se propagó su devoción en Italia, donde se le conoce como San Nicolás de Bari.

Sus reliquias, todavía se preservan en la Iglesia de San Nicola de Bari, Italia. En Mira, se decía que "el venerable cuerpo del obispo, embalsamado en el aceite de la virtud, sudaba una suave mirra, que le preservaba de la corrupción, y curaba a los enfermos, para gloria de aquél que había glorificado a Jesucristo, nuestro verdadero Dios". El fenómeno no se interrumpió con la traslación de los restos; según se dice, un aceite conocido como el Manna di S. Nicola, sigue brotando de su cuerpo.

San Nicolás es honrado como patrón, en los siguientes lugares: Rusia; Nápoles y Sicilia, Italia; Campen, Holanda; Freiburg en Suiza; Lorena; la Diócesis de Liège; también en ciudades de Alemania, Austria y Bélgica.

En diferentes lugares, es patrón de marineros, mercantes, panaderos, niños y viajeros. Los marineros del mar Egeo, y los del Jónico, siguiendo la costumbre del oriente, tienen una "estrella de San Nicolás", y se desean buen viaje, con estas palabras: "que San Nicolás lleve tu timón". Su imagen se representa en el arte, en diferentes formas, según sus milagros.

En Demre (Turquía), la Basílica de San Nicolás, está ahora en ruinas, y hay dudas sobre cual es su tumba original. Ya no quedan cristianos en la ciudad, pero los negociantes musulmanes, han fundado una organización caritativa en su honor, que cada año da un premio de paz.

De San Nicolás a "Santa Claus"

Tratándose de un santo muy popular, no faltaron las maravillosas historias, que se acumularon a través de los siglos.

Leyenda de los marineros.

Durante una hambruna, el santo pidió que se organice una flota, para llevar grano a un pueblo, que sufría hambre. La flota sobrevivió a una terrible tormenta, gracias a la bendición del obispo. En otra ocasión, San Nicolás convenció a unos mercaderes, para que entregasen todos los alimentos, que tuviesen en su barca.  Al llegar a su destino, estos encontraron todos los alimentos, en su lugar original. 

Leyenda de las tres doncellas

Se cuenta que en la diócesis de Mira, un vecino de San Nicolás, se encontraba en tal pobreza, que se decidió a exponer a sus tres hijas vírgenes a la prostitución, para sacar de ese vil mercado, el sustento para él y para ellas.

Sin dinero, no podían pagar la dote de una, por lo que ninguna se podía casar. Para evitar aquel inhumano lenocinio, San Nicolás tomó una bolsa con monedas de oro, y al amparo de la oscuridad de la noche, la arrojó por la chimenea de la casa de aquel hombre.

Con ese dinero se casó la hija mayor. San Nicolás hizo lo mismo, para favorecer a las otras dos hermanas. En la segunda ocasión, tras ser tirada la bolsa sobre la pared del patio de la casa del pobre, ésta se enredó en la ropa que se tendía para secar. El padre se puso al acecho en la ventana, descubrió a su bienhechor, y le agradeció su caridad.

Se narra también que San Nicolás, resucitó a tres niños, que habían sido asesinados, y desechados en un barril de sal. Las antiguas leyendas de los niños, y los regalos por la chimenea y las medias, dieron lugar en Alemania, Suiza y los Países Bajos, a la leyenda del "niño obispo", y sobre todo a la costumbre, de que San Nicolás trae secretamente regalos para los niños, el 6 de diciembre, día en que la Iglesia celebra su fiesta.

Dicha costumbre, fue popularizada en los Estados Unidos, por los protestantes holandeses de Nueva Amsterdam, que convirtieron al santo "papista", en un mago nórdico. Su nombre fue abreviado, no solo a San Nic, sino también a Saint Klaes, o Santa Claus.

Lamentablemente, el Santa Claus moderno ha sido paganizado. La mitra de obispo, fue remplazada por el hoy famoso gorro rojo; su cruz pectoral, desapareció por completo. Se mudó de Turquía al Polo Norte, de donde viene por la nieve con venados.

El Santa Claus pagano, cautivó la imaginación de agentes publicitarios en el occidente. Como San Nicolás era obispo, se le representa vestido de rojo. Eso le gustó a los magnates de la Coca Cola, ya que ése es también, el color publicitario de esa corporación. Comenzaron a usarlo, en una campaña publicitaria pre Navideña.

Hoy día, "Santa Claus" se utiliza para vender toda clase de cosas, y casi nadie recuerda su verdadera historia. Es hora que los cristianos, recuperemos nuestro santo, y le enseñemos a nuestros niños, que la Navidad es la celebración del Nacimiento de Dios, hecho niño. Recordemos pues, que San Nicolás fue un santo obispo, que se preocupaba por los pobres, especialmente los niños, y se hizo famoso por su caridad.

San Nicolás, Obispo, murió el 6 de diciembre, del año 345 o 352.

Padre Jordi Rivero, 11/1998

DURANTE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL OTRO MILAGRO

Es más reciente en el tiempo, cuenta cómo en un bombardeo a la ciudad de Bari, una madre se distanció de su niño, en medio de la confusión, apareciendo éste horas después, en la puerta de la casa, sano y salvo.

El niño contó cómo un hombre, que describió como San Nicolás, lo asistió, lo protegió, y lo llevó de regreso a su casa.

Fuente: ForosdelaVirgen.com

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Oficio de Lectura, 6 de Diciembre, San Nicolás, Obispo

Que la fuerza del amor, supere el pesar por la muerte

De los tratados de San Agustín, Obispo, sobre el evangelio de San Juan

Tratado 123, 5

Primero, pregunta el Señor lo que ya sabía, y no sólo una vez, sino dos y tres veces: si Pedro le ama, y otras tantas veces, le oye decir que le ama, y otras tantas veces, no le recomienda otra cosa, sino que apaciente sus ovejas.

A la triple negación, corresponde la triple confesión, para que la lengua no fuese menos esclava del amor, que del temor, y para que no pareciese, que la inminencia de la muerte, le obligó a decir, más palabras que la presencia de la vida. Sea servicio del amor, el apacentar la grey del Señor, como fue señal de temor, la negación del Pastor.

Los que apacientan las ovejas de Cristo, con la disposición de que sean suyas, y no de Cristo, demuestran que se aman a sí mismos, y no a Cristo.

Contra estos tales, nos ponen continuamente en guardia, estas palabras de Cristo, como también las del Apóstol, quien se queja, de los que buscan sus propios intereses, y no los de Jesucristo.

Pues qué significa: ¿Me amas?. Apacienta mis ovejas, sino lo siguiente: «Si me amas, no pienses en apacentarte a ti mismo, sino a mis ovejas; apaciéntalas como mías, no como tuyas; busca mi gloria en ellas, no la tuya; mi propiedad, no la tuya; mis intereses, y no los tuyos; no te encuentres nunca, en compañía de aquellos, que pertenecen a los tiempos peligrosos, puesto que se aman a sí mismos, y aman todas aquellas cosas, que se deducen de este mal principio».

Los que apacientan las ovejas de Cristo, que no se amen a sí mismos, para que no las apacienten como propias, sino como de Cristo.

El defecto que más deben de evitar, los que apacientan las ovejas de Cristo, consiste en buscar sus propios intereses, y no los de Jesucristo; y en utilizar para sus propios deseos, a aquellos por quienes Cristo, derramó su sangre.

El amor de Cristo debe crecer, hasta tal grado de ardor espiritual, en aquel que apacienta sus ovejas, que supere también el natural temor a la muerte, por el que no queremos morir, aun cuando queremos vivir con Cristo.

Pero por muy grande que sea, el pesar por la muerte, debe ser superado por la fuerza del amor hacia Aquel, que siendo nuestra vida, quiso padecer hasta la misma muerte, por nosotros.

Pues, si en la muerte no hubiera ningún pesar, o éste fuera muy pequeño, no sería tan grande la gloria de los mártires.

Pero si el buen Pastor, que dio su vida por sus ovejas, suscitó tantos mártires suyos, de entre sus ovejas, ¿cuánto más deben luchar hasta la muerte, por la verdad, y hasta derramar la sangre contra el pecado, aquellos a quienes Cristo encomendó apacentar sus ovejas, es decir, el instruirlas y gobernarlas?.

Por esta razón, y ante el ejemplo de la pasión de Cristo, ¿quién no comprende, que son los pastores quienes más deben imitarlo, puesto que muchas de sus ovejas lo han imitado, y que bajo el cayado del único Pastor, y en un solo rebaño, los mismos pastores, son también ovejas. A todos hizo ovejas suyas, ya que por todos padeció, pues Él mismo, para padecer por todos, se hizo oveja.

Oración: Te pedimos Señor y Dios nuestro, que por los méritos y la intercesión de San Nicolás de Mira, nuestro querido Santa Claus, pueda ser un ejemplo de Amor desinteresado para nuestros pastores, y así el rebaño se encuentre protegido, contra cualquier peligro de ser invadido, por el siempre latente paganismo en el corazón de la Humanidad.

Y también, para que a imitación del emperador Constantino, podamos siempre invocar la Paz Mundial, al cuidado del amado Obispo de Mira. Amén.

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