viernes, 16 de noviembre de 2018


Sexta Feria, 16 de noviembre

SAN ROQUE GONZALEZ DE SANTA CRUZ S.J.


Mártir (1576-1628)

Corazón Incorrupto

Ejemplo de amor ardiente a Jesucristo, evangelizador, y fundador de las primeras Reducciones Jesuíticas. Su corazón incorrupto, y el hacha del martirio, están en la Capilla de los Mártires, en el colegio de Cristo Rey, Asunción, Paraguay


La imagen del santo muestra sus grandes amores:
1-Su amor a Jesucristo, significado por el corazón del santo traspasado por una flecha, que recuerda su martirio, y el Corazón de Jesús, el cual también fue traspasado.
2-En sus manos, lleva la imagen de la Santísima Virgen de Caacupé, patrona de Paraguay, para que todos la conozcan y amen.
3-Su sotana representa su vida religiosa de pobreza, castidad y obediencia, como sacerdote jesuita, siempre fiel a la Iglesia.

Nacido en Asunción, Paraguay, en 1576. Desde joven demostró una gran piedad, ya que a los 14 años, dirigió una procesión por el bosque, en honor a la Eucaristía.

Fue ordenado sacerdote, a la edad de 22 años, y poco después, fue nombrado párroco de la catedral de Asunción, por el Obispo Martín Ignacio de Loyola.

El 9 de mayo de 1609, San Roque entró en la Compañía de Jesús, y dos años más tarde, fue nombrado superior, de la primera Reducción de Paraguay, San Ignacio Guazú. En la plaza de esta ciudad, existe hoy una enorme estatua, en su honor.

El deseo de llevar el evangelio a todo el mundo, lo animaba a seguir adelante. El 22 de marzo de 1615, fundó una reducción en Itapúa, actual ciudad de argentina de Posadas, la cual pronto se trasladó a la otra orilla del río, en lo que es hoy Encarnación, Paraguay. Por eso se le reconoce, como fundador y patrono de ambas ciudades. Otras dos Reducciones, fundadas por San Roque González son: Concepción (1619), y Candelaria (1627).

Gran amante de la Virgen María. Con ella conquistaba corazones para Cristo. Por eso, le llamaba "conquistadora". Se cuenta que muchas veces, con solo levantar el cuadro de la imagen de nuestra Señora, los indios admiraban la belleza de María, y sin pronunciar palabras, se convertían.

Martirio
El 15 de noviembre de 1628, celebró la Santa Misa cerca de Caaró, hoy día en Brasil, donde se planeaba una nueva reducción. Allí fue asesinado, por un cacique llamado Nezú. Los asaltantes quemaron su cuerpo, pero milagrosamente quedó intacto el corazón.

Para gran asombro de los asesinos, el corazón del santo les habló, haciéndoles ver lo que habían hecho, e invitándoles al arrepentimiento. Este corazón, tan lleno del amor divino para todos los hombres, se mantuvo incorrupto. Cinco años más tarde, fue llevado a Roma, junto con el instrumento del martirio: un hacha de piedra.

El corazón de San Roque y el hacha, fueron trasladados a Paraguay en 1960, tras una breve estancia en Argentina. Ahora están expuestos en la Capilla de los Mártires, en el colegio de Cristo Rey, en Asunción, Paraguay. En la misma capilla, hay una placa, con los nombres de 23 misioneros jesuitas, martirizados en la región.

Es de notar, que ninguno murió a manos de los indios guaraníes de las Reducciones, sino por miembros de otras tribus que no les conocían, o de los "paulistas". Estos últimos eran cazadores de esclavos, procedentes de San Paulo, Brasil, que tenían a los padres jesuitas por enemigos, por su defensa de los indios.

La visión de San Roque sobre las Reducciones, se conserva en una carta a su hermano Francisco: "Nosotros trabajamos por la justicia. Los indios necesitan estar libres de la esclavitud, y de la dura servidumbre personal, en la que ahora se encuentran. En justicia, ellos están exentos de esto por ley natural, divina y humana".

En 1931, Roque de Santa Cruz, y sus dos compañeros mártires, Alonso Rodríguez y Juan del Castillo, fueron beatificados.

San Roque fue canonizado por Su Santidad Juan Pablo II, en su visita al Paraguay, en la ciudad de Asunción, en Mayo de 1988. Es el primer Santo Paraguayo, e inspiración para toda la humanidad.

Bibliografía: Furlong Cardiff, Guillermo. Misiones y sus Pueblos de Guaraníes. Segunda Edición, 1978.

Ver en este blog, nuestra entrada el 14 de Noviembre – San José Pignatelli

Oración: Te pedimos Señor y Dios nuestro, que por los méritos y la intercesión de San Roque, el trabajo sea santificado en todas partes, considerándose un derecho el ofrecerlo con respeto y dignidad, y a su vez un deber de aceptarlo, con libertad y lealtad. Que sea despojado de sus relaciones brutales y materialistas, y sea visto, como un anticipo en la participación en los bienes celestiales, al saber compartir las riquezas de la Tierra. Que el corazón de San Roque, y de nuestro Señor Jesucristo y de la Santísima Virgen María, presidan siempre las relaciones laborales en todo el mundo. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario