Sábado
11 de Noviembre
SAN
MARTIN DE TOURS
Patrón
de Francia y de los Soldados
Obispo,
397
Nació
en Panonia, hacia el año 316, de padres paganos. Recibió su
educación en Pavía; ingresó a los 15 años en la guardia imperial
romana, en la que sirvió hasta el año 356, primero en Francia, y
luego en la Galia.
Habiendo
recibido el bautismo, y renunciado a la milicia, fundó un monasterio
en Ligugé (Francia), donde practicó la vida monástica bajo la
dirección de San Hilario. Más tarde fue ordenado sacerdote.
En
el año 370 es nombrado Obispo de Tours. Su vida pastoral se
caracterizó por la evangelización, y la lucha contra las costumbres
paganas. Aunque perseguía las teorías del gnosticismo y maniqueísmo
de Prisciliano, acudió ante el emperador Magno Clemente Máximo,
para evitar que éste fuese ejecutado.
El
obispo lusitano Hidacio insistió ante el emperador, hasta que
Prisciliano fue ejecutado. Martín, afligido y enfadado por este
hecho, rompió sus relaciones con Hidacio. Más tarde tuvo que
reconciliarse con él, cuando el emperador se lo exigió como
condición, a cambio de terminar con las ejecuciones de
priscilianistas. Más abajo resumimos lo que afirman los gnósticos,
los maniqueos y los pricilianos.
Fue
un modelo de buen pastor, y fundó otros monasterios; trabajó en la
formación del clero, y evangelizó a los pobres. Murió en el año
397.
Su
vida la escribe Sulpicio Severo, probablemente ese mismo año. Es uno
de los elementos que contribuyen fuertemente, a difundir su devoción
y presencia en la cultura popular.
Su
festividad se celebra el 11 de noviembre, coincidiendo con la matanza
del cerdo en muchas regiones de España, de ahí el origen de la
expresión «A cada cerdo le llega su San Martín».
El
hecho más famoso de su vida:
Siendo un joven militar en Amiens (Francia), un día de invierno muy frío, se encontró por el camino con un pobre hombre, que sufría por su poca ropa. Martín, como no llevaba nada más para regalarle, sacó la espada y dividió en dos partes su capa, y le dió la mitad.
Siendo un joven militar en Amiens (Francia), un día de invierno muy frío, se encontró por el camino con un pobre hombre, que sufría por su poca ropa. Martín, como no llevaba nada más para regalarle, sacó la espada y dividió en dos partes su capa, y le dió la mitad.
Esa
noche vio en sueños, que Jesucristo se le presentaba vestido con la
media capa que él le había regalado al pobre, y oyó que le decía:
"Martín, hoy me cubriste con tu capa".
Origen
de la palabra "capilla": La media capa de San
Martín, fue guardada en una urna, y se le construyó un pequeño
santuario. La palabra "capa" es latina, y "media capa"
en latín es "capilla", por lo que la gente decía: "Vamos
a orar donde está la capilla". Y de ahí viene el nombre de
capilla, que se da a los pequeños lugares dedicados a la oración.
Por
la intercesión de San Martín, recordemos que todo favor hecho al
prójimo, lo hacemos a Jesucristo.
Oración:
Te pedimos Señor y Dios nuestro, que por intercesión del Obispo San
Martín de Tours, sepamos compartir lo material y espiritual con
nuestro prójimo, y así poder guardar los verdaderos tesoros en el
cielo, donde nada puede corromperlos. Por nuestro Señor Jesucristo y
la Santa Madre María, quien supo compartir y donar su Vida por todos
nosotros. Amén.
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El
Papa Benedicto XVI presenta a jóvenes y enfermos, el ejemplo de San
Martín
El
soldado que rasgó su capa, para defender a un pobre del frío
CIUDAD
DEL VATICANO, miércoles 12 de noviembre de 2008 (ZENIT.org).- En la
audiencia general de este miércoles, Benedicto XVI presentó a los
jóvenes, enfermos y recién casados, el ejemplo de San Martín de
Tours, cuya fiesta fue celebrada este martes por la Iglesia.
San
Martín, nacido in Panonia (hoy Hungría), hijo de un oficial del
ejército romano. Siendo muy joven, él mismo se unió a la
caballería imperial, prestando servicio en Galia, motivo por el cual
es también considerado como patrono de los soldados.
En
esa época, tuvo lugar el famoso episodio con el que los artistas
recuerdan al soldado Martín, quien cuando cabalgaba a caballo, rasgó
con su espada su capa militar, para ofrecérsela a un mendigo aterido
por el frío.
Tras
dejar el ejército en el año 356, se retiró a Ligugé, en la región
de Poitiers, donde con un grupo de discípulos, fundó un monasterio,
que pronto se haría famoso en toda Galia. Elegido obispo de Tours,
en el año 371, difundió el cristianismo en toda la Galia
occidental.
Martín
fue uno de los santos más populares de Europa occidental. Miles de
parroquias y pueblos tomaron su nombre. En Francia hay al menos 4.000
iglesias dedicadas al santo.
"Que
sea para vosotros, queridos jóvenes, empuje para una fidelidad
evangélica cada vez más generosa", dijo el Papa al final de la
audiencia general, al despedirse de los 15 mil peregrinos, presentes
en la plaza de San Pedro.
"Que
sea para vosotros, queridos enfermos, aliento para confiar en el
Señor, que nunca abandona a sus hijos en el momento de la prueba",
añadió.
Por
último, dirigiéndose a los recién casados, les deseó que el santo
sea "estímulo para respetar y servir con valentía la vida
humana, que es un don de Dios".
Notas:
Gnosticismo
Padre Jordi Rivero con aportación del profesor Antonio Lopez
Etim: del griego gnosis (conocimiento)
Padre Jordi Rivero con aportación del profesor Antonio Lopez
Etim: del griego gnosis (conocimiento)
El
gnosticismo es un complejo sistema sincretista, de creencias
provenientes de Grecia, Persia, Egipto, Siria, Asia Menor, etc.
Es
de notar la influencia platónica. Por su complejidad, la cantidad de
sectas gnósticas, y la diversidad de sus creencias, es muy difícil
de entender o de sintetizar el gnosticismo.
Se
les llama "gnósticos" por la "gnosis"
(conocimiento), ya que afirmaban tener conocimientos secretos
obtenidos de los Apóstoles, y no revelados sino a su grupo élite,
“los iluminados” capaces de entender esas cosas. Enseñaban
conocimientos secretos de lo divino, mientras que la doctrina del
cristianismo ortodoxo era asequible a todos.
Las
creencias generalmente sostenidas por los gnósticos:
1-
La posibilidad de ascender a una esfera oculta, por medio de los
conocimientos a los que sólo una minoría selecta puede acceder, por
vía de una iluminación no asequible a otros. Conocer esas
creencias sería suficiente para salvarse, sin necesidad de una
práctica de moral. Cree en revelaciones secretas y en el
esoterismo.
2-
Mezcla las doctrinas de diversas religiones, cambiando el significado
que tenían originalmente, según la iluminación gnóstica. Así
pretende poseer un conocimiento intuitivo de los misterios divinos,
superior a la doctrina de la Iglesia Católica. El gnosticismo se
parece al New Age moderno, en que abarca creencias que van cambiando
y aumentando, según salen nuevos escritos, formando una amalgama con
poca coherencia. Tiene gran
popularidad, porque hoy no menos que en la antigüedad, a
muchos les interesa la novedad y no la verdad.
3-
Hay dos principios: el buen dios que creó el mundo espiritual, y el
perverso dios, el cual es responsable por la creación del mundo (la
materia y el cuerpo).
Nuestro
cuerpo, como en el pitagorismo heredado por Platón, era para los
gnósticos, la cárcel en la que estaba presa nuestra alma, como
consecuencia de una caída original del ámbito del pleroma, del que
realmente procede nuestra alma. En nuestra liberación de la materia,
la iluminación gnóstica era necesaria para lograr la salvación.
Yahvé
es un Dios del mal, culpable por haber realizado la creación del
mundo material.
4-
Existe una enorme jerarquía de seres. Las Personas de la Trinidad
serían diferentes seres, de relativo bajo rango en dicha jerarquía.
La divinidad está compuesta de una multitud de seres espirituales.
El
tiempo gnóstico estaba marcado por los envíos de eónes, y gran
variedad de niveles cósmicos, muchos de ellos generalmente
correspondientes a las esferas celestiales, típicas de la cosmología
de aquel entonces.
5-
Al creer que la materia es una prisión, la procreación es
también vista como algo perverso. Atrapa a las almas inmortales, en
la cámara de tortura que es el universo. El matrimonio es también
perverso, porque conduce al sexo.
6-
Las mujeres, por su propia naturaleza, son formas de
vida espiritualmente inferiores, porque son ellas las que encuban a
los prisioneros. Ellas cooperan con una diosa que atrapa a
las almas inmortales, para encarcelarlas en cuerpos humanos. Uno de
los evangelios gnósticos, por ejemplo, dice que las mujeres no
pueden salvarse si no llegan a ser como hombres.
7-
Jesús no es ni dios ni hombre, sino un ser espiritual que solo
aparentó tomar cuerpo y vivir entre nosotros, para darnos los
conocimientos secretos necesarios, para liberarnos de la prisión que
es nuestro cuerpo. Por lo tanto, nos salvamos al adquirir
conocimiento, y no por la obra de redención de Cristo.
Se trata de auto-divinización.
Jesús
estaba asociado al dios bueno. La mayoría creían, que Jesús era un
auténtico mediador entre nosotros y nuestra verdadera vida, más
allá de la materia, en el dios bueno.
8-
Niegan la muerte expiatoria de Jesús, ya que no tenía verdadero
cuerpo propio, y porque no hace falta la redención, cuando se tienen
los conocimiento gnósticos. Rechazan la resurrección del
cuerpo.
9-
Rechazo a las tradiciones y Biblia judía
¡Cuanta
verdad en las enseñanzas de San Pablo!:
"Proclama
la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, amenaza,
exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá un tiempo, en
que los hombres no soportarán la doctrina sana, sino que arrastrados
por sus propias pasiones, se harán con un montón de maestros, por
el prurito de oír novedades; apartarán sus oídos de la verdad, y
se volverán a las fábulas. Tú en cambio, pórtate en todo con
prudencia, soporta los sufrimientos, realiza la función de
evangelizador, desempeña a la perfección tu ministerio"
-II Timoteo 4, 2-5
Maniqueísmo
Secta
religiosa fundada por un Persa llamado Mani (o Manes) (c. 215-275),
considerado por sus seguidores, como divinamente inspirado.
Comenzando en el siglo tercero, se extendió a través del oriente, y
en muchas partes del Imperio Romano.
Los
maniqueos -a semejanza de los gnósticos y los mandeos- eran
dualistas; creerían que había una eterna lucha entre dos principios
opuestos e irreductibles, el bien y el mal, que eran asociados a la
luz (Ormuz), y a las tinieblas (Ahrimán). Según ellos, Dios es el
creador de todo lo bueno, y Satanás el creador de todo lo malo.
Posteriormente
algunos maniqueos distinguían el Dios del Antiguo Testamento (malo),
del Dios del Nuevo Testamento (bueno).
Los
Maniqueos creen que el espíritu del hombre es de Dios, pero el
cuerpo del hombre es del demonio. En el hombre, el espíritu o
luz, se encuentra cautivo por causa de la materia corporal; por lo
tanto, creen que es necesario practicar un estricto ascetismo, para
iniciar el proceso de liberación de la luz atrapada. Desprecian
por eso la materia, incluso al cuerpo.
Los
"oyentes", aspiraban a reencarnarse como "elegidos",
los cuales ya no necesitarían reencarnarse más.
Para
ellos Jesús era el Hijo de Dios, pero que había venido a la tierra
a salvar su propia alma. Jesús, Buda y otras muchas figuras
religiosas, habían sido enviadas a la humanidad para ayudarla en su
liberación espiritual.
En
práctica, el maniqueismo niega la responsabilidad humana por los
males cometidos, porque cree que no son producto de la libre
voluntad, sino del dominio de Satanás sobre nuestra vida.
Dicho
dualismo está condenado por la Iglesia Católica, que reconoce un
solo Dios Todopoderoso, el mismo del Antiguo y Nuevo Testamento, y
que ha vencido sobre todos los demonios y las fuerzas del mal.
Pricilianismo
Las
doctrinas priscilianistas se basaban en el dualismo gnóstico-
maniqueo, una creencia en la existencia de dos reinos, uno de la luz
y otro de la oscuridad.
Decían
que los ángeles y las almas de los hombres eran arrancadas de la
sustancia de la deidad. Las almas humanas estaban destinadas a
conquistar el reino de las tinieblas, pero cayeron y fueron
aprisionadas en cuerpos materiales.
Así
ambos reinos están representados en el hombre, y de ahí el
conflicto simbolizado por parte de la luz por los doce patriarcas,
espíritus celestiales, que corresponden a ciertos poderes humanos; y
por parte de la oscuridad, por los signos del zodíaco, símbolos de
la materia y del reino inferior. La salvación del hombre consiste en
la liberación del dominio de la materia. Cuando los doce patriarcas
no pudieron liberarle, vino el Salvador en un cuerpo celeste, que
aparecía como el de otros hombres, y con su doctrina y su muerte
aparente liberó las almas de los hombres de la influencia de lo
material.
Estas
doctrinas podían armonizarse con las enseñanzas de la Escritura
sólo mediante un extraño sistema de exégesis, en el cual se
rechazaba por completo el sentido literal, y una teoría igualmente
extraña de la inspiración personal.
Aceptaban
el Antiguo Testamento, pero rechazaban el relato de la creación.
Reconocían
como genuinos e inspirados algunos escritos apócrifos. La ética del
dualismo priscilianista, con su pobre concepto de la naturaleza, dio
origen a un indecente sistema ascético, así como a algunas
observancias litúrgicas peculiares, tales como el ayuno los
domingos, y el día de Navidad.
Puesto
que sus doctrinas eran esotéricas y exotéricas, y puesto que creían
que los hombres en general eran incapaces de entender los más altos
caminos, a los priscilianistas, o al menos a los iluminados, se
les permitía mentir en aras de una finalidad más santa.
Fue
debido precisamente a que era probable que estas enseñanzas
escandalizaran incluso a los fieles, que Agustín escribió su famosa
obra “De mendacio”. (Sobre la Mentira).
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