viernes, 4 de septiembre de 2015

San Moisés
Legislador de Israel
Aprox. 1300 AC


La historia de Moisés se encuentra en el Éxodo, el segundo libro de la S. Biblia.
Un faraón de Egipto mandó que se matara al nacer a todo niño varón judío. Moisés, de la tribu de Leví, fue escondido por sus padres. Lo pusieron en un canasto forrado de brea sobre el río Nilo.
La hija del faraón que se bañaba en el río descubrió al niño. Se compadeció de él y se lo entregó a la hermana del niño, que observaba de lejos y se acercó en ese momento. Fue así el bebe por un tiempo de regreso con su familia. La princesa le puso por nombre¨Moisés, que significa: salvado de las aguas.
La hija del faraón adoptó a Moisés como príncipe y lo educó en el palacio del rey.
Un día Moisés vio que un egipcio atormentaba a un israelita y por defender al israelita mató al egipcio. Aquello se supo y Moisés huyó al desierto.
En el desierto, Moisés se casó con Séfora con ella tuvo dos hijos: Eliécer y Gerson. Estuvo viviendo como beduino durante cuarenta años.
Un día mientras cuidaba las ovejas en el desierto vio Moisés una zarza que ardía pero sin consumirse. Se acercó para ver y una voz le dijo: "Moisés, Moisés, quítate las sandalias porque el sitio que estás pisando es sagrado".
Le preguntó: ¿Quién eres Tú Señor?. La voz le respondió: Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. He oído las lamentaciones de mi pueblo de Israel y he dispuesto bajar a ayudarlos. He dispuesto liberarlos de la esclavitud de Egipto y llevarlos a una tierra que mana leche y miel. Yo te enviaré al faraón para que los deje salir en libertad.
Conocemos todos los milagros de las siete plagas de Egipto, la división del Mar Rojo, el agua surgida entre las rocas, el maná, la dación de Yaveh de las tablas de la Ley en el Monte Sinaí. Sabemos luego que los hebreos debieron permanecer cuarenta años en el desierto, antes de entrar en la Tierra Prometida.

Leyendo todo esto a la distancia, y en medio del infernal ruido y confusión de voces y videos de nuestra civilización moderna, lo que más conmueve es darnos cuenta de que los planes de Dios y sus tiempos – ¡40 años! - no son evidentemente los nuestros. Dios se toma su pausa, porque respeta nuestra propia evolución personal.

Dios llevó a Moisés cuarenta años en su juventud al desierto para prepararlo interiormente. Luego llevó a los hebreos otros cuarenta años en el desierto con el mismo fin. Pero el lugar en ambos casos no era cualquier lugar. Era el desierto, la soledad, el aislamiento. Necesitamos siempre conservar en nuestra vida un lugar y un tiempo privado, aislado y tranquilo para poder orar y meditar. Puede ser durante un fin de semana, o durante las vacaciones estivales, o simplemente al final de cada día.

El otro aspecto importante es que Moisés trabajó para el futuro, en base a su Fe, en la promesa de Yaveh. No pudo ver su trabajo terminado, pero supo preparar su sucesor, a Josué a quien honramos el 1ª de Septiembre pasado, algo que hoy en día es casi imposible de constatar. Es común ver a personalidades de diversos ámbitos, ya sea político, empresarial, sindical, académico, o incluso dentro mismo de las asociaciones católicas, obsesionados por la reelección indefinida de sus cargos, honores y privilegios. Moisés nos enseñó otra cosa.

Santa Rosa de Viterbo
(1234-1252)
Atributos: Cruz, rosas, hoguera


Santa y Virgen perteneciente a la Tercera Orden de San Francisco. Supo convertir su casa en un pequeño convento. Hizo frente a los quince años al tirano Federico II Hohenstaufen cuando se apoderó de tierra y bienes de la Iglesia en Viterbo. Por ello fue expulsada de allí.
En Vitorchiano donde un supuesto mago tenía engañada a mucha gente. Rosa mandó encender una hoguera en la plaza y se subió a ella, permaneciendo tres horas sin sufrir daño. El hecho provocó la conversión del supuesto mago y de los habitantes del pueblo.
Basó su predicación en la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo.
En 1258 Alejandro IV, tras una serie de visiones de la santa, mandó desenterrar su cadáver, que se encontró incorrupto, y ordenó trasladarlo al monasterio de Santa María de las Rosas. Esto se hizo solemnemente con una procesión presidida por Alejandro IV y cuatro cardenales el 4 de septiembre, de ahí que se la celebre la fiesta de Santa Rosa en este día.
En 1357 quedó reducida a cenizas la capilla que guardaba sus reliquias, y se quemó la caja que las contenía; pero el cuerpo sólo cambió de color, permaneciendo intacto.

Oración: te pedimos Señor que nos ayudes a conservar siempre en nuestras vidas un lugar y un tiempo específico para honrarte, escucharte y disfrutar de tu compañía, como lo hiciste con Moisés y Rosa de Viterbo y saber preparar a nuestros colaboradores para ocupar nuestro lugar en la familia y en el trabajo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Videos de la Historia de la Salvación: http://bit.ly/1LJ97zf



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