Miércoles
23 de septiembre
San
Pio de Pietrelchina
Sacerdote
Capuchino. Místico. Confesor
Transverberación
del corazón
Azotado
y golpeado sin cesar por el demonio
El
Padre Pío es uno de los más grandes místicos de nuestro tiempo.
Nos enseñó el amor radical al corazón de Jesús y a su Iglesia. Su
vida era oración, sacrificio, pobreza.
Sacerdote
capuchino
Celebró
su primera misa el 10 de Agosto de 1910. Ocho años más tarde, el 20
de Septiembre de 1918, aparecieron visiblemente las llagas de Nuestro
Señor en sus manos, pies y costado izquierdo del pecho, haciendo del
P. Pío el primer sacerdote estigmatizado en la historia de la
Iglesia (San Francisco Asís no era sacerdote).
Fue
heroico en su apostolado sacerdotal, que duró 58 años. Grandes
multitudes, de todas las nacionalidades, pasaron por su
confesionario. Las conversiones fueron innumerables. Diariamente
recibía centenares de cartas de fieles, que pedían su consejo
iluminado y su dirección espiritual, la cual ha siempre significado
un retorno a la serenidad, a la paz espiritual y al coloquio con
Dios.
Famoso
confesor
El
Padre Pío pasaba hasta 16 horas diarias en el confesionario. Algunos
debían esperar dos semanas para lograr confesarse con él, porque el
Señor les hacía ver por medio de este sencillo sacerdote la verdad
del evangelio. Su vida se centraba en torno a la Eucaristía. Sus
misas conmovían a los fieles por su profunda devoción.
Amante de la Santísima Virgen
Amante de la Santísima Virgen
Toda
su vida no ha sido otra cosa que una continua oración y penitencia,
lo cual no impedía que sembrase a su alrededor felicidad y gran
alegría entre aquellos que escuchaban sus palabras, que eran llenas
de sabiduría o de un extraordinario sentido del humor. A través de
sus cartas, al Confesor se le descubren insospechables y tremendos
sufrimientos espirituales y físicos, seguidos de una dicha inefable
derivada de su íntima y continua unión con Dios.
Llegaban
a verle multitud de peregrinos de todo el mundo y además recibía
numerosas cartas pidiendo oración y consejo.
El
Papa Juan Pablo II, en 1947, cuando era un sacerdote recién ordenado
fue a visitar al Padre Pío y quedó profundamente impresionado por
su santidad. Ya siendo Papa visitó su tumba.
Su
lucha heroica y dolorosa contra el demonio
Los
días antes de entrar al seminario fueron días de visiones del
Señor, que le prepararían para grandes luchas. Jesús le permitió
ver a Francisco el campo de batalla, los obstáculos y enemigos. A un
lado habían hombres radiantes, con vestiduras blancas, al otro lado,
inmensas bestias espantosas de color oscuro.
Era
una escena aterradora y las rodillas del joven Francisco comenzaron a
temblar. Jesús le dice que se tiene que enfrentar con la horrenda
criatura, a lo que Francisco responde temeroso, rogándole al Señor
que no le pidiera cosa semejante de la cual no podría salir
victorioso. Jesús vuelve a repetir su petición dejándole saber que
estaría a su lado.
Francisco
entonces entra en un feroz combate, los dolores infligidos en su
cuerpo eran intolerables, pero salió triunfante. Jesús alertó a
Francisco de que entraría en combate nuevamente con este demonio a
lo largo de toda su vida, que no temiera: "Yo estaré
protegiéndote, ayudándote, siempre a tu lado hasta el fin del
mundo". Esta visión particular petrificó a Padre Pío por 20
años.
El
día antes de entrar al Seminario, Francisco tuvo una visión de
Jesús con su Santísima Madre. En esta visión, Jesús posa Su mano
en el hombro de Francisco, dándole valor y fortaleza para seguir
adelante. La Virgen María, por su parte, le habla suavemente, sutil
y maternalmente penetrando en lo más profundo de su alma.
Dones
extraordinarios:
Discernimiento extraordinario: la capacidad de leer los corazones y las conciencias.
Profecía: Pudo anunciar eventos del futuro.
Curación: curas milagrosas por el poder de la oración.
Bilocación: estar en dos lugares al mismo tiempo.
Perfume: la sangre de sus estigmas tenían fragancia de flores.
Estigmas: Recibió los estigmas el 20 de septiembre, 1918 y los llevó hasta su muerte 50 años después (23 de septiembre, 1968).
Discernimiento extraordinario: la capacidad de leer los corazones y las conciencias.
Profecía: Pudo anunciar eventos del futuro.
Curación: curas milagrosas por el poder de la oración.
Bilocación: estar en dos lugares al mismo tiempo.
Perfume: la sangre de sus estigmas tenían fragancia de flores.
Estigmas: Recibió los estigmas el 20 de septiembre, 1918 y los llevó hasta su muerte 50 años después (23 de septiembre, 1968).
Los
médicos que observaron los estigmas del Padre Pío no pudieron hacer
cicatrizar sus llagas ni dar explicación de ellas. Calcularon que
perdía una copa de sangre diaria, pero sus llagas nunca se
infectaron. El Padre Pío decía que eran un regalo de Dios y una
oportunidad para luchar por ser más y más como Jesucristo
Crucificado.
Transverberación
del corazón
La
transverberación es una gracia extraordinaria que algunos santos
como Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz han recibido. El
corazón de la persona escogida por Dios es traspasado por una flecha
misteriosa o experimentado como un dardo que al penetrar deja tras de
sí una herida de amor que quema mientras el alma es elevada a los
niveles más altos de la contemplación del amor y del dolor.
El
Padre Pío recibió esta gracia extraordinaria el 5 de agosto de
1918. En gran simplicidad, el Padre le narró a su director
espiritual lo sucedido: "Yo estaba escuchando las confesiones de
los jóvenes la noche del 5 de agosto cuando, de repente, me asusté
grandemente al ver con los ojos de mi mente a un visitante celestial
que se apareció frente a mí. En su mano llevaba algo que parecía
como una lanza larga de hierro, con una punta muy aguda. Parecía que
salía fuego de la punta.
Vi
a la persona hundir la lanza violentamente en mi alma. Apenas pude
quejarme y sentí como que me moría. Le dije al muchacho que saliera
del confesionario, porque me sentía muy enfermo y no tenía fuerzas
para continuar.
Este
martirio duró sin interrupción hasta la mañana del 7 de agosto.
Desde ese día siento una gran aflicción y una herida en mi alma que
está siempre abierta y me causa agonía."
Muerte.
El Señor lo llamó a recibir el premio celestial el 23 de Septiembre
de 1968. Tenía 81 años. Durante 4 días su cuerpo fue expuesto ante
millares de personas que formaban una enorme columna que no conoció
interrupción hasta el momento del funeral, al cual asistieron mas de
cien mil personas.
Millones
visitan su tumba en la Cripta del Santuario de Ntra. Sra. de las
Gracias en San Giovani Rotondo. El número de peregrinos continúa
aumentando.
SANTA
TECLA
(Siglo
I)
En
el año 48 llegaron a Iconio San Pablo y San Bernabé, en su segundo
viaje misional. Iconio, ciudad floreciente todavía, tenía en el
comienzo del cristianismo una importante colonia judía.
Un
poco antes de entrar en ella —dice una de las más antiguas
leyendas hagiográficas del cristianismo—, los dos apóstoles
encontraron un hombre, que se postró delante de ellos y los invitó
a hospedarse en su casa. Se llamaba Onesíforo. Pablo le siguió, y
al llegar a la puerta, todos le recibieron con este saludo:
"Bienvenido seas, servidor del Dios verdadero". El apóstol
entró, rompió el pan, dobló las rodillas y habló acerca de la
continencia y la resurrección. Este relato no tiene nada de
inverosímil, puesto que Onesíforo pudo conocer a San Pablo en sus
años de Tarso.
Diariamente
—continúa la leyenda— Pablo predicaba en la casa de un amigo con
las puertas abiertas. Y había enfrente una casa grande y rica, y en
la casa una joven hermosa, que no se cansaba de escuchar su palabra.
Día
y noche se la veía clavada a la ventana, sin pestañear, sin comer,
sin moverse un instante. Tenía el nombre de Tecla, vivía con su
madre Teoclia y con frecuencia iba a visitarla un joven, llamado
Tamiris, a quien había sido prometida en matrimonio. Alarmada por la
actitud de su hija, que seguía junto a la ventana en actitud de
éxtasis, Teoclia llamó a Tamiris con urgencia, pero ni la venida
del joven pudo sacarla de aquel extraño arrobamiento. En
consecuencia, Pablo fue denunciado como embaucador y hechicero.
Se
le condenó y se le llevó a la cárcel. Tecla entonces salió de su
casa, y soltando los aros de oro que rodeaban sus brazos, se los dio
al portero. A la puerta de la cárcel se acordó de que llevaba un
espejo de plata para comprar al carcelero. Entró rebosante de
alegría, y sentada a los pies del prisionero, escuchaba horas y
horas las grandezas de Dios.
El
amor de Tamiris se trueca en odio, la misma madre se hace acusadora
de su hija delante del gobernador; Pablo es flagelado y desterrado;
en la playa se enciende una inmensa hoguera para castigar a su
discípula. Tecla fue salvada milagrosamente al producirse un
terremoto y una fuerte tormenta de agua y granizo que apagó el
fuego.
Huyó
con Pablo a Antioquía de Pisidia, donde un magistrado intentó
violarla. Tecla se defendió y fue acusada de agredirlo, por lo cual
fue sentenciada a ser devorada por bestias salvajes, pero nuevamente
fue salvada por milagro de varios ataques de fieras.
Luego
huye en busca del hombre que le había enseñado la ciencia de la
vida, e iluminada por la promesa de las bienaventuranzas, recorre el
mundo presa de una embriaguez divina. Luego de estos episodios se
reunió en Myra de Licia con el apóstol.
Por
último se recluyó en una cueva de Seleucia Pieria durante los
siguientes 72 años, donde gracias a otro milagro es salvada de sus
perseguidores al abrirse la montaña para protegerla.
San
Lino
II
Papa de la Iglesia y Mártir
Martirologio
Romano: En Roma, conmemoración de San Lino, papa, a quien, según
testimonio de san Ireneo, los santos apóstoles le encomendaron el
episcopado de la Iglesia fundada en la Urbe. Pablo apóstol lo
recuerda como compañero (s. I).
San Lino, originario de Tuscia, probablemente de Volterra, es, pues, "el hombre probado" que, por santidad de vida y capacidad de gobierno, fue elegido por el mismo San Pedro para que le sucediera. Por tanto, fue un directo colaborador suyo y la estimación de que gozó en la comunidad romana fue muy grande si fue nombrado para regir la suerte de la Iglesia en un momento tan difícil.
San Lino, originario de Tuscia, probablemente de Volterra, es, pues, "el hombre probado" que, por santidad de vida y capacidad de gobierno, fue elegido por el mismo San Pedro para que le sucediera. Por tanto, fue un directo colaborador suyo y la estimación de que gozó en la comunidad romana fue muy grande si fue nombrado para regir la suerte de la Iglesia en un momento tan difícil.
Oración:
En este día tan especial Señor te rogamos que siempre
podamos encomendarnos a la oración de San Pío, Santa Tecla y San
Lino, a fin de poder estar siempre libres de la influencia maléfica
de la cultura de muerte que domina a nuestro mundo. Por nuestro Señor
Jesucristo siempre amado. Amén.
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