29 De Mayo de 2025
Eremitas
(s. VIII)
Todo
Aragón, con Zaragoza, está dominado por los sarracenos, que hace
más de medio siglo llegaron a España. Los discípulos de
Jesucristo, tienen que pagar tributos especiales al moro, si quieren
seguir haciendo las prácticas cristianas.
Así, disgustados
y humillados como muchos otros, viven los hermanos Voto y Félix que
son gente perteneciente a la nobleza, piadosos y buenos con los
pobres. Voto es amante de la caza.
Ha herido a un ciervo en el
monte, y recorre la maleza para atraparlo. Alertado por los ladridos,
ve al animal que va huyendo; espolea su caballo. El ciervo se despeña
por un precipicio, y cuando Voto quiere darse cuenta, se ha desbocado
el caballo.
Se encomienda a san Juan Bautista, y el caballo se
inmoviliza, en el borde de la cima. (Aún hoy los vecinos muestran
la peña y las huellas que dejaron allí los hierros del
animal)
Inspecciona Voto el lugar, encontrando entre las matas
y arbustos, una ermita dedicada a San Juan Bautista.
En su
interior tiene un hombre muerto, y una escritura donde se lee: «Yo,
Juan, eremita en este sitio, habiendo despreciado al mundo, fundé
como pude esta ermita, en honor de San Juan Bautista, y aquí
descanso en paz. Amén.»
No sabe qué hacer ¡son tantas
las cosas sucedidas en tan poco tiempo!. Decide dar sepultura al
muerto, y regresa a su casa con el alma encogida, y ansiando poner al
corriente de los acontecimientos a su hermano Félix.
Deducen
que el muerto bien pudiera ser Juan, el de Atarés, de quien nadie
daba razón, desde hacía años; si acertaran en su conjetura, todo
se explica por el retiro a una vida solitaria y santa. Ahora todo se
les junta en la cabeza: la presencia de los moros, y las dificultades
para ser hombres íntegros de fe.
Deciden repartir sus bienes
entre los pobres, y se marchan al monte Panno; construyen dos
ermitas, junto a la que ya había, y comienzan un retiro en paz. Allí
contemplan con piedad, la Pasión de Cristo, meditan las verdades
eternas; se alimentan de raíces, hierbas y frutos que da el campo;
en alguna trampa caen animales, y sorbetean algunos huevos de nidadas
salvajes.
Descubierta su presencia, van agregándose gentes,
que construyen otras cabañas, donde vivir en la proximidad y abrigo
de los eremitas.
Voto muere primero, el día 29 de mayo, algo
después Félix. Su fiesta se celebra el mismo día, por la unión
mantenida en el sitio, tiempo y modo de santidad. Esa ermita primera,
fue el origen de San Juan de la Peña, cuna del resurgimiento
aragonés, en donde se veneran los restos de los dos santos, con los
del eremita Atarés.
Oremos
Himno Vosotros sois
luz del mundo, y ardiente sal de la tierra, Ciudad esbelta en el
monte, Fermento en la masa nueva.
Vosotros sois los
sarmientos, Y yo la Vid verdadera; Si el Padre poda las ramas, Más
fruto llevan las cepas.
Vosotros sois la abundancia del reino
que ya está cerca, Los doce mil señalados que no caerán en la
siega.
Dichosos, porque sois limpios Y ricos en la pobreza, Y
es vuestro el reino que sólo se gana sin la violencia. Amén.
Dios
todopoderoso y eterno, que al premiar a los santos, nos ofreces una
prueba de tu gran amor, hacia los hombres, te pedimos que la
intercesión, y el ejemplo de los santos, nos sirva siempre de ayuda,
para seguir fielmente a Jesucristo, tu Hijo. Que vive y reina
contigo. Amén.
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