Sexta
Feria, 7 de Setiembre
Santa
Regina, Virgen y Mártir
(†
250)
Regina
es palabra latina, que se vierte al castellano por Reina
Hija de un
ciudadano pagano de Alise, en Borgoña, la santa -cuya madre falleció
al darle a luz- fue entregada a una nodriza que era cristiana, y que
la educó en la fe.
Su belleza
atrajo las miradas del prefecto Olybrius, quien al saber que era de
noble linaje, quiso casarse con ella, pero ella se negó a aceptarlo,
y no quiso atender los discursos de su padre, quien trataba de
convencerla, para que se casara con un hombre tan rico.
Ante su
obstinación, su padre decidió encerrarla en un calabozo, y como
pasaba el tiempo sin que Regina cediese, Olybrius desahogó su
cólera, haciendo azotar a la joven, y sometiéndola a otros
tormentos.
Una
de aquellas noches, recibió en su calabozo, el consuelo de una
visión de la cruz, al tiempo que una voz le decía que su liberación
estaba próxima. Al otro día, Olybrius ordenó que fuera
torturada de nuevo, y que fuera decapitada después.
En
el momento de la ejecución, apareció una paloma blanquísima, que
causó la conversión de muchos de los presentes.
Este hecho
sobrenatural, se dió varias veces como con Santa Inés, también
mártir y víctima de otro lujurioso pretendiente, y en Santa
Escolástica, hermana gemela de San Benito, quien no murió mártir,
pero San Benito supo de su partida al Padre, cuando vió volar a esta
ave hacia el cielo.
Oración:
Dios y Señor nuestro, conserva nuestro interior puro como Santa
Regina, y aparta la lujuria de nuestro corazón, así como de nuestro
noviazgo y matrimonio, o incluso en la vida común de todos los días,
la cual es causante de tantos desórdenes y rupturas. Por nuestro
Señor Jesucristo, que es el Cordero Inmaculado, y que Vive y Reina
por los Siglos de los Siglos. Amén.
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