Quinta
Feria, 17 de Mayo
San
Pascual Bailón
San
Pascual Bailón adorando la Eucaristía
Oleo, Bernardo López Piquer
Oleo, Bernardo López Piquer
Religioso
Franciscano, 1540- 1592
Declarado
Patrono de los Congresos Eucarísticos, y Asociaciones Eucarísticas
Breve
Sobresalió
por su devoción a la Virgen, y por su amor a la Eucaristía. El amor
de su vida, fué la Sagrada Eucaristía.
Entre
los milagros que se le atribuyen destacan: la multiplicación del pan
para los pobres, la curación de enfermos, el don de profecía, y el
que narra cómo de una piedra salió agua para unos pobres.
Declarado
Patrono de los Congresos Eucarísticos, y Asociaciones Eucarísticas,
por León XIII, por el breve apostólico Providentissimus, del 28 de
noviembre de 1897.
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Hijo
de humildes campesinos, Martín Bailón e Isabel Yubero, Pascual
nació el 16 de mayo de 1540, en Torrehermosa, Aragón (España). Es
el segundo de seis hermanos. Le llamaron Pascual, porque nació en la
vigilia de Pentecostés. Desde los 7 hasta los 24 años, trabajó
como pastor de ovejas.
Tal
era su amor a la Eucaristía, que el dueño del rebaño decía, que
el mejor regalo que podía ofrecerle al niño, era permitirle asistir
algún día entre semana, a la Santa Misa.
Desde
el campo donde pastoreaba, alcanzaba a ver el campanario de la
iglesia del pueblo. De vez en cuando, se arrodillaba para adorar al
Santísimo Sacramento desde lejos.
Un
día, mientras el sacerdote consagraba la Sagrada Eucaristía, otros
pastores le oyeron gritar: "¡Ahí viene!, ¡allí está!".
Cayó de rodillas. Había visto a Jesús venir en aquel momento.
Se
le apareció el Señor en varias ocasiones en forma de viril - caja
de cristal con un pequeño cerco de oro o dorado, que encerraba la
hostia consagrada en la misa, y se coloca en la custodia para su
exposición, o que guarda reliquias y se coloca en un relicario - o
de estrella luminosa.
Desde
niño hacía duras penitencias, como andar descalzo por caminos
pedregosos. Cuando alguna oveja pasaba al potrero del campo vecino,
pagaba a éste de su escaso salario, por el pasto que la oveja se
había comido.
Entra
con los Franciscanos
A
los 24 años, ingresó en el convento de los frailes menores
(franciscanos), de Alvatera. Al principio, no lo aceptaron por su
escasa instrucción. Apenas había aprendido a leer, para rezar el
pequeño oficio de la Santísima Virgen María, que llevaba siempre
mientras pastoreaba. Sus oraciones favoritas eran, a Jesús
Sacramentado y a la Santísima Virgen.
Los
franciscanos le asignaron oficios humildes. Fue portero, cocinero,
mandadero y barrendero.
Su
tiempo libre lo dedicaba a la adoración Eucarística, de rodillas
con los brazos en cruz. Por las noches pasaba horas ante el Santísimo
Sacramento. Continuaba su adoración tarde en la noche, y por la
madrugada, estaba en la capilla antes que los demás.
Hablaba
poco, pero cuando se trataba de la Sagrada Eucaristía, lo inspiraba
el Espíritu Santo. Siempre estaba alegre, pero nunca se
sentía tan contento, como cuando ayudaba en la Misa, o cuando podía
quedarse un rato orando, ante el Sagrario del altar. Al llegar a un
pueblo, iba primero a la iglesia, y allí se quedaba por un buen
tiempo de rodillas, adorando a Jesús Sacramentado.
En
una ocasión, un hermano religioso se asomó por la ventana, y vio a
Pascual danzando, ante una imagen de la Santísima Virgen, y le iba
diciendo: "Señora: no puedo ofrecerte grandes cualidades,
porque no las tengo, pero te ofrezco mi danza campesina en tu honor".
El religioso pudo ver, que el santo rebosaba de alegría.
Pascual
compuso bellas oraciones al Santísimo Sacramento. El Arzobispo San
Luis de Rivera, al leerlas exclamó admirado: "Estas almas
sencillas, sí que se ganan los mejores puestos en el cielo. Nuestras
sabidurías humanas valen poco, si se comparan con la sabiduría
divina, que Dios concede a los humildes".
Le
enviaron a París a entregar una carta al general de la orden. En el
camino defendió a la Eucaristía, frente a las herejías de un
predicador calvinista, por lo que casi lo mata una turba de
Hugonotes. Él se alegró, por haber tenido el honor de sufrir, por
su fidelidad al Señor, y no se quejó.
Aunque
Pascual apenas sabía leer y escribir, era capaz de expresarse con
gran elocuencia sobre la presencia de Jesús en la Eucaristía. Tenía
el don de la ciencia infusa. Sus maestros se quedaban asombrados, de
la precisión con que respondía a las más difíciles preguntas de
teología.
Le
dedicaron este verso:
De
ciencia infusa dotado,
"siendo lego sois Doctor,
Profeta y Predicador,
Teólogo consumado... "
Se destacó por su humildad, y amor a los pobres y afligidos. Era famoso por sus milagros, y su don para llevar las almas a Cristo. Martín Crespo relató, como el santo le había librado de su determinación de vengarse de los asesinos de su padre. Habiendo escuchado el viernes santo, el sermón sobre la pasión, sus amigos le exhortaban a perdonar. Él se mantenía inamovible. Entonces Pascual lo tomó del brazo, lo llevó a un lado, y le dijo: "Mi hijo, ¿No acabas de ver la representación de la pasión de Nuestro Señor?".
"siendo lego sois Doctor,
Profeta y Predicador,
Teólogo consumado... "
Se destacó por su humildad, y amor a los pobres y afligidos. Era famoso por sus milagros, y su don para llevar las almas a Cristo. Martín Crespo relató, como el santo le había librado de su determinación de vengarse de los asesinos de su padre. Habiendo escuchado el viernes santo, el sermón sobre la pasión, sus amigos le exhortaban a perdonar. Él se mantenía inamovible. Entonces Pascual lo tomó del brazo, lo llevó a un lado, y le dijo: "Mi hijo, ¿No acabas de ver la representación de la pasión de Nuestro Señor?".
"Entonces
-escribe Martín- con una mirada que penetró mi alma me dijo: "Por
el amor de Jesús Crucificado, mi hijo, perdónalos".
"Si,
Padre", contesté, bajando mi cabeza, y llorando. "Por
el amor de Dios yo los perdono con todo mi corazón". Ya no
me sentí la misma persona".
Cuando
estaba moribundo, oyó una campana, y preguntó: "¿De qué
se trata?". "Están en la
elevación en la Santa Misa". "¡Ah
que hermoso momento!", y partió a los cielos en
aquel preciso momento. Era el 15 de Mayo de 1592, el Domingo de
Pentecostés, en Villareal de los Infantes, España.
Durante
su misa, tenían el ataúd descubierto, y en el momento de la doble
elevación, los presentes vieron, que abrió y cerró por dos veces
sus ojos. Su cuerpo aun después de muerto, manifestó su amor a la
Eucaristía.
Eran
tantos los que querían despedirse de él, que lo tuvieron expuesto
por tres días.
Hizo
muchos milagros después de su muerte.
Beatificado
el 29 de Octubre de 1618 por el Papa Pablo V
Canonizado el 16 de Octubre de 1690 por el Papa Alejandro VIII
Canonizado el 16 de Octubre de 1690 por el Papa Alejandro VIII
Declarado
Patrono de los Congresos Eucarísticos, y Asociaciones Eucarísticas,
por León XIII, por el breve apostólico Providentissimus, del 28 de
noviembre de 1897.
Oración:
Dios Todopoderoso y Eterno, concédenos por los méritos e
intercesión del querido San Pascual Baylon, un inmenso amor por la
Sagrada Eucaristía, un fervor muy grande en nuestras frecuentes
visitas al Santísimo, y una gran estima por la Santa Misa. A Tí
Señor que consagraste el Pan y el Vino, en tu Santísimo Cuerpo y tu
Santísima Sangre, en la noche de la agonía. Amén.
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